(CNN Español) – A seis años de la muerte del fiscal del caso AMIA Alberto Nisman, la fiscalía que investiga su muerte busca que 89 agentes y exagentes de inteligencia de Argentina declaren como testigos para explicar una inusual “explosión de llamadas” que protagonizaron el día en que murió Nisman en locaciones centrales para la investigación, informó a CNN una fuente con acceso directo al expediente.
El fiscal Eduardo Taiano ya tiene el informe que realizó una división especial de la Policía Federal con el entrecruzamiento de llamados de los teléfonos de estos miembros y exmiembros de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) el 18 de enero de 2015, en el cual basará los interrogatorios, afirmó la fuente consultada.
En los cruces de llamados, los investigadores también incluyeron teléfonos a nombre de miembros del Poder Ejecutivo de entonces y de integrantes de fuerzas de seguridad. En total, se analizaron unos 200 teléfonos, explicó la fuente. Por el momento, solo citarán a los relacionados con la AFI.
Las citaciones comenzarán a efectuarse a partir de febrero, confirmaron en la fiscalía a cargo de Taiano, cuando culmine la suspensión de actividades de la feria judicial. Tomar las declaraciones podrían llevar al menos un año, estimó la fuente consultada. Actualmente, los investigadores se encuentran en el proceso de localizar a los agentes y exagentes para notificarlos de las citaciones, confirmó también una fuente oficial de un organismo que colabora en ese proceso.
Algunos de ellos ya no cumplen funciones en la AFI, agregaron tanto la fuente oficial como la judicial. Sin embargo, todos estarían alcanzados por el secreto que impone la Ley de Inteligencia, por lo que la fiscalía deberá requerir a las autoridades que los releven de dicha obligación legal para declarar, confirmó una fuente del Ejecutivo a CNN.
La fiscalía busca que los agentes y exagentes expliquen por qué se encontraban en las inmediaciones del departamento de Nisman y otras ubicaciones clave para la investigación, y qué hablaron en determinadas conversaciones telefónicas el 18 de enero de 2015, detalló la fuente con acceso directo al expediente.
Nisman estaba a cargo de la unidad fiscal AMIA e investigaba el atentado a la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) en 1994, que se cobró la vida de 85 personas. Fue el peor ataque terrorista registrado en el país. La semana previa a su muerte, Nisman había presentado una denuncia penal contra la entonces presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, por el supuesto encubrimiento a los acusados de ordenar aquel ataque, a través de la firma del Memorándum de entendimiento con Irán de 2013.
La actual vicepresidenta siempre ha negado cualquier intento de encubrir a los iraníes acusados en el caso judicial y sostiene que el acuerdo con Irán buscaba que los señalados finalmente declararan ante la Justicia argentina. Los iraníes, por su parte, han negado su participación en el atentado.
Existen dos investigaciones contradictorias sobre la muerte del fiscal. La primera conducía a la hipótesis del suicidio, fundamentado en los peritajes oficiales e informes de una Junta Interdisciplinaria de médicos y peritos. La segunda plantea que, según una pericia de la Gendarmería Nacional, Nisman fue asesinado.
“Explosión de llamados”
La noche del domingo 18 de enero de 2015, Nisman fue hallado muerto en el departamento que habitaba en el edificio Torre Le Parc, en el exclusivo barrio de Puerto Madero, en Buenos Aires. Durante el día, desde las 9:23 a.m. hasta las 11:17 p.m., hubo al menos 60 cruces telefónicos entre directores de la Agencia Federal de inteligencia (AFI) funcionarios del Poder Ejecutivo y exagentes de inteligencia, según explicó la fuente con acceso directo al expediente consultada por CNN. La fiscalía sostiene que esa intensidad de llamados cruzados fue algo sin precedentes, agregó la fuente.
A partir de esos 60 cruces, el análisis se amplió a otros teléfonos que se comunicaban con los primeros, hasta llegar a la identificación de los 89 agentes y exagentes, luego de cruzar dos variables. Por un lado, qué teléfonos móviles se ubicaban en las cercanías de determinadas antenas el día de la muerte de Nisman, como la más cercana al departamento donde el fiscal fue hallado muerto, la sede de la AFI y otras locaciones determinadas con geolocalización. Una segunda variable fue la titularidad de esos teléfonos, explicó la fuente del caso.
A partir de esa búsqueda y con pedidos de información sobre titularidad y designación de los teléfonos móviles en la AFI, se identificó a los agentes y exagentes que protagonizaron esa “explosión de llamados”, como la denomina la fiscalía, según la fuente del expediente.
El análisis también incluye los cruces de llamados y geolocalizaciones durante todo 2014, es decir, hasta un año antes de la muerte de Nisman, para establecer si las ubicaciones y llamados que mantuvieron los miembros del servicio de inteligencia entre sí y con miembros del Ejecutivo y de fuerzas de seguridad se repitieron en algún otro momento.
La lista de los 89 agentes y exmiembros de inteligencia que deberán declarar incluye desde excargos directivos de la AFI hasta agentes de calle, confirmó la fuente de la causa judicial.
La fiscalía solicitará a Israel la realización de una testimonial por videoconferencia y, en caso de que esa posibilidad le sea negada, enviará un pliego de preguntas para el potencial testigo, pudo saber CNN de una fuente directa con conocimiento del expediente. Los abogados defensores y querellantes podrán incluir preguntas.
También se analizan alrededor de 25.000 fotografías de las cámaras de seguridad del edificio donde vivía Nisman y los alrededores para identificar personas o autos sospechosos, agregó la fuente consultada.