(CNN) – Si hubiera esperado para vacunarse hasta que fuera el turno de su “nivel”, Isabela Medina no habría recibido la inyección contra el covid-19 hasta finales del verano.
No estaba dispuesta a esperar.
Medina, una joven sana de 25 años, se mudó al otro lado del país para vivir con sus padres en la costa este después de que se acabara su trabajo en la industria cinematográfica. Ansiosa por regresar a trabajar de manera segura, Medina decidió a mediados de enero salir en búsqueda de una vacuna.
Medina vigiló la farmacia de una tienda de comestibles. Su objetivo era conseguir una vacuna sobrante.
Ella y un amigo llegaron a primera hora de la tarde, dispuestos a esperar. Se formo una línea detrás de ellos. Horas más tarde, cuando terminaron las citas del día, el personal de la farmacia ofreció ocho vacunas sobrantes. Medina y su amigo reclamaron alegremente dos de ellas.
“Me sentí bien por ello, y mejor de que no se desperdiciara”, dijo a CNN.
Medina es lo que muchos describen en internet como un “cazador de vacunas”, es decir, una persona que acecha una farmacia o un centro de vacunación en busca de los restos.
Estos cazadores de vacunas, alentados por los reportes sobre dosis que se desechan y ansiosos por que se acelere el despliegue en el país, dicen que quieren evitar el despilfarro al recibir la vacuna antes.
Lo ven como una situación de ganar-ganar: se vacunan y una dosis preciada de la vacuna contra el covid-19 no termina en la basura. Pero su ganancia también es un síntoma de la falta de coordinación en el plan de vacunación de Estados Unidos. El despliegue inicial fue mucho más lento de lo esperado, lo que retrasó el plan del presidente Joe Biden de “100 millones de vacunas en 100 días”.
Los pocos afortunados —y privilegiados— que se vacunan antes aseguran que lo que hacen no está mal, aunque ciertamente se siente injusto para quienes no tienen el tiempo ni los recursos para “cazar” su propia dosis.
Como era de esperar, a los cazadores se los ha criticado por “saltarse la fila”. Pero ellos argumentan que lo que hacen es más ético que dejar que las vacunas caduquen.
“Esta podría ser una buena manera de que la gente que no ha podido sortear la pesadilla logística de apuntarse simplemente se presente y la reciba”, dijo Medina.
La caza de vacunas es un ‘arreglo’ frente a la lentitud de la vacunación
Según todos los conteos, el despliegue de la vacunación en Estados Unidos ha sido decepcionante hasta ahora.
La Dra. Leana Wen, analista médica de CNN, explicó en términos aleccionadores durante una entrevista realizada en enero, antes de la toma de posesión de Biden, lo decepcionante que ha sido. Al ritmo actual, dijo, le tomará 10 años a Estados vacunar al 80% de los estadounidenses.
El ritmo actual, un millón de vacunas a la semana, no está ni cerca de lo que se necesita para lograr la inmunidad colectiva en el verano de 2021.
Y a pesar de la demanda de vacunas increíblemente alta, según informes los centros de vacunación de todo el país han desechado dosis valiosas que no fueron administradas a tiempo. (Tanto las vacunas contra el covid-19 de Pfizer como las de Moderna solo duran unas horas sin refrigerar. Las de Pfizer caducan en un periodo de dos horas después de que se sacan los viales del frigorífico y las de Moderna en uno de 12 horas).
Cazar vacunas significa dedicar horas de tu vida, posiblemente días, a esperar una dosis de una vacuna que puede que esté disponible o no. Es un juego de azar. Se necesita tiempo, dinero, contactos y suerte para tener éxito. Pero algunos dicen que merece la pena el esfuerzo que supone.
Brad Johnson, estudiante de Medicina de la Universidad de Tulane, quiso que buscar vacunas fuera un poco más fácil.
Johnson es el administrador de un grupo de Facebook llamado “NOLA Vaccine Hunters” (Cazadores de vacunas de NOLA), en el que los residentes de Nueva Orleans intercambian consejos y comparten pistas sobre las dosis que sobran.
Dijo que se le ocurrió la idea después de que un amigo que vive en Israel le hablara de los grupos de Facebook del país en los que los residentes se informan mutuamente sobre las farmacias que tienen dosis extra.
“Cuando hay un excedente de dosis a punto de vencer, ignoran el esquema de vacunación y se la ofrecen a cualquiera”, dijo a CNN.
Así que, hace unas tres semanas, Johnson creó una herramienta así para Nueva Orleans. El grupo cuenta ahora con cerca de 600 miembros.
Johnson dijo que ha oído hablar de que algunos miembros han conseguido encontrar vacunas sobrantes para ellos mismos o para sus padres.
El grupo de Facebook es el intento de Johnson de corregir lo que calificó como un “mosaico de caos” en el plan de distribución de vacunas de Estados Unidos.
Se proyecta que Estados Unidos alcanzará las 514.000 muertes por covid-19 para el 20 de febrero. Hasta el domingo pasado se habían administrado más de 20 millones de vacunas.
Biden tiene el objetivo ambicioso de que se apliquen “100 millones de vacunas en 100 días”. Todavía está por verse si tendrá éxito, considerando que lleva menos de un mes en el cargo. Algunos funcionarios de la salud creen que su objetivo es demasiado modesto, ya que los casos de covid-19 siguen aumentando sin freno.
El dilema ético frente a los cazadores de vacunas
Debido a que existe una demanda tan alta de la vacuna y que es tan difícil de conseguir, incluso para aquellos que son elegibles, existe una sensación de injusticia cuando personas por lo demás sanas la reciben, aunque técnicamente no estén robando dosis a personas que las necesitan, dijo Melissa Goldstein, profesora asociada de la Escuela de Salud Pública del Instituto Milken de la Universidad George Washington.
“Existe esta sensación de injusticia, aunque no podemos explicar necesariamente por qué”, dijo a CNN Goldstein, quien estudia bioética.
No hay una respuesta única a la pregunta sobre si es ético recibir la vacuna antes, excepto en unas pocas situaciones. Por ejemplo, el médico de Hollywood que dijo a Variety que algunos de sus pacientes ricos y famosos intentaron sobornarle para recibir antes la vacuna contra el covid-19, o el hospital del estado de Washington que invitó a 100 benefactores a apuntarse para recibir la inyección sin importar su lugar en la “fila”.
Sin embargo, lo que hizo la gente en esas situaciones no es comparable a lo que ocurrió la semana pasada en un hospital de Seattle. Allí, el fallo de un congelador dio lugar a que 800 vacunas fueran a desperdiciarse en un periodo de horas. Para impedir que las dosis caducaran, reclutaron receptores a través de las redes sociales.
Y esa situación también es diferente a la de los cazadores de vacunas “emprendedores”, como Medina y Johnson, que buscan las dosis sobrantes.
“¿Podemos decir que el espíritu emprendedor es un error absoluto?”, dijo Goldstein. “Es difícil, porque sí tenemos un sistema capitalista y meritocrático. Animamos a la gente a crear redes, a ser escurridizos, persistentes y decididos a conseguir lo que quieren”, agregó.
También es un privilegio tener el tiempo y los recursos necesarios para pasar horas buscando dosis sobrantes, dijo Goldstein. Si solo las personas que pueden permitírselo son capaces de recibir la vacuna antes de tiempo, las disparidades en la tasa de quiénes reciben la vacuna se agravarán.
Johnson dijo que algunos miembros del grupo de Facebook incluso han cruzado las fronteras estatales para vacunarse.
Algunos viajaron a pueblos rurales de Mississippi, donde los departamentos de salud han tenido problemas para distribuir todas las dosis asignadas porque los residentes dudan sobre vacubarse, dijo.
No es una solución ideal, según él. Pero cuando las “personas motivadas” están dispuestas a vacunarse, aunque no sea en el momento que les asignó su estado, Johnson dijo que cree que deberían hacerlo.
“Estoy a favor de aplicar las vacunas y no dejarlas quietas”, dijo.
Cómo hacer que la vacunación antes de tiempo sea equitativa
La caza de vacunas de Medina duró tres días. La joven pidió a CNN que no revelara su ubicación ni la farmacia donde recibió la vacuna para no bombardearles con posibles “cazadores de vacunas”.
Hubo otros como ella, que pasaron la mayor parte de la tarde esperando.
En un TikTok de ese día que desde entonces se ha visto más de 1,4 millones de veces, se la ve bailando con un portapapeles y llamando alegremente a alguien que sostiene su tarjeta de vacunación. En el llamada cita a Kamala Harris al decir: “¡Lo hicimos, Joe!”.
Su segunda dosis está agendada para finales de febrero.
Medina no tiene reparos sobre su decisión. Trabaja como autónoma en lugar de tener un empleo a tiempo completo, por lo que pudo dedicar el tiempo necesario para vacunarse.
“Realmente estoy en una posición privilegiada socioeconómicamente, en que puedo esperar todo el día para esta vacuna”, dijo. “Esos centros de vacunación tienen que hacer un mejor trabajo y encontrar la manera de vacunar a las comunidades que deben vacunar”, agregó.
Hay algunos métodos, dijo Goldstein, que podrían hacer que las vacunaciones antes de tiempo fueran un poco más equitativas.
Las farmacias de las tiendas de comestibles podrían ofrecer las dosis de vacunas sobrantes a los trabajadores las tiendas. Casi el 40% de ellos son negros, latinos o asiáticos, según datos de la Oficina de Estadísticas Laborales.
Los estadounidenses negros y latinos están recibiendo la vacuna en menor proporción que los blancos. Y como trabajadores esenciales que se relacionan cara a cara con los clientes, necesitan protegerse para continuar con su trabajo.
Algunos centros de vacunación con dosis extra a punto de caducar las llevaron a centros de atención a largo plazo para vacunar a los residentes mayores y al personal. Estas dos poblaciones son consideradas especialmente vulnerables al covid-19.
Y Biden ya ha desvelado una estrategia detallada de lucha contra el covid-19 para sustituir la respuesta chapucera de la administración de Trump. Su plan incluye la creación de centros de vacunación en comunidades de bajos ingresos.
Johnson también está haciendo su parte. Luego de semanas de intentar comunicarse con el Departamento de Salud de Luisiana, dijo que finalmente lo logró. Ahora, contó, está trabajando con los funcionarios de salud del estado para coordinar mejor quién recibe las vacunas sobrantes.
Espera que puedan crear una lista de espera oficial de vacunas que priorice a los trabajadores sanitarios, a las personas mayores y a los trabajadores esenciales.
Por ahora, sin embargo, apoya a quien sea que quiera vacunarse, siempre y cuando de hecho no se salte la fila.