(CNN) – El domingo, Estados Unidos abandonó formalmente el Tratado de Cielos Abiertos, unos seis meses después de que el presidente Donald Trump anunciara por primera vez la decisión, según el Departamento de Estado.
El tratado de 1992 permite a los 34 países miembros realizar vuelos de reconocimiento con poca antelación, sin armas, sobre los otros países para recopilar datos sobre sus fuerzas y actividades militares.
La administración de Trump ha citado las restricciones rusas a los vuelos de cielos abiertos como la razón por la que buscó salir del tratado, acusando a Moscú de imponer límites a los vuelos cerca de su enclave de Kaliningrado, un área entre Polonia y Lituania donde el ejército ruso mantiene una presencia sólida.
Estados Unidos también ha acusado a Rusia de negar vuelos dentro de las 10 km de la frontera entre Georgia y Rusia y de negar un vuelo previamente aprobado sobre un importante ejercicio militar ruso.
“Nos retiraremos del Tratado de Cielos Abiertos”
“Rusia no se adhirió al tratado, así que hasta que se adhieran, nos retiraremos”, dijo Trump a los periodistas fuera de la Casa Blanca en mayo.
Los aliados europeos de Estados Unidos, sin embargo, valoran el tratado, ya que les da la capacidad de recopilar información de reconocimiento aéreo a la que no necesariamente tendrían acceso fuera del tratado.
En un extenso comunicado de mayo explicando la decisión de Estados Unidos de salir del acuerdo, el secretario de Estado Mike Pompeo dijo que Estados Unidos entiende que los europeos aún valoran el tratado, y dijo que era una de las razones por las que Estados Unidos se mantuvo en el tratado durante un período a pesar de la falta de voluntad de Moscú de adherirse a él.
El tratado les dio a los aliados y socios estadounidenses sin capacidades satelitales sofisticadas una forma de reunir y compartir información: todos los países miembros podían acceder a las imágenes recopiladas en los vuelos.
Los funcionarios del Pentágono le han dicho a CNN que el ejército de EE.UU. tiene la intención de compartir algunos de sus datos de inteligencia y reconocimiento de activos como satélites con aliados europeos para ayudar a compensar cualquier pérdida de información crítica por el cese de los vuelos en el marco del Tratado de Cielos Abiertos.
De manera similar, la administración de Trump abandonó el Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF, por sus siglas en inglés) por lo que Estados Unidos y todos los miembros de la OTAN dijeron que eran violaciones rusas del acuerdo debido al despliegue de Moscú de misiles con capacidad nuclear de alcance intermedio.
Sin embargo, aunque los aliados europeos de Estados Unidos apoyaron la decisión de salir del Tratado INF, no se ofreció tal apoyo a la decisión de la administración de Trump de salir del Tratado de Cielos Abiertos. Once países miembros también emitieron un comunicado en mayo expresando su “pesar” por la decisión de la administración de Trump, que también encontró resistencia de los legisladores estadounidenses de ambos partidos.