(CNN) –– El gobierno de Joe Biden se apresura por encontrar espacio para el número creciente de familias y niños migrantes no acompañados que cruzan solos la frontera entre Estados Unidos y México. Lo que puede incluir abrir más instalaciones temporales y proporcionar fondos federales para pruebas de covid-19.
“Detenemos a más niños de los que podemos liberar”, dijo a CNN un alto funcionario de Seguridad Nacional. “Hay muchas discusiones sobre a quién liberar para abrir espacio a estos niños”.
“No estamos manteniendo el ritmo”, sostuvo un funcionario del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés), en referencia a la capacidad de la agencia para cuidar a los niños migrantes no acompañados.
La Patrulla Fronteriza tenía este martes más de 1.300 niños bajo custodia en espera a que el HHS los ubicara, dijo a CNN una fuente con conocimiento. Esa cifra implica un aumento de aproximadamente 300 personas con respecto al día anterior, según la fuente.
El HHS se encarga del cuidado de los niños migrantes no acompañados hasta que sean ubicado con un patrocinador, como un padre o un familiar, en EE.UU. Sin embargo, debido a la pandemia y las precauciones para evitar la propagación del covid-19, el departamento sólo puede utilizar un poco más de la mitad de las camas que tiene para niños. Eso significa que la capacidad está en un 94%.
El secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, admitió este lunes que el gobierno enfrenta un desafío en la frontera sur de Estados Unidos. Justamente, mientras intenta establecer nuevas políticas y administrar el flujo de migrantes.
“Es un desafío estresante. Es por eso que, francamente, trabajamos tan duro como lo hacemos. No solo para abordar la urgencia del desafío, sino también en el desarrollo de la capacidad para gestionarlo”, señaló Mayorkas desde la Casa Blanca. Y agregó que la administración de Trump “destruyó” el sistema de inmigración de Estados Unidos.
Los funcionarios de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) son los primeros en entrar en contacto con los niños que cruzan solos la frontera de Estados Unidos. Tras quedar bajo la custodia de la Patrulla Fronteriza, los menores no acompañados son entregados al Departamento de Salud.
En enero, CBP detuvo a más de 5.800 niños no acompañados y casi 7.500 familias en la frontera entre Estados Unidos y México, según los datos mensuales más recientes de la agencia.
Para ampliar la capacidad, la CBP abrió una estructura “blanda” en Donna, Texas, y está construyendo otra en Eagle Pass, Texas. Además, se consideran al menos otras cuatro instalaciones “blandas”, aunque no se han definido los lugares, según un alto funcionario del Departamento de Seguridad Nacional. También se han desplegado agentes adicionales de la Patrulla Fronteriza para ayudar con el procesamiento.
“Los niños no acompañados están aumentando en todos los ámbitos”, dijo un alto funcionario de la CBP. “Todos los lugares de espera están llenos, hay un retraso constante”, añadió.
Fondos para las pruebas de covid-19
A lo largo de la pandemia, Estados Unidos ha utilizado una ley de salud pública que permite que los funcionarios fronterizos rechacen a migrantes detenidos en la frontera sur. Recientemente, México dejó de aceptar la devolución de algunas familias. Una nueva ley en ese país, junto al distanciamiento social en los centros de detención de EE.UU., creó una falta de espacio para los migrantes. En ese sentido, esta situación ha obligado a los funcionarios de CBP a liberar familias en Estados Unidos.
En el sur de Texas, la ciudad de McAllen solicitó al estado miles de pruebas de covid-19 para los migrantes que son liberados. Un refugio local, dirigido por Caridades Católicas, administra las pruebas. El gobierno de Biden considera basarse en eso para proporcionar ayuda federal.
Un plan que se discute es otorgar fondos de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) a las localidades. Esto con el objetivo de que adquieran pruebas de covid-19 y las distribuyan a migrantes liberados, según el alto funcionario de Seguridad Nacional.
CNN se acercó al Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) para obtener comentarios.
Pero esa sigue sin ser la solución para los niños no acompañados que no pueden ser liberados sin un patrocinador, como un padre o un familiar.
Alternativas para acelerar el proceso de los niños migrantes
Para acelerar el proceso, el DHS explora ubicar al personal del Departamento de Salud en estaciones de la Patrulla Fronteriza. De manera que se pueda empezar de inmediato el proceso de ubicación y determinar si un niño tiene un pariente en EE.UU., explicó Mayorkas este lunes. Y calificó la propuesta de “reingeniería” del proceso.
“Es una idea que se considera. Pero hay una serie de complejidades que queremos asegurarnos estamos haciendo bien”, dijo el funcionario del Departamento de Salud.
Un alto funcionario de la CBP, que apoya el plan propuesto, dijo que tener personal del Departamento de Salud en las instalaciones podría ayudar a disminuir el tiempo de demora en la comunicación entre agencias. Y, por ende, acelerar el proceso de mover a los niños de la custodia de la Patrulla Fronteriza. Existe un proceso similar con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) para facilitar la transferencia de adultos a la custodia de esta agencia.
También hay un esfuerzo aparte por acelerar la investigación de los patrocinadores para niños. El Departamento de Salud trabaja en un sistema de tecnología de datos que actualizaría la información en tiempo real y se conectaría con el FBI para verificaciones de antecedentes. Lo que reduciría horas, si no días, este proceso sin tomar atajos, dijo el funcionario del HHS.
Se espera que el sistema se implemente este verano. Sin embargo, los datos ya se están utilizando para ayudar a dar de alta a los niños más rápidamente, agregó el funcionario.
Pero, hasta que un niño sea entregado a un patrocinador, el Departamento de Salud aún tiene que encontrar espacio para ubicarlo en su red de refugios. Con el objetivo de cumplir eso, la agencia está ajustando sus pautas, en coordinación con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés). La propuesta es poner más camas disponibles al flexibilizar algunas de las precauciones implementadas antes de la pandemia. Eso incluye el uso de doble máscara, alentar al personal a vacunarse y sumar más pruebas de detección. Además de agrupar a los niños para permitir que más de uno en una habitación y poner en pie más instalaciones autorizadas.
“[Estamos] asegurándonos de que estamos implementando una buena política de salud pública. Pero, no de una manera que vaya en exceso y luego ponga a los niños en mayor riesgo de covid-19 y otras preocupaciones de bienestar infantil en las estaciones de la Patrulla Fronteriza”, dijo el funcionario del HHS.
Cuando se le preguntó si se considerando otra instalación de desbordamiento, el funcionario dijo que aún no se han tomado decisiones. Sin embargo, agregó que “estamos analizando todas nuestras opciones”. El Departamento de Salud abrió recientemente una instalación en Texas para dar cabida a los niños recién llegados.
“El flujo a través de la frontera está aumentando drásticamente. lo que se convertirá en un problema grave. Aún no estamos allí, pero si las tendencias son indicadores, no vamos en una buena dirección”, dijo el funcionario de la CBP.