(CNN) – Un hombre armado se paró junto a un anciano al que había disparado en el estacionamiento de King Soopers y disparó más balas contra la víctima mientras el personal de la tienda observaba con horror.
Los empleados y algunos compradores huyeron por las escaleras de la tienda de Boulder, Colorado, para esconderse en la trastienda mientras el sospechoso deambulaba por el supermercado, según una declaración jurada para una orden de arresto. La policía recibiría múltiples llamadas ese día informando que un hombre había abierto fuego.
Las primeras llamadas se reportaron a las 2:30 pm hora local, según la policía. A las 3:28 pm se acabó.
Y lo que era un día normal de recados y quehaceres en un pueblo de Colorado quedó destrozado para siempre. Mientras que algunos compradores y empleados lograron esconderse aterrorizados, diez personas fueron asesinadas a tiros por un atacante solitario.
Las víctimas del lunes, incluido el gerente de una tienda y un agente de policía, fueron Denny Stong, de 20 años; Neven Stanisic, 23; Rikki Olds, de 25 años; Tralona Bartkowiak, 49 años; Suzanne Fountain, 59 años; Teri Leiker, 51 años; Eric Talley, agente de policía de Boulder, de 51 años; Kevin Mahoney, 61 años; Lynn Murray, 62 años; Jody Waters, 65 años.
Un sospechoso, Ahmad Al Aliwi Alissa, de 21 años, fue detenido el día del tiroteo y enfrenta 10 cargos de homicidio en primer grado. Su primera comparecencia ante el tribunal está programada para el jueves por la mañana.
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Dentro de King Soopers, la técnica de farmacia Maggie Montoya escuchó el primer disparo y vio a todos a su alrededor dispersarse, le dijo a Anderson Cooper de CNN. Se escondió debajo de un escritorio mientras una farmacéutica sostenía una silla contra la puerta. Escuchó una serie de disparos y gritos, pero luego silencio, solo roto por la música de la tienda y el timbre de los teléfonos.
Sonaba como si el pistolero estuviera justo afuera de su puerta cuando lo escuchó decirle a las autoridades: “Me rindo. Estoy desnudo”.
El sospechoso se había quitado toda la ropa hasta los pantalones cortos y estaba sangrando por una herida de bala “de lado a lado” en la pierna cuando se entregó a la policía, según la declaración jurada.
Aunque el sospechoso está detenido, los residentes y funcionarios de Colorado deben lidiar con la violencia que ha afectado a la comunidad en la que se sentían tan seguros.
“Aquí es donde todo el mundo va a comprar comestibles”, dijo el gobernador, Jared Polis. “Nunca se te pasó por la cabeza que ese viaje al supermercado podría ser tus últimos momentos en la tierra”.
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Preguntas que quedan
El tiroteo en Boulder, que se produce menos de una semana después de que ocho personas murieran en tiroteos en tres balnearios del área de Atlanta, ha avivado el miedo y la confusión.
“Prometo que todos los aquí presentes trabajaremos incansablemente… para asegurarnos de que el asesino rinda cuentas absoluta y totalmente por lo que hizo”, dijo el martes el fiscal de distrito del condado de Boulder, Michael Dougherty, en una conferencia de prensa.
El motivo de los asesinatos de Boulder, uno de varios tiroteos masivos en Estados Unidos durante la semana pasada, no se conoce de inmediato.
No había indicios de consumo de alcohol o drogas, decía la declaración jurada.
En el tiroteo se usó una pistola estilo AR-15, modificada con un brazo ortopédico, dijo a CNN una fuente de alto rango de las fuerzas del orden público bajo condición de anonimato. Una búsqueda en la casa del sospechoso reveló otras armas, dijo la fuente.
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“Una fotografía de los artículos que el hombre se quitó en la escena incluía un chaleco táctico verde, un rifle (posiblemente AR-15), una pistola semiautomática, un par de jeans y una camisa de manga larga de color oscuro. Había mucha sangre alrededor los artículos”, decía la declaración jurada.
El sospechoso no respondió a las preguntas de los agentes sobre otros sospechosos, pero pidió hablar con su madre, según la declaración jurada.
Padres, un agente y una voluntaria entre las víctimas
Testigos dijeron a los despachadores que vieron al agresor disparar contra la policía, dice la declaración jurada. Los agentes habían intercambiado disparos con Alissa en la tienda, dijo la jefa de policía Maris Herold.
Los policías escribieron que Talley, el primer agente en la escena, estaba caído y los agentes SWAT tuvieron que sacarlo a rastras, según la declaración jurada. Informaron que Talley tenía una herida de bala en la cabeza.
Talley, padre de siete hijos de entre 5 y 18 años, una vez tuvo una profesión diferente y “no tenía que dedicarse a ser policía, pero sintió una vocación superior”, dijo Herold el martes.
“Se preocupaba por esta comunidad … y estaba dispuesto a morir para proteger a los demás”, dijo.
Otra de las otras víctimas, Rikki Olds, era gerente en la tienda, le dijo su tío, Bob Olds, a CNN.
Ella era una “joven fuerte e independiente” que fue criada por sus abuelos, dijo. “Ella era tan enérgica y carismática y era una luz brillante en este mundo oscuro”.
Denny Stong era un “joven sabio”, según su compañero de trabajo Logan Ezra Smith.
“Él y yo éramos grandes partidarios de la Segunda Enmienda y íbamos a disparar los fines de semana”, dijo Smith. “Extrañaré su sonrisa y su risa, pero también su honestidad. Él te ponía en tu lugar”.
Suzanne Fountain “fue una persona que toda su vida realmente consistió en hacer servicio, ayudar a los demás”, le dijo su amiga de mucho tiempo, Helen Forster, a Erin Burnett de CNN.
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Forster dijo que conoció a Fountain durante una producción de teatro comunitario a fines de la década de 1980 y luego la contrató para trabajar en su organización sin fines de lucro, donde Fountain trabajó durante 17 años.
“Ella sería la primera persona que la gente vería cuando entrara por la puerta del edificio sin fines de lucro que operamos, y ella simplemente se ocuparía de todos. Era tranquila y tranquilizadora cuando las cosas eran estresantes”, dijo Forster.
Konstantin Toropin, Alisha Ebrahimji, Steve Almasy, Paul P. Murphy, Blake Ellis, Whitney Wild, Melissa Gray, Keith Allen y Joe Sutton de CNN contribuyeron a este informe.