(CNN) –– El objetivo urgente del presidente Joe Biden para enfrentar la pandemia de covid-19 depende en gran medida de persuadir a los estadounidenses a vacunarse lo más rápido posible. También de educar al público sobre el virus. En ese sentido, sus principales asesores han considerado al Super Bowl de este fin de semana como una oportunidad de anotar algunos puntos.
El presidente y la primera dama, Jill Biden, grabaron un mensaje agradeciendo a los trabajadores de la salud, el cual se transmitirá antes del juego. Así lo indicó una fuente familiarizada con los planes. Un funcionario de la administración le dijo a CNN que la Casa Blanca también esperaba usar el evento de este domingo para combatir las indecisión frente a las vacunas. Además de hablar, en especial, a las comunidades rurales negras, latinas y blancas que “no usan mascarilla”, según el funcionario. El Super Bowl es “una oportunidad interesante para llegar a esas tres audiencias”, dijo la fuente.
La Casa Blanca ha estado en contacto con la NFL y otras marcas involucradas en el Super Bowl sobre maneras de integrar mensajes a favor de las mascarillas y las vacunas en el evento con amplia audiencia, dijo un funcionario de la Casa Blanca. Sin embargo, se negaron a dar más detalles sobre el alcance de la colaboración de la Casa Blanca con la liga o con empresas específicas.
Esta estrategia de mensajes en el Super Bowl forma parte de una campaña nacional de gran alcance que el gobierno de Biden intenta desarrollar. El objetivo es instar a un comportamiento responsable y alentar a los estadounidenses a recibir la vacuna contra el covid-19 cuando sea su turno. El proyecto ha consultado a economistas del comportamiento y estrategas de mensajería, dijo un funcionario de la administración. También está monitoreando continuamente las encuestas sobre el tema. Los principales asesores de Biden también han intercambiado ideas sobre personas en las que el público confía, incluidas algunas celebridades. La idea es que las figuras públicas podrían ayudar a difundir su mensaje en el futuro.
Esto ocurre mientras la preocupación abrumadora que Biden ha expresado durante los informes de sus principales asesores de salud se ha centrado en preguntas sobre la velocidad y el alcance de las vacunas contra el covid-19, dijo el funcionario.
“Dímelo directamente. ¿Cuán rápido podemos ir? ¿Cuán rápido podemos conseguir gente?”. Esta fue la manera como el funcionario describió algunas de las preguntas más urgentes que Biden hace a sus principales asesores de covid-19. “¿Cómo podemos llegar a todo el mundo, no solo a las personas fáciles?”, añadió.
Principalmente, Biden adoptó un tono optimista en público la semana pasada cuando dijo que tenía la esperanza de que Estados Unidos pudiera administrar 1,5 millones de vacunas por día en cuestión de semanas. Su objetivo previamente declarado era conseguir 1 millón de inyecciones diarias durante los primeros 100 días de su presidencia. Biden también dijo que cualquiera que quiera una vacuna podrá obtenerla esta primavera. Justamente, un plazo más ambicioso de lo que proyectaron anteriormente algunos de sus principales funcionarios de salud.
En ese momento, sus asistentes insistieron en que el objetivo oficial de la Casa Blanca seguía siendo administrar 1 millón de inyecciones por día. También explicaron que Biden simplemente expresó su esperanza de que hubiera “mayor disponibilidad” de vacunas para la primavera. Un funcionario del gobierno dijo a CNN que el equipo de covid-19 de Biden no planeó que el presidente compartiera públicamente esas aspiraciones específicas.
“Él espera que aumente”, dijo el funcionario sobre la cantidad de vacunas administradas diariamente. “Él está presionando y esperando”.
Para este jueves, más de 35 millones de dosis de la vacuna contra el covid-19 se habían administrado, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés). La agencia también registró que unos 6,9 millones de personas habían recibido dos dosis de la vacuna.
En una sesión informativa pública este miércoles, la Dra. Rochelle Walensky, directora de los CDC, instó a los estadounidenses a ver el partido del domingo de manera responsable.
“Recuerden: independientemente del equipo al que apoyen y el comercial que sea su favorito, miren el Super Bowl de manera segura, reuniéndose solo virtualmente o con la gente con la que vive”, recomendó Walensky.
Por su parte, la NFL ha consultado a funcionarios de salud pública como parte de las preparación para el fin de semana. La liga también anunció un conjunto de protocolos que incluyen el uso obligatorio de mascarillas y el distanciamiento social para evitar la propagación del covid-19 en el juego. También invitó a unos 7.500 trabajadores de la salud vacunados al evento para honrar su trabajo continuo durante la pandemia. Según la NFL, unas 14.500 personas asistirán a través de la admisión general y otros 2.700 fanáticos en las suites del estadio.
“Esperamos de alguna manera que esta iniciativa inspire a nuestro país y reconozca a estos verdaderos héroes estadounidenses”, dijo Roger Goodell, comisionado de la NFL.
Fuentes le dijeron a ESPN que los entrenadores y jugadores de los Buccaneers de Tampa Bay y de los Chiefs de Kansas City serán sometidos a pruebas dos veces al día antes del juego del domingo.
Goodell también le escribió a Biden en una carta este jueves que cada equipo de la NFL pondría su estadio a disposición para la vacunación masiva. El gobierno ha dicho que la implementación de tales sitios de vacunación será una parte importante de su impulso para acelerar el ritmo de la administración de vacunas contra el covid-19.
Joe Lockhart, un veterano del gobierno de Clinton que también fue portavoz principal de la Liga Nacional de Fútbol Americano, dijo que el Super Bowl es un “evento singular” en la cultura estadounidense que brinda una oportunidad única para capturar una audiencia.
“No hay nada igual. No hay otro lugar para vender tus autos o educar al público”, dijo Lockhart. “Por lo tanto, creo que es una gran oportunidad para que la comunidad de salud pública difunda su mensaje, incluida la Casa Blanca”.
La Casa Blanca ha dejado claro durante mucho tiempo que tiene una prioridad máxima en la lucha contra la pandemia. Y se trata de combatir las dudas sobre las vacunas contra el covid-19 abordando las preocupaciones entre los estadounidenses acerca de si son seguras y efectivas.
Ese esfuerzo resulta aún más urgente con las variantes del virus detectadas en el Reino Unido, Brasil y Sudáfrica que han aparecido en Estados Unidos. Los principales funcionarios de salud de Biden enfatizaron en los últimos días que la mejor manera de detener la propagación de las nuevas variantes es vacunar lo más rápido posible.
Otro próximo desafío para el gobierno de Biden es la esperada aprobación esperada de una tercera vacuna en Estados Unidos: la de Johnson & Johnson. Los ensayos clínicos han demostrado que esta vacuna, con una única dosis única, tiene un nivel de eficacia más bajo que las de Pfizer/BioNTech y Moderna. Las cuales ya se administran en EE.UU. De manera que el gobierno ahora intenta moderar el escepticismo potencial sobre si la vacuna de Johnson & Johnson vale la pena.
“Es necesario recibir la vacuna, cuando esté disponible, de la manera más rápida y expedita posible”, dijo esta semana el Dr. Anthony Fauci, asesor médico en jefe de Biden y director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas. “Detienes la replicación (del virus) al vacunar ampliamente… Cuando la vacuna esté disponible para ti, vacúnate”, señaló.
La administración también deberá asegurarse de que en última instancia haya suficiente suministro de vacunas para acelerar significativamente el ritmo de las inyecciones. Específicamente, para cumplir con el objetivo de vacunar por completo a casi toda la población de EE.UU. para fines del verano. o principios del otoño. Biden anunció la semana pasada la compra de 200 millones de dosis más de vacunas.
Tanto Biden como la vicepresidenta Kamala Harris recibieron sus vacunas contra el covid-19 en las últimas semanas frente a las cámaras. Esto en un esfuerzo por ayudar a combatir las dudas sobre las vacunas.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo en una rueda de prensa reciente que muchas celebridades han ofrecido su ayuda para hablar públicamente sobre la seguridad de las vacunas.
“Genial. Damos la bienvenida a eso”, dijo Psaki. “Pero lo interesante de los datos es que los médicos locales y los funcionarios locales ––ya sabes, las personas de la comunidad–– son en las que más se confía. Por lo que realmente estamos tratando de empoderar y poder financiar las comunidades locales para que sean los portavoces que construyan esa confianza”, añadió.
Jeremy Diamond, de CNN, contribuyó a este informe.