(CNN Español) –– Por primera vez en 50 años, la Basílica de Higüey, uno de los santuarios más concurridos de la República Dominicana, no abrió sus puertas a los devotos de la Virgen de la Altagracia debido a la pandemia de coronavirus.
Cada 21 de enero, miles de fieles y peregrinos se dan cita en la ciudad de Higüey, en el este del país, para rendir homenaje a la madre protectora del pueblo dominicano.
Este año, en una celebración atípica, la vigilia fue transmitida de manera virtual.
Para Francia Huichara, las autoridades debieron limitar el acceso sin cerrar la basílica al público.
“Hay que dejarla abierta porque eso es puesto por Dios y lo que Dios pone no se cierra. No para que entre todo el mundo”, aseguró.
Mientras, Belkis Martínez valoró como positivas las restricciones, pero dijo que le hizo falta rendir homenaje de manera presencial a la virgen. Algo que ha hecho durante décadas junto a su familia.
“Me hubiese gustado estar presente, pero como todo ya es virtual, vamos a adaptarnos a las reglas”, agregó Martínez.
En tanto, el presidente Luis Abinader, quien acostumbra a asistir junto a su familia a la Basílica de Higüey, lamentó que esta vez no se pudiera. “Yo hubiera querido mucho, pero la pandemia nos limita”, dijo.
El boletín más reciente del Ministerio de Salud indica que República Dominicana acumula 199.672 casos de covid-19 y 2.482 muertes a causa de la enfermedad.