(CNN) – Cuando el presidente Donald Trump afirmó sin fundamento que todos los votos recibidos después del día de las elecciones son ilegales, atacó los voto en ausencia de los miembros del Ejército y sus cónyuges que, por ley, deben contarse.
Al hacerlo, el presidente respaldó un escenario en el que miles de miembros de las fuerzas armadas —que defienden activamente a su país— se verían privados de su derecho al voto al hacer que sus votos legales fueran rechazados.
“Si cuentan los votos ilegales, pueden intentar robarnos la elección”, dijo Trump el jueves por la noche desde el podio en la Sala de Conferencias Brady en la Casa Blanca. “Si cuentan los votos que llegaron tarde, los estamos mirando con mucha atención. Pero muchos votos llegaron tarde”, afirmó.
En todas las elecciones muchos votos llegan tarde legalmente. Son de estadounidenses que están en el extranjero o ubicados fuera de sus estados de residencia. Esto incluye un número significativo de votantes ausentes que son miembros en servicio y sus familias.
‘No estamos pidiendo ningún privilegio especial’
El Ejército ha votado en ausencia durante dos siglos, desde la guerra de 1812, y la práctica se expandió durante la Guerra Civil. Los votos militares se han incluido en los recuentos de votos certificados en las elecciones locales, estatales y presidenciales. No hay nada nefasto en ellos.
“No estamos pidiendo ningún privilegio especial aquí”, dijo a la CNN el general retirado George Casey, exjefe del Estado Mayor del Ejército.
“Solo decimos que creemos que es importante que se cuenten todas las boletas y especialmente las de los hombres y mujeres en servicio que sirven a este país. Ellos hacen mucho por nosotros y merecen saber que se escuchan sus voces”, afirmó.
Casey votó en ausencia desde Iraq en las elecciones presidenciales de 2004. Y recuerda haber votado en ausencia varias veces mientras estuvo fuera de Virginia, su estado natal donde está registrado. Ahora es uno de los muchos líderes militares retirados que prestan sus voces a Count Every Hero. Esta es una iniciativa bipartidista que busca asegurar que se cuenten los votos militares.
Cómo funciona el voto militar
A menudo, los miembros del servicio dedican tiempo y dinero a eliminar obstáculos que sus homólogos civiles por lo general se ahorran para garantizar que se cuenten sus boletas.
“Los votantes militares tienen que trabajar más duro para votar”, dijo Sarah Streyder, fundadora de la Coalición de Voto Militar. Esta es una organización sin fines de lucro respaldada por organizaciones militares y de veteranos líderes que trabaja con miembros en servicio y sus cónyuges para garantizar que puedan votar.
“Es un proceso de registro y presentación complicado. Conozco personas que tuvieron que pagar más de US$ 50 solo para recibir una boleta provisional de la noche a la mañana porque sus boletas oficiales nunca llegaron a tiempo”, contó.
Streyder señaló varios ejemplos: una cónyuge militar que vive en Texas, donde está destinado su esposo, pero vota en su estado natal de Pensilvania. También cónyuges que viven en Japón pero votan en Oklahoma, Texas, Florida y Georgia.
“Es desmoralizador”, dijo sobre el ataque del presidente a las papeletas legales que llegan después del día de las elecciones.
Los votos de los militares en Pensilvania y otros estados
Las familias de militares generalmente se mudan a nuevos lugares de destino cada pocos años, incluso al extranjero. Desde el 11 de septiembre, es más probable que los miembros en servicio sean desplegados, a menudo en repetidas ocasiones. Y han emitido votos por millones desde zonas de guerra, destinos en el extranjero y estados donde residen temporalmente.
En Georgia, quienes prestan servicio fuera de sus hogares, tanto dentro de Estados Unidos como en el extranjero, tienen hasta el cierre del viernes para que sus boletas sean recibidas. Esto siempre que tengan matasellos del día de las elecciones o de antes.
En Nevada, las boletas con matasellos del día de las elecciones se pueden recibir hasta el 10 de noviembre.
Algunos estados imponen fechas límite para recibir las boletas, pero no requieren un matasellos. Esta situación se debe a las diferencias en cómo se procesa el correo a nivel nacional y en el extranjero, especialmente en instalaciones militares o en zonas de combate.
Pensilvania y Carolina del Norte son dos ejemplos.
En Pensilvania, estas papeletas de voto en ausencia deben estar firmadas la noche anterior a la elección y ser recibidas antes del 10 de noviembre. No se requiere matasellos. En Carolina del Norte, hogar de algunas de las fuerzas armadas desplegadas con más frecuencia en la nación, esa fecha límite es incluso más tarde: el 12 de noviembre sin necesidad de matasellos.
Como explica el Programa Federal de Asistencia al Voto, un programa de educación y asistencia al votante creado por el Departamento de Defensa, “debido a los diferentes horarios para recoger el correo, el día en que ‘envías’ tu correo electoral puede no ser el día en que la instalación postal lo sella. Puedes pedirle al empleado del correo que selle a mano el material electoral para que la fecha sea visible claramente. En ciertas situaciones un matasellos manuscrito y tu firma o la de un funcionario notario puede ser suficiente”.
Boletas ‘faltantes’ en Georgia
Trump también sugirió, sin evidencia, que “faltan” boletas militares en Georgia, insinuando que esos votos inclinarían la balanza a su favor.
“¿Dónde están las boletas militares que faltan en Georgia? ¿Qué les pasó?”, tuiteó el presidente el viernes.
Parecía estar refiriéndose a las 8.410 boletas de voto ausente en Georgia que fueron solicitadas y enviadas a los miembros del servicio y sus familias y otros votantes en el extranjero, pero que el estado no ha recibido.
No hay nada que indique que estos votos hayan desaparecido. El estado de Georgia contará estas boletas, siempre que hayan llegado antes del cierre de operaciones del viernes. Lo hará como hizo con los 18.008 votos militares y desde el extranjero que ya se recibieron y contaron en el estado.
“Va a ser más de 0 y menos de 8.410”, dijo Gabriel Sterling, gerente de implementación del sistema de votación de la Secretaría de Estado de Georgia, el viernes por la tarde.
Es probable que algunas de esas boletas aún estén en tránsito. Muchas de ellas fueron solicitadas, pero nunca se emitieron. Esto no es inusual.
En 2016, oficinas electorales de todo el país enviaron 950.836 boletas de voto en ausencia a votantes militares y en el extranjero. Sin embargo, solo recibieron 623.577 de esos votos, según el Programa Federal de Asistencia al Voto.
El 3% de las boletas fueron rechazadas, principalmente porque no llegaron a tiempo. Se presume que las que no fueron devueltas fueron solicitados, pero no emitidas.
Apoyo militar a Trump
También existe la duda de si los votos de los militares y sus familias beneficiarían a Trump, como sugirió el presidente. Esa suposición puede no ser una realidad.
Tradicionalmente, los votos militares se han inclinado hacia los conservadores. Sin embargo, cada vez más el Ejército no es monolítico desde el punto de vista político.
“En el 2000, los republicanos realmente lucharon duro para que se contaran las boletas militares en esa elección presidencial. Tenían la intuición, y tenían razón, de que las boletas eran confiablemente republicanas en la mayoría de los casos”, dijo Tara Copp, corresponsal militar nacional y de veteranos de McClatchy, en CNN Right Now. “Pero hay toda una nueva generación de miembros del servicio que ven 20 años de guerra en Afganistán e Irak y sus creencias políticas están por todo el espectro”, agregó.
Una encuesta de Military Times completada en agosto, un vistazo poco común a las opiniones políticas de los miembros del servicio activo– encontró que el apoyo a Trump había caído significativamente. La cifra había descendido del 46% en 2016 a poco menos del 38%. Más miembros del servicio dijeron que votarían por el exvicepresidente Joe Biden que por Trump.
Preocupan los efectos a la largo plazo
Más allá de 2020, los activistas están preocupados por el efecto a largo plazo de los comentarios de Trump en la fe que los miembros del servicio y sus familias tienen en el proceso de votación en ausencia que muchos de ellos utilizan.
“Paso todos los días peleando una batalla cuesta arriba para convencer a mis amigos militares de que vale la pena votar porque existe el mito pernicioso de que las boletas militares en ausencia no cuentan, porque la gente está acostumbrada a que se anuncien los resultados antes de que lleguen sus boletas”, dijo Sarah Streyder a CNN, a pesar de que las boletas militares en ausencia se reflejan en última instancia en el voto certificado.
“Ahora (las familias de militares) se sentirán menos seguras de que sus votos contarán y serán importantes porque se les está socavando drásticamente”, dijo.