(CNN) – El presidente Joe Biden conemoró un año de la pandemia de covid-19 que arrasa el país con su primer discurso en horario de máxima audiencia. Fue un discurso en el que mezcló cifras concretas sobre la distribución de vacunas con llamamientos a la unidad y una creencia profundamente arraigada en el poder de Estados Unidos para superar cualquier desafío.
Mis conclusiones del discurso de Biden, que duró poco más de 20 minutos, están a continuación. No están en otro orden que en el que las anoté mientras miraba el discurso.
1. Donald Trump fue el que cavó el hoyo
Biden no mencionó a su predecesor por su nombre, pero especialmente en los primeros momentos de su discurso, quedó muy claro que el actual presidente echó gran parte de la culpa de las dificultades del país frente a la pandemia de coronavirus a los pies del último presidente.
“Hace un año, nos golpeó un virus que se encontró con el silencio y se propagó sin control, negaciones durante días, semanas y luego meses”, dijo Biden en un momento. “Eso provocó más muertes, más infecciones, más estrés y más soledad”.
En otro momento, Biden se quitó la mascarilla y expresó su asombro de que se hubiera convertido en una especie de declaración política.
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2. El regreso de la empatía
Biden hizo un solo gesto en el discurso que demostró la empatía con la que opera frente a las vidas perdidas por esta pandemia. Sacó una tarjeta del bolsillo de su chaqueta, que dijo que lleva consigo donde quiera que vaya, y leyó el número exacto y actualizado de estadounidenses que han muerto a causa del coronavirus. (Ese número es más de 527.000).
Sí, por supuesto, Biden hizo eso para lograr un efecto dramático. Pero funcionó. Y transmitió la idea de que este es un líder que mantiene a quienes han muerto por la pandemia cerca de su corazón, literalmente.
También proporcionó un contraste no tan sutil con la politización abierta de Trump del virus y aquellos que sucumbieron a él.
3. En guerra con el virus
En el lenguaje que eligió, y las comparaciones que hizo, Biden claramente quería que los estadounidenses entendieran que estamos en guerra contra el covid-19. Dijo que el país estaba en “pie de guerra”. Señaló que el covid-19 ahora había matado a más estadounidenses que la Primera Guerra Mundial, la Segunda Guerra Mundial y la Guerra de Vietnam juntas.
Incluso al citar Adiós a las armas –“muchos son fuertes en los lugares rotos”– Biden estaba invocando la novela de Ernest Hemingway sobre la Primera Guerra Mundial.
El mensaje era claro: este no es un enemigo con el que Estados Unidos está acostumbrado a luchar. Sin embargo, es un enemigo, y la necesidad de sacrificio y unidad es tan grande como lo era cuando Estados Unidos luchaba contra las potencias del Eje.
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4. La verdad es importante
Una vez más, siguiendo el punto 1, Trump no fue mencionado por su nombre en este discurso, pero estaba en todas partes. “Sabemos lo que tenemos que hacer para vencer a este virus; decir la verdad, seguir a la ciencia, trabajar juntos”, dijo Biden en un momento, una reprimenda directa al rechazo de Trump a los hechos y la ciencia sobre el coronavirus durante el transcurso de su campaña en 2020.
“A ustedes no se les debe nada menos que la verdad”, dijo Biden en otro momento.
E incluso mientras sonaba una nota mayormente optimista sobre un regreso a la normalidad –más sobre eso a continuación– Biden fue abierto y transparente respecto a que las cosas podrían cambiar de dirección, que existen variantes del virus y que si no se siguen las prácticas de mitigación adecuadas podríamos estar en otra oleada.
5. U-N-I-D-A-D
En el momento más notable de la noche, el presidente de Estados Unidos miró fijamente al lente de la cámara y le dijo al pueblo estadounidense: “Los necesito”. Luego volvió a decirlo: “Los necesito”. (Scott Wilson de The Washington Post lo calificó como “el llamado más memorable e inusual en los discursos presidenciales en horario de máxima audiencia”).
Una y otra vez en el discurso, Biden habló sobre el poder del “nosotros” para superar el covid-19. Habló de la necesidad de encontrar un “propósito común”. Dijo que “vencer este virus y volver a la normalidad depende de la unidad nacional”. Y “necesito que todos los estadounidenses hagan su parte”.
La idea de que Estados Unidos se uniera para hacer esto contrastaba con la presidencia de Trump, en la que el 45° presidente buscó, desde el coronavirus hasta la inmigración y la raza, enfatizar lo que nos divide en lugar de nuestra humanidad común.
“Estos son los Estados Unidos de América y no hay nada que no podamos hacer cuando lo hacemos juntos”, dijo Biden en los momentos finales de su discurso.
6. Marcar el 4 de julio en el calendario
Biden dijo que para el Día de la Independencia, “hay una buena posibilidad… de que podrán reunirse y hacer una comida al aire libre o una barbacoa en su patio trasero”.
¡Nunca sonó mejor pasar el rato en mi patio trasero con algunos amigos en un día de verano sofocante en Washington!
Como señaló Craig Melvin de NBC: “Bueno, parece que el 4 de julio, Día de la Independencia, adquiere un nuevo significado. Ahora es un meta”.
Eso es exactamente correcto. El 4 de julio es ahora el día, o alrededor del día, en que el país comenzará a volver a algo parecido a la normalidad, al menos según Biden. Ahora necesita cumplir con esa promesa o tendrá la fecha colgada del cuello como un ancla política, como la ridícula promesa de Trump de que comenzaríamos a volver a la normalidad el domingo de Pascua de 2020.
7. “La esperanza es algo bueno, tal vez lo mejor de todo”
Esa línea, dicha por Andy Dufresne (Tim Robbins) a Red (Morgan Freeman) en “The Shawshank Redemption” siguió apareciendo en mi cabeza durante el discurso de Biden. (¡Tal vez sea porque “Shawshank” era tendencia en Twitter casi al mismo tiempo que habló Biden!).
Biden usó su discurso, sí, para detallar las pérdidas que hemos sufrido, singular y colectivamente, por el covid-19. Pero también señaló hacia un futuro esperanzador que está a nuestro alcance mientras continuemos trabajando juntos.
“Hay esperanza, luz y días mejores por delante”, dijo Biden cerca del final del discurso, y la imagen que me vino a la mente fue Red caminando por esa playa en Zihuatanejo mientras Andy trabaja en su bote. Qué hermoso momento.