(CNN Español) – La vida de Raúl Reeves dio un giro con la pandemia del covid-19. Ahora su lugar de trabajo está a 100 metros de la playa y a cientos de kilómetros de su natal Chile. La emergencia por el covid-19 lo obligó a cerrar las oficinas de su emprendimiento en mercadeo en ese país y a trabajar de forma remota. Así empezó un cambio en su estilo de vida que lo trajo en enero a Costa Rica por un mes y ya lleva casi tres.
Costa Rica está en la mira de quienes, en medio de la pandemia, prueban una nueva modalidad que combina trabajo y turismo. Son los llamados nómadas digitales que le apuntan a nuevos destinos para trabajar de forma remota, pasear y hacer amistades. En este país existe incluso un proyecto en el Congreso, que le otorgaría beneficios a este tipo de trabajadores remotos.
De Chile a Costa Rica
Reeves ha viajado por distintos lugares de Costa Rica con la computadora, su inseparable compañera, conectándose a ciertas horas para trabajar por lo que se considera un nómada digital, dividiendo el tiempo entre el trabajo y lo que le gusta hacer. Este chileno de 37 años destaca además de las playas costarricenses, la calidez de la gente. “Si te gusta la naturaleza, el surf, yoga, los parques, es un lindo destino”.
Las personas con este estilo de vida se mueven entre ciudades de un mismo país y también entre países, con la posibilidad de hacer teletrabajo cerca de los lugares que más les gusta.
Reeves se hospeda en hoteles de una cadena que le apuesta a los nómadas digitales, con espacios de coworking o compartidos. Su pasión por el surf lo tiene ahora en Jacó, en el Pacífico Central de Costa Rica, donde divide el día entre el trabajo, el descanso y las nuevas amistades, “qué rico trabajar así, con este clima, con estas olas”, dice Reeves.
“No sé cuando voy a regresar”
En ese ir y venir entre trabajo y diversión también se encuentra Tabitha Ostrout, una estadounidense de Carolina del Norte que llegó hace una semana a Costa Rica y no sabe cuándo va a regresar. Dice que en el momento en que su oficina cerró, se podía trabajar desde la casa, y que “casa” se puede considerar cualquier lugar, desde su dormitorio de regreso a Carolina del Norte o en Costa Rica. “Tomar un descanso del trabajo aquí, significa hacer yoga con la maravillosa sensación del mar a unos metros, o en la misma playa”.
Según el ministro de turismo Gustavo Segura, el país tiene un gran potencial para colocarse entre los favoritos de los nómadas digitales, lo que significa estadías más largas y mayor aporte a la economía del país. “En la situación actual en que la recuperación del turismo podría extenderse por tres años más, este segmento de nómadas digitales es clave para el sector.”
Según el Instituto Costarricense de Turismo (ICT), de aprobarse un proyecto de ley en la Asamblea Legislativa, el nómada digital obtendría, entre otros beneficios, un permiso de permanencia por un año prorrogable por otro más, la posibilidad de abrir cuentas bancarias y usar la licencia de conducir de su país de origen.