(CNN) –– Si la industria del entretenimiento realmente quiere que los Golden Globes enmienden su acto, entonces la ceremonia incómoda y llena de fallas técnicas desperdició una oportunidad de oro. Y, a la vez, resaltó los problemas que enfrentan todos los premios en este entorno impactado por la pandemia.
La Asociación de Prensa Extranjera de Hollywood, la organización sin fines de lucro detrás de los premios, reconoció que el reporte en Los Angeles Times sobre su falta de miembros negros ha creado un serio problema de relaciones públicas. Sin embargo, los tres representantes que aparecieron en el escenario este domingo ofrecieron únicamente la promesa más amplia de trabajar para la diversificar sus filas. Y no dijeron nada sobre cuestiones éticas distintas que surgieron con respecto al grupo y otras reformas que se debían hacer mucho tiempo.
FOTOS | Golden Globes 2021: una ceremonia distinta por la pandemia
Además, con algunas excepciones, poco dijeron los ganadores y presentadores sobre el tema. Si estaban tratando de ser respetuoso y no reprender a los anfitriones del evento, fue a expensas de parecer ejemplares. Las estrellas salieron y el espectáculo continuó. Lo que envió un mensaje de que recibir premios supera a otras consideraciones.
Aún así, no abordar adecuadamente el elefante en la sala (en gran parte virtual) fue solo una conclusión del evento mal producido de este domingo. Lo cual quedó en evidencia, teniendo en cuenta que los Golden Globes contaron con cinco meses para construir sobre las condiciones de pandemia. Algo que los Premios Emmy lograron con más éxito.
Esas observaciones tienen implicaciones para otras ceremonias de premios. Principalmente, los Oscar que se avecinan. Y ninguna es especialmente tranquilizadora en el pronóstico de lo que viene después.
Retrasar la fecha de los Golden Globes no funcionó, parte I
En teoría, retrasar los Oscar y otros premios aproximadamente dos meses planteaba la oportunidad de ganar tiempo hacia una mayor sensación de normalidad. Colectivamente podríamos estar más cerca de eso, pero aún no hemos llegado a ese punto.
Aunque los Emmy fueron una novedad interesante, la ausencia de energía cuando las personas están presentes en algo como los Golden Globes socavó la atmósfera. Justamente, estos premios son tradicionalmente celebrados como la “fiesta” libre de la forma en que los Oscar no lo son. Más allá de eso, incluso con todos los anuncios caritativos, algunas personas que alguna vez pudieron haber disfrutado de tal frivolidad, comprensiblemente, no se sienten así en este momento.
Retrasar la fecha de los Golden Globes no funcionó, parte II
Otro beneficio de un cronograma aplazado era que habría más películas para elegir. Pero con muchas cintas de alto perfil retenidas bajo la esperanza de estrenos en cines, el grupo de contendientes es lamentablemente escaso en títulos con gran atractivo comercial. Eso incluye no solo a los nominados a mejor película, sino también con respecto a los Oscar películas taquilleras que podrían haber tenido un buen desempeño en las categorías técnicas.
La respuesta de “¿qué es eso?” está empeorando
Los servicios de transmisión en vivo pueden ser convenientes. Sin embargo, no sabemos cuántas personas ven la mayoría de sus ofertas. Y la abundancia de ellos ha fragmentado aún más a la audiencia, lo que elimina un interés de raíz de muchos espectadores potenciales.
¿Cuántas personas han visto realmente “Nomadland”, la película ganadora al mejor drama en los Golden Globe? ¿O, incluso, la mayoría de los otros nominados? Porque una ceremonia de premios donde la gente piensa “Nomad-¿qué?” es solo un desfile de modas.
¿Es este un problema para solucionar o es la nueva normalidad?
La audiencia de los Oscar ha disminuido ya más de un 40% en comparación hace una década. Los Emmy cayeron a otro mínimo histórico. Las cadenas y grupos como la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas han tratado la disminución de la audiencia como un problema que debe solucionarse. Lo que los ha llevado a buscar alternativas con los anfitriones (o sin anfitriones) y con los formatos.
Pero hay cada vez más razones para creer que esto es solo la nueva normalidad. Es un mundo donde la audiencia se ha dividido de tal manera que lo que alguna vez fueron eventos de atracción masiva ahora son considerablemente menos masivos. Una caída impulsada por una pandemia podría erosionar aún más esos hábitos.
La decisión en ese caso se convierte, por un lado, en si Hollywood debería continuar (quizás infructuosamente) persiguiendo a las personas que han perdido o a quienes simplemente no les importa. O, por otro lado, hacer que estos programas sean lo mejor posible para aquellos a los que sí les importa.
Los homenajes a Jane Fonda y Norman Lear destacaron en los Golden Globes
Ahí hay una lección. Celebrar a los grandes de la industria mientras todavía están aquí no es simple nostalgia. Eso puede dar a estos programas un gancho emocional, al menos entre quienes tienen la edad suficiente para recordar. Algo de lo que a menudo carecen las ceremonias y que es muy necesario dados los límites de un evento virtual.
Los problemas de audiencia van más allá de los premios
No son solo los premios los que lidian con estos problemas. Incluso el Super Bowl lució menos estupendo este año. Lo mismo ocurre con las Finales de la NBA, los playoffs de la NHL y más.
Como señaló Jemele Hill en The Atlantic, se suponía que “la mera presencia de deportes proporcionaría consuelo, y quizás una distracción bienvenida, para las personas que querían escapar de los horrores de la pandemia, al menos momentáneamente”.
Pero, sucedió lo contrario. “En prácticamente todos los deportes, la cantidad de televidentes cayó en picada en 2020. A pesar de que más personas de lo habitual se quedaron en casa”, escribió Hill.
Los premios parecen seguir el mismo guión. Eso no significa que el juego haya terminado, pero sí ha cambiado. Y de una manera que, por ahora, parece cada vez más una propuesta sin salida.