(CNN) –– Incluso ante el drástico aumento de casos de coronavirus en Estados Unidos y la entrada en vigor de nuevas restricciones, el Congreso permanece estancado en negociar un segundo estímulo económico para los estadounidenses que lo necesitan.
Aunque hay apoyo tanto de republicanos como de demócratas para otra ronda de subsidios, es poco probable que los estadounidenses obtengan un segundo cheque de estímulo antes de fin de año. Justamente, los legisladores no han conseguido llegar a un acuerdo sobre un paquete más amplio de ayuda económica.
El Congreso regresa a Washington esta semana. Y estará enfocado en aprobar un proyecto de ley de gastos más amplio antes del 11 de diciembre para evitar un cierre parcial del gobierno. Aunque, es posible que algunos programas de alivio puedan agregarse a esa propuesta extensa de gastos.
Ahora bien, si ese llega a ser el caso, esas disposiciones pueden extender los programas que expiran el 31 de diciembre. Entre ellos, los subsidios de desempleo mejorados, las protecciones contra el desalojo y una pausa en los pagos de préstamos estudiantiles.
Desacuerdos sobre nuevos cheques de estímulo
Desde el verano, los legisladores han hablado muy poco sobre una segunda ronda de cheques de estímulo. La más reciente propuesta para un paquete de estímulo fue presentada por los republicanos, que actualmente controlan el Senado. Y este proyecto no incluía dinero para pagos directos.
El presidente electo Joe Biden apoya un proyecto de ley de 3 billones de dólares, que ha sido impulsado por los demócratas y que la Cámara de Representantes aprobó en mayo pasado. Esa propuesta incluía una segunda ronda de cheques de estímulo. Sin embargo, ese paquete tiene pocas posibilidades de ser aprobado en el Congreso. A menos que los demócratas obtengan el control del Senado si ganan las dos elecciones de segunda vuelta al escaño por Georgia programadas para el 5 de enero.
Más de 160 millones de estadounidenses recibieron pagos de estímulo económico a principios de año. Precisamente, después de que el Congreso aprobara un paquete de ayuda de 2 billones de dólares en marzo. Estos fondos ayudaron a mantener a muchas familias fuera de la pobreza, ya que millones de personas perdieron sus trabajos debido a la pandemia.
Pero, en muchos casos, ese cheque de 1.200 dólares ya se gastó. Ahora, mientras los casos de coronavirus se disparan, un grupo de más de 120 economistas instó a los legisladores a aprobar otra ronda de cheques. Según argumentaron, estos fondos son “una de las formas más rápidas, equitativas y efectivas de hacer que las familias y la economía vuelvan a encaminarse”.
El Congreso ya permitió que expiren algunos programas de ayuda. Entre ellos el Programa de Protección Pago de Cheques (PPP, por sus siglas en inglés) para pequeñas empresas y el aumento federal de 600 dólares los subsidios semanales por desempleo.
Pero otras medidas terminan este mes. Si el Congreso agrega algún estímulo al proyecto de ley de gastos generales, puede dar prioridad a retrasar esas fechas de vencimiento.
Subsidios mejorados de desempleo
Como parte de la mejora histórica a los subsidios por desempleo bajo la Ley CARES, los legisladores crearon tres programas para ayudar a los estadounidenses desempleados. Uno de ellos, el aumento de 600 dólares al pago de asistencia, duró solo cuatro meses. Pero, los otros dos tienen vigencia hasta la semana que termina el 26 de diciembre, el último fin de semana del año.
Uno de ellos, el programa de Asistencia por Desempleo Pandémico, permite que los contratistas independientes, los trabajadores autónomos y los trabajadores temporales califiquen para recibir pagos. También abre el programa a quienes no pueden trabajar debido a la pandemia. Incluso si ellos o sus familiares están enfermos o en cuarentena o si las escuelas de sus hijos están cerradas.
El otro programa, llamado Compensación por Desempleo de Emergencia Pandémica, proporciona 13 semanas adicionales de subsidios pagados a nivel federal a quienes se quedan sin pagos estatales, que generalmente duran 26 semanas.
Pausa en el pago del préstamos estudiantiles
En marzo, el gobierno de EE.UU. suspendió automáticamente los pagos y eximió los préstamos estudiantiles federales de pagar intereses. Eso significó que millones de jóvenes prestatarios podían de dejar de hacer sus pagos mensuales sin que sus saldos aumentaran.
Inicialmente, el alivio ––incluido en el paquete de estímulo por 2 billones de dólares del Congreso–– expiraba a fines de septiembre. Pero el presidente Donald Trump aplazó la fecha al 31 de diciembre a través de una acción ejecutiva.
Si Trump ni el Congreso toman acción para retrasar el plazo máximo, millones de pagos de préstamos estudiantiles vencerán. Y será apenas un par de semanas antes de que Biden asuma el cargo el 20 de enero. Incluso, si Biden restablece la pausa retroactivamente, podría crear confusión tanto para los prestatarios como desorden para los procesadores de préstamos estudiantiles, que no están acostumbrados a detener o comenzar el pago repentinamente.
Protección de desalojo
Una orden de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) que entró en vigor en septiembre detuvo temporalmente los desalojos hasta fin de año. La medida incluye a los inquilinos que cumplen con ciertos requisitos de ingresos, han experimentado pérdidas significativas de ingresos y han hecho todo lo posible por encontrar asistencia de alquiler para poder pagar su renta.
Dado que la orden no cancela ni congela el alquiler, toda la renta atrasada de un inquilino vencerá el 1 de enero si se permite que expire la moratoria. Sin un alivio del alquiler o una extensión de la protección, muchos inquilinos con dificultades enfrentarán nuevamente el desalojo.
Una moratoria de desalojo establecida por el Congreso en marzo protegió solo a los inquilinos que reciben asistencia federal o viven en propiedades de alquiler con financiamiento respaldado por el gobierno federal. Esa protección caducó durante el verano.
Licencia familiar remunerada
A principios de año, los legisladores ampliaron los beneficios de licencia familiar remunerada para muchos trabajadores que se enferman o cuidan a otra persona.
La medida se limitó a los empleados de compañías con menos de 500 trabajadores, pero proporcionó hasta dos semanas de licencia remunerada por enfermedad y 10 semanas adicionales de licencia familiar remunerada para los padres que necesitan cuidar a niños cuyas escuelas cerraron.
Sin embargo, los pagos están limitados. También, las pequeñas empresas pueden solicitar exenciones de las disposiciones que afectan a los trabajadores cuyas escuelas de niños han cerrado.
Esos beneficios también expirarán el 31 de diciembre.
Tami Luhby y Lauren Fox, las dos de CNN, contribuyeron con este reportaje.