Nota del editor: Elie Honig es analista legal de CNN y ex fiscal federal y estatal. Las opiniones expresadas en este comentario son suyas. Mira más columnas de opinión en CNN en Español.
(CNN) – El presidente Donald Trump está saliendo de la Casa Blanca, pero aún no ha terminado. Después de casi cuatro años de inflexión implacable de leyes y rompimiento de normas, Trump ahora entra en sus últimos dos meses o más en el cargo sin restricciones. No tendrá que volver a enfrentarse a los votantes, por lo que podrá satisfacer sus instintos más básicos de venganza y autopreservación. Prepárate para una prueba de resistencia constitucional como nunca antes la habíamos visto.
Aquí hay tres áreas principales en las que Trump aún podría causar estragos en la ley antes de dejar el cargo:
Indultos: No será nada nuevo para Trump emitir una serie de indultos en sus últimas semanas en el cargo, incluso hasta su último día. Los presidentes anteriores comúnmente han emitido indultos durante sus últimos días en el cargo, incluidos algunos históricamente dudosos. En su último día como presidente, por ejemplo, el presidente Bill Clinton indultó a su medio hermano Roger Clinton y al financiero multimillonario fugitivo Marc Rich (lo que provocó una investigación criminal federal, pero finalmente sin cargos).
¿A quién podría perdonar Trump? Michael Flynn podría ser el primero en la fila. Flynn continúa luchando en la corte federal (junto con el Departamento de Justicia de William Barr) para que se desestime su caso. Según los informes, el abogado de Flynn informó a Trump directamente sobre el caso, subrayando cuán políticamente cargado se ha vuelto, y le pidió a Trump que no emitiera un indulto, aparentemente esperando ganar en los tribunales primero. Sin embargo, con Trump a punto de salir, es posible que Flynn quiera repensar esa estrategia. Si el juez federal en el caso de Flynn rechazara la opción de desestimarlo, lo dejaría expuesto a una posible pena de cárcel. Un perdón de Trump es la única protección segura de Flynn.
Trump también podría perdonar a otros que fueron condenados por el equipo de Robert Mueller, incluidos Paul Manafort y George Papadopoulos. Ambos ya han cumplido su condena, pero Trump podría intentar socavar simbólicamente el trabajo de Mueller al perdonarlos.
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Trump también podría perdonar preventivamente a los miembros de su familia y a otras personas de la Organización Trump. Según los informes, los fiscales estatales de Nueva York están investigando a la Organización Trump por varios posibles fraudes, pero un indulto presidencial solo cubre delitos federales, no delitos estatales. No obstante, Trump podría emitir indultos federales a los miembros de su familia en caso de que un futuro Departamento de Justicia determine que los cargos federales son apropiados: las investigaciones que comienzan a nivel estatal a veces terminan siendo acusadas por fiscales federales.
La pregunta más importante: ¿Trump intentará perdonarse a sí mismo? No sabemos de manera concluyente si un autoperdón presidencial es legal, principalmente porque nadie lo ha intentado antes. La Constitución no impone ninguna limitación explícita al poder del indulto y los estudiosos del derecho difieren al respecto. (Mi propia opinión es que los redactores de la Constitución aborrecían el egoísmo y no tenían la intención de permitir un autoperdón presidencial). Si Trump se perdona a sí mismo, los tribunales federales podrían eventualmente darnos una respuesta definitiva.
Despidos: Si bien la mayoría de los funcionarios de la administración seguirán a Trump hasta la puerta, algunos lo sobrevivirán. El director del FBI, Chris Wray, probablemente sea el primero en la lista de blancos de Trump. Trump nominó a Wray como director del FBI, un puesto que tiene un mandato de diez años, según la ley federal, y el Senado lo confirmó en agosto de 2017. Sin embargo, Trump podría acortarlo si despide a Wray al salir de la Casa Blanca. Trump ha criticado públicamente a Wray, quien ha socavado las falsas narrativas políticas de Trump sobre el fraude electoral generalizado y el peligro que representa antifa. Ten en cuenta que si Trump despide a Wray, el presidente electo Joe Biden podría optar por volver a nominarlo cuando asuma el cargo en enero de 2021.
Trump también podría intentar acabar con los inspectores generales (IG), los perros guardianes internos dentro de cada agencia federal. Si bien cada presidente tiene la capacidad de nominar y remover IG, muchos de los que fueron nombrados por presidentes anteriores permanecen en el cargo. Trump no ha dudado en despedir a aquellos que no han apoyado su agenda política, incluido el ex IG de la Comunidad de Inteligencia Michael Atkinson, a quien el propio Trump había designado, como represalia por la divulgación de información de Atkinson que llevó al juicio político de Trump.
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El objetivo más probable de Trump podría ser el IG Michael Horowitz del Departamento de Justicia, quien fue designado por Obama en 2012. Horowitz emitió un informe en 2019 que concluía que, si bien el FBI cometió muchos errores relacionados con la apertura de la investigación de Rusia, la investigación estaba justificada y las pruebas no establecieron que los funcionarios del FBI actuaran por motivos políticos.
Decretos: A lo largo de su mandato, Trump ha intentado implementar su política y sus agendas políticas a través de los decretos. En ocasiones ha tenido éxito (la Corte Suprema finalmente confirmó su prohibición de viajar al extranjero, después de que la administración la revisó varias veces) y en otras ha fallado (la Corte Suprema rechazó el esfuerzo de Trump de desmantelar el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia). Trump bien podría intentar nuevamente desmantelar DACA cuando salga de su cargo: la Corte Suprema dejó la puerta abierta para que la administración emitiera un nuevo decreto, utilizando los procedimientos administrativos adecuados, o para promulgar otros objetivos de política relacionados con la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio, protección del medio ambiente o política de inmigración. Biden podría intentar anular cualquier medida de este tipo al asumir el cargo, pero, como mostró el fallo de DACA, no es un hecho que una administración pueda revertir automáticamente los decretos tomados por otra.
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Trump ha seguido sus propias reglas a lo largo de su tiempo en la Casa Blanca. Ahora no le queda nada que perder. Si crees que la indiferencia de Trump por el Estado de derecho durante los últimos 46 meses ha sido alarmante, espera a lo que podría suceder entre ahora y el 20 de enero.