Washington (CNN) – Mientras el agente de la Policía Metropolitana de Washington Michael Fanone yacía en el suelo en el edificio del Capitolio de Estados Unidos, aturdido y herido, se dio cuenta de que un grupo de agitadores lo estaba despojando de su equipo. Agarraron munición de repuesto, le arrancaron la radio policial del pecho e incluso le robaron la placa.
Entonces, Fanone, quien acababa de recibir varios impactos de una pistola eléctrica en la nuca, escuchó algo escalofriante que lo hizo entrar en modo de supervivencia.
“Algunos tipos empezaron a agarrar mi arma y gritaban: ‘Mátenlo con su propia arma’”, dijo Fanone, quien ha sido agente de policía durante casi dos décadas.
Fanone, uno de los tres agentes que hablaron con CNN, describió su experiencia al luchar contra una turba de partidarios del presidente Donald Trump que habían invadido el Capitolio, en una insurrección inaudita en la historia moderna de Estados Unidos.
Funcionarios federales han dicho que los detalles violentos que surjan serán inquietantes.
“La gente va a quedar conmocionada por algunos de los atroces contactos que tuvieron lugar en el Capitolio”, dijo el martes el fiscal federal en funciones Michael Sherwin en referencia a los ataques a agentes de policía.
Fanone, un detective de narcóticos que trabaja vestido de civil, dijo que escuchó la conmoción en el Capitolio y agarró su uniforme de policía todavía nuevo que había estado colgado en su casillero y se lo puso por primera vez. Corrió al edificio con su compañero y ayudó a los agentes que estaban siendo empujados por los agitadores.
Pero Fanone, quien dice que preferiría que le dispararan antes que ser arrastrado hacia una multitud sin control, de repente se vio en su mayor pesadilla como agente. Y en esos momentos, Fanone consideró usar la fuerza letal. Pensó en usar su arma, pero sabía que no tenía suficiente poder de fuego y pronto sería dominado nuevamente, excepto que esta vez probablemente usarían su arma contra él y tendrían todas las razones para terminar con su vida.
“Entonces, la otra opción en la que pensé fue tratar de apelar a la humanidad de alguien. Y solo recuerdo haber gritado que tengo hijos. Y pareció funcionar”, dijo el padre de cuatro hijos, de 40 años.
Un grupo dentro de los agitadores rodeó a Fanone y lo protegió hasta que llegó la ayuda, salvándole la vida.
“Gracias, pero que te j**** por estar ahí”, dijo Fanone sobre los agitadores que lo protegieron en ese momento.
La ira y la frustración de Fanone fue un sentimiento que sintieron las fuerzas del orden en todo el país, furiosas porque los partidarios de Trump habían violado los terrenos del Capitolio el mismo día en que la Cámara de Representantes y el Senado confirmaron la victoria de Joe Biden.
El dramático encuentro de Fanone con los agitadores que apoyaban a Trump se repitió por todos los terrenos del Capitolio mientras los agentes de la ley luchaban para hacerlos retroceder. Fanone, uno de los muchos agentes que resultaron heridos en la brutal batalla, compartió su historia por primera vez, aún sufriendo los efectos de un leve ataque cardíaco.
Desde el asalto al Capitolio, los investigadores han analizado todos los aspectos de los eventos de ese día, desde la respuesta de la Policía del Capitolio hasta la búsqueda nacional de todos los involucrados.
Los investigadores ahora están investigando la noción de que había algún nivel de planificación, con suficiente evidencia para indicar que no fue solo una protesta que se salió de control, dijeron fuentes policiales a CNN.
“Ciertamente, algunas cosas que vimos en el terreno son una indicación de que había cierta coordinación, pero creo que a medida que avancemos en la investigación, se revelará mucho de eso”, dijo a reporteros el jefe interino de la policía metropolitana, Robert Contee.
Fanone dijo que los agitadores tenían armas, ya fueran propias o arrebatadas a sus compañeros policías.
“Nos rociaban irritantes químicos. Tenían tubos y diferentes objetos metálicos, porras, algunas de las cuales creo que se las habían quitado a los agentes del orden. Nos habían estado golpeando con esas”, dijo Fanone, quien agregó que no iba a quedarse sentado en un escritorio mientras ocurría una insurrección en el Capitolio.
“Y luego fue la gran cantidad de agitadores. La fuerza que venía de ese lado”, agregó. “Era difícil ofrecer resistencia cuando había solo unos 30 hombres contra 15.000”.
Luchando contra spray pimienta para osos
La agente Christina Laury, miembro de la unidad de recuperación de armas del Departamento de Policía Metropolitana, llegó al Capitolio alrededor de las 12:30 pm ET y vio cómo los grupos de agitadores ganaban terreno.
Laury, quien estaba vigilando la línea para asegurarse de que no hubiera huecos, recibió un tipo de spray de pimienta mucho más fuerte que se supone que debe usarse solo en osos, dijo.
“Los individuos empujaban a los agentes, golpeaban a los agentes. Nos rociaban con lo que llamábamos, esencialmente, spray para osos, porque se usa con los osos”, dijo.
“Desafortunadamente, te afecta por un tiempo. Es mucho peor que el spray de pimienta”, agregó Laury. “Te cierra los ojos … Tienes que rociarte y empaparte con agua. Y en esos momentos da miedo porque no puedes ver nada y hay gente que lucha por pasar”.
Tuvo la suerte de no ser golpeada, pero vio a otros que fueron golpeados con objetos.
“Fueron golpeados con objetos metálicos. Postes de metal. Recuerdo haber visto horquillas. Los estaban rociando, eran derribados”, dijo Laury, quien agregó que los refuerzos seguían haciendo rotaciones para que otros pudieran descansar durante la batalla de horas.
“Jalaban a los agentes para que se recuperaran y (los refuerzos) intervenían para llegar a la línea del frente. Y luego bajaban y entraban más agentes y los agentes que habían sido derribados, estaban mejor otra vez y estaban luchando porque la conclusión era que no dejaríamos pasar a nadie”.
‘Prácticamente echaba espuma por la boca’
El agente Daniel Hodges fue uno de esos agentes que trató de combatir a los agitadores, pero resultó lesionado durante la pelea. Hodges ganó notoriedad después de que circularan imágenes de él siendo aplastado por una puerta. El agente de 32 años se ve en el clip con sangre goteando por sus dientes mientras seguía jadeando en busca de suficiente aire para poder gritar “Ayuda” a todo pulmón.
Hodges corrió al Capitolio para ofrecer apoyo como muchos otros y pronto se encontró siendo asaltado por una turba enfurecida que, dijo, creían que eran patriotas.
“Había un tipo que me arrancó la máscara, pudo arrancar la porra y golpearme con ella”, dijo Hodges, quien estaba atrapado en la puerta y agregó que su brazo estaba doblado antes de que le arrancaran el arma.
“Prácticamente echaba espuma por la boca, estas personas eran verdaderos creyentes de la peor manera”.
Hodges fue finalmente rescatado por otros agentes que acudieron en su ayuda.
“Sabías que las cosas iban mal”, dijo Hodges, quien milagrosamente se marchó sin heridas importantes y pudo haber sufrido una conmoción cerebral menor. “Estaba gritando con todas mis fuerzas y un agente detrás de mí pudo hacerme suficiente espacio para sacarme de allí y llevarme a la parte trasera para que yo pudiera salir”.
Fue la primera visita de Hodges al edificio del Capitolio.
‘Se sentían con derecho’
El agente de patrulla dijo que había estado escuchando sobre la posibilidad de violencia durante años, por lo que no le sorprendió que los agitadores asaltaran el Capitolio. Lo que sí le sorprendió fue cómo los insurrectos pensaban que la policía estaría de su lado.
“Algunos de ellos sintieron que seríamos amigables rápidamente porque muchos de ellos hablaban”, dijo Hodges. “Decían cosas como, ‘Sí, los hemos estado apoyando en todo este asunto de Black Lives Matter, deberían respaldarnos’, y se sentían con derecho”.
Añadió: “Sentían que simplemente caminarían allí y nos dirían que estaban aquí para recuperar el Congreso y que estaríamos de acuerdo con ellos y caminaríamos de la mano y tomaríamos el control de la nación. Pero obviamente ese no es y nunca será el caso”.
Ahora, a solo unos días de la toma de posesión de Biden, las autoridades federales advierten sobre otras amenazas que pueden surgir.
La alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, ha advertido públicamente a la gente que no viaje a la ciudad para la inauguración.
Hodges se hizo eco de esos sentimientos y dijo que quería que no solo los residentes, sino también los partidarios de Trump y los extremistas se quedaran en casa. Pero con una salvedad.
“Quédense en casa. Detengan esto”, dijo Hodges. “Por otro lado, espero que los atrapen. Dejémoslo así”.