Martín Viozcarra. Crédito: ERNESTO BENAVIDES/AFP via Getty Images

(CNN Español) – La crisis sanitaria que la pandemia de covid-19 creó en Perú les ha costado el puesto a cinco ministros de Salud. La revelación del expresidente Martín Vizcarra de que en octubre fue voluntario en las pruebas clínicas de la vacuna del laboratorio chino Sinopharm, entonces en fase 3 de pruebas, puede haber sido la gota que faltaba para que Pilar Mazzetti dejara de ser la quinta ocupante de esa cartera en un año. El sexto ministro de Salud, Óscar Ugarte, prestó juramento en el puesto este sábado.

Vizcarra no había informado haber sido voluntario. En una conferencia de prensa el jueves, dijo que fue uno de los 12.000 voluntarios que participaron en las pruebas de Sinopharm, que en Perú se iniciaron en septiembre bajo la coordinación de la Universidad Cayetano Heredia.

El sábado por la noche, la universidad declaró en su cuenta de Twitter que, en respuesta a una inspección del Instituto Nacional de Salud, la autoridad regulatoria de estos ensayos clínicos, el investigador principal de las pruebas confirmó que ni Vizcarra ni su esposa, Maribel Díaz Cabello, forman parte de los 12.000 voluntarios sujetos de la investigación de Sinopharm en el país.

La respuesta de la UCH llega después de tres días de controversias en torno de si Vizcarra fue voluntario o si en realidad obtuvo su vacuna de un lote reservado para personalidades, además de recibir su inoculación en el Palacio de Gobierno.

En la conferencia de prensa, el exmandatario contó cómo se gestó su participación: “Yo le dije al presidente del Consejo de Ministros: ‘Oye ¿qué te parecería si es que yo me sumo a los voluntarios en esta fase de ensayos, en esta fase experimental? El premier me dijo, presidente no se lo recomiendo, es muy riesgoso’”. Vizcarra agregó: “Finalmente, tomé la decisión valiente, de sumarme a los 12 mil voluntarios”.

En una entrevista con el Canal N, el entonces presidente del Consejo de Ministros, Walter Martos, confirmó el jueves que durante la pausa de una reunión y en presencia de dos o tres ministros, Vizcarra se le acercó y preguntó qué le parecía que fuera parte de los ensayos. Martos le respondió que “no sería conveniente, porque no sabemos los efectos biológicos que pueda tener”.

Martos indicó que eso se habló solo aquella vez y que no había sabido posteriormente si Vizcarra llegó a ser voluntario de los ensayos. “Sí, él tomo una decisión personalísima, porque no ha sido un tema que se ha conversado en gabinete”, agregó.

El sábado, ante una consulta de CNN, Martos ratificó que Vizcarra nunca le informó que hubiera participado en ensayos clínicos ni tampoco que hubiera recibido una “vacuna para consultantes”.

Vizcarra, que dijo haber sido inoculado el 2 de octubre, fue presidente de Perú hasta el 9 de noviembre, cuando lo destituyó el Congreso. A los participantes en esos ensayos no se les informa si reciben la vacuna o el placebo al momento de ser inoculados; tampoco lo saben los médicos a cargo de las investigaciones, tal como han informado a CNN las autoridades de la UCH al inicio de esos ensayos.

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¿Por qué Vizcarra no dio a conocer esta decisión cuando era presidente? Según ha dicho el exmandatario porque, como voluntario, debía mantener la reserva del caso.

Sin mencionar su nombre ni confirmar o negar la participación de Vizcarra, el sábado la Universidad Cayetano Heredia declaró en un primer tuit que todas las personas y entidades vinculadas a un ensayo clínico están obligadas a mantener la privacidad y confidencialidad de los datos de los participantes en las pruebas.

Sin embargo, la universidad señaló que, en circunstancias extraordinarias y con razones justificadas, podrá revelar esos datos confidenciales a la autoridad competente. Toda información relacionada con los participantes, dijo la institución, deberá ser solicitada por el INS. En su tuit de la noche, la UCH confirmó que eso, en efecto, el INS había intervenido.

CNN contactó el sábado al doctor Germán Málaga, investigador principal de estos ensayos y a cargo de la conducción y planificación de las pruebas clínicas, para preguntarle si podía confirmar si Vizcarra fue voluntario o se aplicó la vacuna fuera de los ensayos en el Palacio de Gobierno. Su respuesta fue: “En este momento no lo puedo revelar”.

La conferencia de prensa de Vizcarra del jueves y la renuncia de Pilar Mazzetti el viernes tienen como disparador una información difundida el miércoles en Willax TV por el periodista Beto Ortiz, según la cual el expresidente no habría sido voluntario y habría recibido la vacuna junto a su esposa en el Palacio de Gobierno.

El reportaje de Ortiz incluyó una entrevista con el periodista de investigación Carlos Paredes, autor del libro “El perfil del lagarto. Radiografía de un político con sangre fría”, una semblanza de Vizcarra que se publicará en marzo en Perú.

Paredes dijo a CNN que, según la información que obtuvo, aunque las vacunas estaban disponibles para el personal médico y para quienes participaban en el ensayo clínico, Vizcarra “le pidió directamente a Germán Málaga que lo vacune a él y a su esposa, lo que habría ocurrido el 2 y el 29 de octubre. No hay indicios de que el presidente haya participado como voluntario”. Málaga no respondió a una consulta posterior de CNN sobre ese episodio.

El diario El Comercio reportó el viernes que también había confirmado por sus fuentes, que no identifica, que Vizcarra no fue vacunado como parte de las pruebas clínicas, dentro de las cuales podría haber recibido un placebo, sino que habría sido inyectado con una “vacuna para consultantes”. Bajo esta condición, señaló El Comercio, Vizcarra no habría firmado el consentimiento de forma que suscriben los voluntarios.

Según el Portal de Transparencia del Estado, el Dr. Málaga habría ingresado al Palacio de Gobierno el 2 de octubre, la misma fecha en la que el presidente dice que fue inoculado. Su nombre aparece como número 44 en la lista de visitas al Despacho Presidencial aquel día a las 9:59 de la mañana.

En una entrevista con la cadena de radio y televisión RPP antes de tomarle juramento al nuevo ministro de Salud, el presidente Sagasti dijo sobre la renuncia de Mazzetti y su vinculación con la controversia por la vacunación de Vizcarra: “Esto puede haber sido la gota que rebalsó el vaso, porque no ha sido una cosa puntual; ha sido un maltrato continuo”. Minutos antes, Sagasti había dicho que la ministra había hecho “un esfuerzo extraordinario” y que “todos hemos visto lo agotada, lo cansada que esta y lo injusto que ha sido el tratamiento que se le ha dado, no solo en los medios sino también en el Congreso”.

Sobre la vacunación de Vizcarra, Sagasti dijo que esa era “un tema más” y que él creía que “los temas sobre los que tenemos que conversar ahora en nuestro país, aparte de la vacunación del señor Vizcarra, si lo hizo bien, o lo hizo mal, si hubo un irresponsable o no responsable, tenemos una tarea por delante, llegan 700.000 vacunas esta noche”.

El jueves, la presidenta del Consejo de Ministros, Violeta Bermúdez, y Pilar Mazzetti, quien aún era ministra de Salud, fueron citadas al Congreso para informar sobre el tema de la vacunación de Vizcarra.

Mazzetti, que fue también ministra de Salud de Vizcarra, dijo en el Congreso el mismo jueves que las autoridades no suelen participar en este tipo de ensayos: “Si el señor Martín Vizcarra ha recibido vacuna o placebo, tendrá que haber estado en el ensayo clínico y generalmente no se escoge personas que tengan capacidad de decisión en un ensayo clínico”. Según ella, “alguien que trabaja en un nivel de decisión como el presidente de la República debe abstenerse de trabajar en un ensayo clínico y eso es claro a nivel internacional”. Walter Martos dijo que Mazzetti no estuvo en el pequeño grupo de ministros a quienes Vizcarra les comentó su idea de vacunarse.

El congresista Jim Ali Mamani ha interpuesto una denuncia constitucional contra el expresidente Vizcarra por presunto delito de negociación incompatible o aprovechamiento indebido del cargo.