(CNN) – Personal de la Casa Blanca de todos los niveles planea su salida. Al mismo tiempo, un número creciente de asistentes del presidente Donald Trump abandona su búsqueda para revertir los resultados de las elecciones de 2020, algunos frustrados con el edificio que dejan atrás a su marcha.

Múltiples fuentes dentro y fuera de la Casa Blanca citaron una variedad de razones para el éxodo que ya está en marcha. Estas van desde una necesidad urgente de empleo hasta un disgusto palpable por las desafortunadas disputas electorales de Trump.

Una fuente familiarizada con la situación dijo que la negativa de Trump a aceptar la derrota ha puesto nerviosos a algunos miembros del personal que temen que el presidente empañe su propio legado. Y, lo que resulta más crítico, que erosione la fe de los votantes en las elecciones estadounidenses. Otros han dicho que entendieron que había muchas probabilidades de que tuvieran que encontrar nuevos trabajos pronto, y se prepararon para hacer cambios en su carrera independientemente de cómo reaccionara el presidente ante la derrota.

Funcionario describe un ambiente de trabajo “tóxico”

Otro funcionario de alto rango de la administración describió un ambiente de trabajo “tóxico” entre el personal del Ala Oeste de la Casa Blanca, cada vez más reducido. Si bien la Casa Blanca de Trump nunca fue modelo de un lugar de trabajo funcional, la falta de dirección y el sentido de derrota durante el período tras conocerse el resultado de las elecciones agudizó las divisiones entre los empleados que enfrentan la perspectiva de un posible desempleo.

“Creo que la gente sigue adelante porque tiene familias o modos de vida que mantener”, dijo el funcionario.

“Eso, y que el lugar se está volviendo más tóxico cada día (…). La gente se enfrenta entre sí, tratando de ajustar cuentas mientras pueda”, agregó el funcionario.

La Casa Blanca no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios de CNN.

La directora de comunicaciones, Alyssa Farah, una aliada cercana del secretario general de la Casa Blanca, Mark Meadows, anunció el jueves que dejaría su cargo. Su partida fue vista por personas cercanas a la Casa Blanca como una señal de que dejar la administración ya no se considera una traición al presidente.

“Una gran persona que hizo un trabajo fantástico. ¡Gracias, Alyssa!”, tuiteó Trump el viernes.

Cada vez hay más aceptación de que Trump no seguirá en la Casa Blanca (al menos no en 2021)

Un asesor de la Casa Blanca, que está en el proceso de entrevistar a algunos miembros del personal de la administración saliente, dijo que hay una aceptación cada vez mayor de que no habrá un segundo Gobierno de Trump, al menos no a partir del 20 de enero de 2021.

“Algunos están avanzando “, dijo el asesor de la Casa Blanca. “Es la hora”, agregó.

El asesor dijo que es comprensible que los asistentes se hayan irritado con la terquedad de Trump. Sin embargo, señaló que ellos se apuntaron para trabajar con él.

“Nadie espera que él conceda. ¡Nadie!”, dijo el asesor.

Las salidas masivas de personal de las administraciones ocurren al final de cada presidencia, ya sea después de dos mandatos o al final de uno que queda interrumpido tras una derrota electoral. Pero la negativa de Trump a reconocer el resultado y el cambio que se avecina ha dejado a sus principales empleados, algunos de ellos leales de larga data, en una posición profundamente incómoda a semanas de que dejen de recibir los cheques del sueldo.

Después de que John McEntee, jefe de la Oficina de Personal Presidencial de la Casa Blanca, emitiera una advertencia al personal de la administración de que cualquier persona sorprendida en busca de trabajo podría ser despedida (una advertencia que se filtró a la prensa y sobre la que se informó ampliamente el mes pasado) muchos asistentes políticos en todo el gobierno federal continuaron en la búsqueda de su próximo movimiento sin inmutarse.

Sin embargo, algunas de las personas designadas más jóvenes y con menos experiencia se asustaron con la advertencia. Esta es una situación que algunos asistentes más experimentados encontraron lamentable, dada la dificultad adicional que esos empleados pueden tener para encontrar trabajo.

Lucha por los puestos en el Congreso

Un funcionario de alto rango de la administración describió la lucha actual por los puestos de trabajo en el Capitolio entre los asistentes del Gobierno de Trump como un juego de “sillas musicales”. Señaló que la “música” esencialmente se detendrá en enero y muchos asistentes se quedarán sin una “silla” después de que se cubra el número limitado de posiciones de cara al nuevo Congreso. Los republicanos ganaron 13 escaños en la Cámara de Representantes, pero solo lograron cambiar la tendencia en uno del Senado. Además perdieron dos puestos republicanos en el Senado y potencialmente podrían perder dos más dependiendo del resultado de la segunda vuelta de Georgia.

Más allá del Congreso, algunos asistentes consideran trabajos en el sector privado o en grupos de expertos. En algunos casos compiten con sus colegas por las mismas vacantes.

Si bien muchos funcionarios de la Casa Blanca y de la administración comenzaron su búsqueda de empleo de manera silenciosa en los días posteriores a las elecciones sin compartir sus planes en la oficina, muchos están discutiendo abiertamente sus perspectivas ahora y se van cuando ya tienen otro lugar. Y esto sucede a pesar de que la negativa de Trump a reconocer el final de su presidencia que se avecina sigue sin cambios desde principios de noviembre.