(CNN) – Brasil se adelanta en la carrera que nadie quiere ganar.
En el último mes, el país superó una serie de hitos sombríos, estableciendo en repetidas ocasiones nuevos récords de cantidad de muertes diarias por covid-19. La semana pasada alcanzó otro máximo: 12.818 muertes nuevas y más de 464.000 casos nuevos, según las cifras de la Universidad Johns Hopkins. Estas cifras son signos de una propagación que supera incluso la de Estados Unidos, el único país del mundo al que la pandemia afectó más en números absolutos.
En las afueras de Sao Paulo, la crisis está poniendo patas arribas el Hospital de Emergencias Dr. Akira Tada. En tiempos normales, los médicos estabilizaban a los pacientes en estado crítico y los enviaban desde este pequeño hospital a otros más grandes y mejor equipados con unidades de cuidados intensivos.
Pero estos no son tiempos normales. Pocos hospitales tienen espacio para recibir a pacientes nuevos ahora, incluso en el estado más poblado y más rico de Brasil.
Cuando Dineia Martins Firmino, de 76 años, ingresó al hospital a comienzos de marzo, los doctores la intubaron y le dijeron a la familia que tenía que ser trasladada de manera urgente a una UCI para recibir un tratamiento más sofisticado, según su nieta Pamela Rivippi, de 30 años.
Nunca logró salir de la lista oficial de solicitudes de transferencia que lleva el Gobierno. “No apareció ninguna vacante en el momento en que lo necesitaba y terminó muriendo el sábado”, dijo Ravippi. “Hicimos el funeral el domingo”, explicó.
Camas de UCI a tope y riesgo de escasez de oxígeno
La nueva ola feroz de coronavirus que se cobró la vida de Firmino está inundando las camas de cuidados intensivos en Sao Paulo y en todo el país.
Hasta el domingo, 21 estados y el distrito federal tenían una tasa de ocupación de las UCI por encima del 80%. De este total, 14 estaban al borde del colapso con una ocupación superior al 90%.
En el estado de Rio Grande do Sul, ubicado al sur, las UCI están tan sobrecargadas que el hospital más grande que trata a pacientes con covid-19 en Porto Alegre, la capital estatal, informó que domingo que se vio obligado a no admitir nuevos pacientes.
“El ala de UCI para pacientes con covid-19 del hospital ya atiende con el 132% de ocupación”, dijo la gerencia del Hospital das Clinicas de Porto Alegre en un comunicado.
Con las salas abarrotadas aumenta la demanda de oxígeno y otras necesidades básicas.
Hacia el norte, el estado de Rondonia tiene un 97,6% de ocupación de las UCI y la Oficina del Fiscal General advirtió que los suministros locales de oxígeno podrían agotarse en solo dos semanas.
El estado enfrente un “riesgo inminente de escasez de oxígeno”, decía la carta, un recordatorio de una crisis que vivió anteriormente la ciudad de Manaos, capital del estado de Amazonas, donde los hospitales se quedaron sin oxígeno y las consecuencias fueron letales.
El Gobierno federal, que enfrenta críticas a su gestión de la pandemia (incluidas las del expresidente Lula da Silva), ha apuntado a una variante local del coronavirus nueva y posiblemente más contagiosa, que se está propagando por el país e incluso en el extranjero.
Sin embargo, los expertos también culpan de la propagación del covid-19 en Brasil al hecho de que los brasileños no siguen las pautas de uso de mascarilla y distanciamiento social, alentados por el presidente Jair Bolsonaro, quien desestima las medidas de precaución por considerarlas peligrosas para la economía y la estabilidad social. En Sao Paulo, al mismo tiempo, las autoridades hacen redadas en lugares de ocio nocturno para dispersar reuniones de cientos de personas, informó Reuters.
Avanza lento la vacunación contra el covid-19 en Brasil
Mientras tanto, a pesar de tener un historial sólido en los programas de vacunación, el despliegue de las inyecciones contra el covid-19 en Brasil ha sido lento. Solo el 1,4% de la población está completamente vacunada hasta ahora.
El ministro de Salud Pazuello, quien se encuentra bajo investigación por el manejo de la crisis en Manaos, estimó recientemente que en marzo habría disponibles entre 22 y 25 millones de dosis. Se trata de un descenso pronunciado en comparación a estimaciones anteriores que apuntaban a que habría hasta 46 millones de dosis disponibles este mes.
El ministro de Salud de Brasil, Pazuello, quien actualmente está bajo investigación por su manejo de la crisis de Manaos, estimó recientemente que en marzo estarían disponibles de 22 a 25 millones de dosis, una fuerte caída de las predicciones anteriores de que hasta 46 millones de dosis de vacunas estarían disponibles en este momento. mes.
El Gobierno federal está negociando nuevos acuerdos para la adquisición de vacunas, incluida una orden de compra para la Sputnik V que fabrica Rusia. Sin embargo, por ahora persiste la escasez. En Rio de Janeiro los funcionarios ya tuvieron que suspender la aplicación de primeras dosis. El alcalde Eduardo Paes dijo que van a retomar la campaña cuando haya más vacunas disponibles a través del Ministerio de Salud.
La Justicia interviene para garantizar traslados a UCI
En un contexto de miles de muertes diarias, cada hora que pasa significa vidas que se pierden.
Este mes, en un período de cinco días una docena de pacientes con covid-19 murieron en el Hospital Dr. Akira Tada, según funcionarios del centro. Todos estaban en lista de espera para ser trasladados a una UCI.
La Dra. María Dolores da Silva, médica de emergencias en el hospital, nunca vio algo como esto. Con 42 años en el sistema de salud pública de Brasil, no suele derrumbarse al hablar de su trabajo, pero en una entrevista con CNN inclinó la cabeza y se puso a llorar al pensar en las pérdidas por el covid-19 en Brasil.
“Psicológicamente nos afecta”, dijo la Dra. da Silva. “Por mucho que queramos ser fuertes, los sentimientos afloran por tanto sufrimiento que vemos”, explicó.
Un tribunal local intervino recientemente y ordenó que se pongan a disposición al menos 17 camas de UCI para quienes esperan ser trasladados. El tribunal señaló las estadísticas públicas del estado de Sao Paulo, que afirman que aproximadamente el 10% de las camas de UCI de la región todavía están disponibles. El estado enfrenta una multa de US$ 6.000 por cada día que no proporciona camas a esos pacientes con covid-19 en Brasil.
Sin embargo, docenas de pacientes más del Hospital D. Akita Tada esperan a ser trasladados para recibir tratamiento. El domingo por la mañana falleció el paciente número 13 en espera.
Hasta el domingo por la noche, ninguno de los pacientes restantes había sido trasladado.
Los periodistas Rodrigo Pedroso, Marcia Reverdosa y Matt Rivers de CNN reportaron desde Sao Paulo. Caitlin Hu de CNN reportó desde Nueva York.