Nota del editor: David G. Allan es el director editorial de CNN Travel, Style, Ciencia y Bienestar. Este ensayo hace parte de una columna llamada “The Wisdom Project”, a la que puedes suscribirte aquí.
(CNN) –– Estás viviendo una época extraordinaria. Suceden muchas cosas en el mundo, en tu país y en tu vida. Darle sentido a eso, procesarlo, hacerle frente e incluso aprovecharlo para tu beneficio es un trabajo importante. Y escribir un diario personal es una de las formas más divertidas, creativas, simples y productivas de lograr todo eso.
Antes de profundizar en los beneficios para el bienestar y las opciones creativas de tu diario nuevo o renovado, aquí están mis credenciales. Animado por una maestra de lectura de la escuela secundaria (gracias, Sra. Gearhart, donde quiera que estés), comencé un diario en 1986. Lo he mantenido al día desde entonces.
Es la actividad más constante y contigua de mi vida además de comer, leer y ver televisión y películas. Es lo más cerca que estoy de las 10.000 horas de práctica de Malcom Gladwell para el dominio de habilidades, que explica en su libro “Outliers”. Según mi interpretación de la fórmula de Gladwell, soy un experto en diarios.
Por qué deberías escribir un diario ahora
“Ahora” suele ser el mejor momento para comenzar cualquier cosa. Cuanto antes empieces, más pronto obtendrás los beneficios. En lo que respecta a llevar un diario, se necesita poco y esfuerzo y preparación inicial para comenzar. Estás leyendo este artículo y ya estás pensando en escribir. ¡Así que hagámoslo!
Además, considera el contexto histórico de comenzar o reiniciar un diario ahora. Estamos en medio de una pandemia mundial con enormes implicaciones económicas, políticas, culturales y personales. Escribir un diario ahora es registrar la historia, como se ve a través de tu propio lente. Y ese es exactamente el tipo de documentación que ayuda a las personas y a la sociedad a dar sentido a los eventos.
El difunto ministro de Educación de Holanda Gerrit Bolkestein explicó la necesidad de conservar los diarios y las cartas durante la Segunda Guerra Mundial. “Solo si logramos reunir este sencillo material diario la escena de esta lucha por la libertad será pintada en toda su profundidad y brillo”, escribió.
Un diario también es tu historia personal. Es posible que no estés ansioso por volver a visitar este capítulo extraño y desafiante en el corto plazo. Pero en algún momento en el futuro, tus pensamientos actuales, actividades, preocupaciones y otros detalles similares se volverán fascinantes. Escribir un diario es de gran ayuda para la memoria. “La tinta más pálida es más clara que el recuerdo más querido”, dice un proverbio chino.
Tampoco es demasiado tarde. Empieza ahora y registra las reflexiones de los últimos ocho meses mientras están frescas y desarrollándose.
Terapia gratis
Si bien hace falta investigación específica sobre llevar un diario a largo plazo, existen beneficios mentales, físicos y prácticos al escribir sobre lo que nos molesta y lo que nos hace felices, según estudios y expertos (además de mí).
La terapia es beneficiosa para todos, sin importar lo que estés enfrentando o atravesando. Independientemente si recibes ayuda profesional o no, escribir sobre ello también es una herramienta de salud mental altamente efectiva… Y extremadamente rentable.
Escribir nuestras preocupaciones y problemas nos ayuda a resolverlos. El acto de reflexión crea perspectiva. Además, articular un problema es el primer paso para resolverlo. A través del acto seguro y privado de escribir, podemos comprender mejor nuestros miedos e incluso el trauma. Lo que ayuda a aliviar el control que tienen sobre nosotros. Por otro lado, se ha demostrado que reflexionar sobre aquello por lo que estás agradecido aumenta la felicidad.
James Pennebaker, psicólogo, investigador y profesor de la Universidad de Texas en Austin, ha estudiado los beneficios de la escritura personal y reflexiva durante décadas. Tiene numerosos estudios sobre “escritura expresiva”, que se centra en escribir sobre un evento perturbador o traumático. En sus investigaciones ha descubierto que es un “sistema libre, simple y eficiente para resolver los problemas que te mantienen despierto por la noche”, explicó.
“La escritura expresiva funciona por varias razones”, dijo Pennebaker. Primero, el simple hecho de reconocer un evento perturbador tiene valor. “Y escribir sobre ello también ayuda a la persona a encontrar un significado o entenderlo”, apuntó. Si no encuentras un significado, dijo, “puede que estés pensando constantemente en ello”.
Está bien. Pero, ¿qué más obtengo con un diario?
“Una vez que lo trabajas y no estás pensando en ello, duermes mejor”, dijo Pennebaker. Y el sueño tiene muchos beneficios para la salud. “Las relaciones sociales también mejoran”, agregó. Esto es probablemente porque puedes concentrarte más fácilmente en los demás y sus problemas.
En un estudio de Pennebaker, los estudiantes que emplearon la escritura expresiva sobre eventos traumáticos experimentaron menos resfriados y menos fatiga. En otro, aquellos que perdieron recientemente sus trabajos y expresaron sus sentimientos al respecto encontraron nuevos trabajos más rápidamente que aquellos que no lo hicieron.
La escritura expresiva y reflexiva se ha asociado con una serie de beneficios. Entre ellos, un mejor sueño, un impulso a la memoria y el fortalecimiento de la felicidad conyugal para algunas parejas. Escribir sobre una experiencia positiva puede aumentar la satisfacción con la vida. Y se ha demostrado que la escritura personal reduce los síntomas de depresión en algunas personas. No es de extrañar que el nuevo manual de entrenamiento “Salud y estado físico holísticos” del Ejército de EE.UU. recomiende a sus soldados llevar un diario.
Aún se está desentrañando cómo el acto de escribir impacta en tu cerebro. Pero, los científicos cognitivos ahora saben que nuestros cerebros solo pueden procesar cierta información al escribirla. Escribir los pensamientos es algo similar a como cuando alguien con una discapacidad usa una rampa para ingresar más fácilmente a un edificio, explicó Andy Clark, filósofo y científico cognitivo de la Universidad de Edimburgo, en un artículo de The New Yorker en 2018.
Después de haber escrito en un diario durante décadas, he descubierto que:
- Se ha convertido en un hábito/compulsión positiva y agradable.
- Sirve como liberación y una forma inofensiva de desahogarse
- Es relajante y me da la oportunidad que tanto necesito de ser creativo.
- Me ayuda a resolver problemas y dilemas personales y profesionales.
- Me da un registro confiable de hechos y detalles que suelo usar más adelante para escribir u otra referencia.
- Registra momentos que creo que me darán alegría más adelante en la vida cuando los vuelva a revisar.
- Es reconfortante pensar en el diario como un archivo de nuestra vida familiar y de la vida de mis hijos, que tendrán después de mi muerte.
“Para los seres humanos, la vida tiene sentido porque es una historia”, escribió Atul Guwande en su libro “Being Mortal”. “A diferencia de tu yo que experimenta ––y está absorto en el momento–– tu yo que recuerda está intentando reconocer no sólo los picos de la alegría y los valles de la miseria, sino también cómo se desarrolla la historia en su conjunto”.
Empezar a escribir un diario
Esto no podría ser más sencillo. Todo lo que necesita es un bolígrafo y un cuaderno o una computadora, y algo de tiempo.
Más allá de eso, no existe una forma correcta de escribir. La estructura, la frecuencia y el tema son tu elección y evolucionarán con el tiempo. Todo lo que escribas, desde un flujo libre de ideas hasta una plantilla rígida de temas, es valioso.
Si eso es demasiada libertad creativa para ti, tengo algunos consejos propios de “experto” que pueden darte algunas ideas.
La primera pregunta es si quieres que sea al estilo de un diario en todo el sentido de la palabra, donde intentas escribir todos los días. Los diarios tradicionales registran las cosas que sucedieron, y no necesariamente cómo te sientes al respecto. Ahora bien, un registro suele ser menos frecuente y más sobre la vida interior, afectada por los acontecimientos.
La frecuencia realmente no importa, pero establecer una meta diaria, semanal o mensual puede ayudar a ponerte en marcha. Personalmente, tengo un promedio de una o dos entradas al mes. Pero tienden a ser largas, escritas durante varios días (y múltiples visitas a mis cafeterías favoritas antes de la pandemia). Cualquiera que sea la frecuencia, debes fechar cada entrada.
A lo largo de los años, la actividad de llevar un diario ha evolucionado. Cada entrada ahora termina con una cita famosa o que haya encontrado, la cual resume alguna parte de mi condición actual. También tengo categorías que repito. Entre ellas, breves resúmenes de libros que he leído, reseñas de cafeterías, resoluciones de Año Nuevo, tótems anuales, lo que les gusta y no les gusta de mis hijos en ciertas etapas y planes para el futuro.
Escoge el lienzo adecuado para ti
Prefiero los libros físicos a las entradas electrónicas, pero eso es simplemente una elección personal. Ambos medios corren el riesgo de perderse accidentalmente. (Una vez dejé un diario en un avión. Afortunadamente, la tripulación lo encontró un par de horas tensas después). Y los beneficios para la salud descritos anteriormente no parecen depender de un medio en específico, dijo Pennebaker. “Básicamente no hay diferencia”, dijo, entre escribir en papel o en formato electrónico. “Todo es el arte de traducir la experiencia en palabras”.
Pero las redes sociales ––incluso si ahí derramas actual y regularmente tus emociones y registras los detalles de tu vida–– son más riesgosas. Puede ser beneficioso, según una nueva investigación, explicó Pennebaker, pero solo si la retroalimentación es positiva. Explicó que es como hablar con un amigo. La reacción y retroalimentación del amigo pueden ser buenos y útiles o negativos e inútiles. Escribir un diario, por otro lado, es un espacio privado donde puedes abrirte y ser honesto de manera segura… De un modo que puede ser arriesgado en un espacio público como las redes sociales.
“En el diario no solo me expreso más abiertamente de lo que podría hacerlo con cualquier persona”, escribió Susan Sontag, “me creo a mí misma”.
Hardware
Estoy en mi libro número 34 desde que comencé a escribir un diario en octavo grado. Utilizo el mismo bolígrafo negro en un solo volumen (actualmente un Uniball Signo 207). Intento dividir páginas de texto con bocetos, listas, gráficos dibujados a mano y alguna que otra caricatura de The New Yorker, conmovedora pero divertida. Hace unos 10 años, comencé a agregar una función de calendario diario para registrar al menos una cosa que sucedía todos los días, lo profundo y lo mundano. De modo que capturé tanto el bosque como los árboles que componen el mapa de mi vida.
Algunas personas tienen diarios que favorecen el arte y los bocetos sobre las palabras. Luego están los diarios de moda centrados en objetivos en los que registras tu historial personal en una serie de listas y gráficos. Busca lo que te atrae y no tengas miedo de cambiar y evolucionar.
Si sigues la ruta tradicional de los libros físicos, evita los cuadernos de espiral baratos que usaba cuando comencé. Busca volúmenes encuadernados que se adapten a su estética. Se verán mejor en tu estantería y tendrán una vida útil más larga.
Con el tiempo, he pasado de las páginas rayadas a los cuadernos de bocetos en blanco, normalmente de tapa dura. Ahora selecciono volúmenes en función de la durabilidad, el tamaño, la cantidad de hojas, el papel y la cubierta. Mis favoritos son, en orden: Shinola Large (7”x 9”, 192 páginas, 90 g/m2 de gramaje), Pentalic Illustrator (5”x 8”, 192 páginas, 90 g/m2) y Leuchturrm 1917 Medium (5,75”x 8,25”, 249 páginas, 80 g/m2). Estos son los espacios sagrados y seguros donde pienso a mano, como describe Leuchturrm 1917 su uso en su slogan promocional.
Me gustan los bolsillos en la parte de atrás, las cintas para marcadores y las bandas elásticas, pero no son imprescindibles para mí. A menudo, conozco un buen diario al sostenerlo y hojearlo, imaginándome escribiendo en él.
Y cuando me imagino escribiendo en él, suele ser en una cafetería con un cortado cremoso y un pastel caliente. También me encanta escribir en aviones y trenes, sentarme en la naturaleza y temprano en la mañana antes de que alguien más se despierte. Pero intenta escribir siempre que puedas hacer tiempo para ti y tus pensamientos.
Una vez más, tú inventas las reglas, si las hay. Y las rompes cuando quieras. Lo importante es empezar y divertirse. La estructura cambiará contigo, pero los beneficios llegarán de inmediato.