(CNN Español) – Con un programa mundial de vacunación en marcha y tras un año de confinamientos y medidas de distanciamiento por la amenaza de contagio por covid-19, muchos países han propuesto implementar un “pasaporte de inmunidad” para aquellos que estén vacunados.
La propuesta no es bien recibida por algunos, que citan preocupaciones por el acceso desigual a las vacunas e incluso porque aún es muy pronto para saber si una persona vacunada es totalmente inmune al virus y cuánto dura esa inmunidad.
¿En qué consiste?
Un “pasaporte sanitario”, “pasaporte de inmunidad” o “pasaporte covid” es un documento emitido por las autoridades de un país donde se certifica que la persona portadora ya ha sido vacunada, como en el caso de Israel, que utiliza un pasaporte verde que les permite acceder a estadios, teatros o piscinas, sólo a quienes hayan sido inoculados.
Los israelíes pueden llevar el ‘pase verde’ en su celular o como documento físico. En la entrada de los lugares que exigen este certificado, se escanean los códigos QR. (Crédito: JACK GUEZ / AFP/ Getty Images)La medida, por supuesto, genera controversia, pero otros países van por este camino.
Corea del Sur lanzará un sistema de certificado de vacunación de aplicación para teléfonos inteligentes este mes, según dijo este jueves el primer ministro Chung Sye-kyun.
El gobierno desarrolló la aplicación para impulsar la economía al facilitar la actividad diaria de los vacunados. “Espero que tal vez pueda usarse para viajes de negocios al extranjero o para viajes”, agregó Chung.
Chung señaló que el uso internacional de dicho sistema, incluidas las burbujas de viaje, aún se encuentra en una fase inicial de investigación.
Dinamarca es otro de los países que ha anunciado implementará un “pasaporte covid”, en medio de una necesidad de reabrir parte de su economía congelada por la pandemia y reabrir las fronteras a viajeros extranjeros que ya hayan sido inoculados.
Existen al menos cuatro soluciones listas para usar basadas en general en dos tipos de tecnología. Uno de ellos basado en servidores en la nube remotos donde la información se almacena a granel. El otro usa blockchain, un sistema más complicado que podría ser mejor para proteger la privacidad.
Pero dado que los datos médicos personales son tan sensibles, es una decisión complicada. Es por eso que muchas naciones europeas cubiertas por estrictas leyes de privacidad de la Unión Europea parecen desesperadas por que alguien más vaya primero.
https://edition.cnn.com/travel/article/covid-19-vaccination-passports-denmark/index.html
“Pasaportes sanitarios”, una idea “éticamente riesgosa”
La emisión de los llamados “pasaportes covid” o “pasaportes sanitarios” no tiene hasta el momento gran aceptación, y no muchos piensan que es buena idea.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) se ha pronunciado sobre los pasaportes de inmunidad natural (que se obtiene tras contagiarse) y los desaconseja citando la falta de evidencia de que “las personas que se han recuperado de covid-19 y tienen anticuerpos estén protegidas de una segunda infección”. En el pasado la OMS señaló que esos certificados puede hacer que la gente “ignore los consejos de salud pública”, por lo que pueden “aumentar los riesgos de transmisión continua”.
A mediados de marzo de 2021, sin embargo, habló sobre los certificados de vacunas. La OMS dijo estar trabajando en un “certificado digital inteligente”, que según el director de la OMS en Europa, Hans Kluge, es diferente a un “pasaporte de vacuna”.
“Recomendamos encarecidamente, como con cualquier vacuna, que haya una documentación, ya sea en papel o preferiblemente digital. Y es por eso que la OMS está trabajando en un certificado digital inteligente”, dijo Kluge.
“Pero esto es algo diferente a un pasaporte. En esta etapa, no recomendamos que vacunarse sea lo que determine si puede viajar internacionalmente o no. No debería ser un requisito”, dijo Kluge.
La Dra. Jennifer Nuzzo, investigadora principal del Centro Johns Hopkins para la Seguridad de la Salud, le dijo al columnista de CNN David A. Andelman, que la propuesta podría golpear más a países de bajos ingresos.
“Es una propuesta éticamente riesgosa dadas las profundas disparidades en las que los países tienen acceso a las vacunas covid”, dijo Nuzzo. “Exigir un pasaporte de vacunas sería imponer una sanción a los países que no han podido obtener las vacunas. Esta sanción la sentirán más los países de bajos ingresos, ya que los países de altos ingresos son los que tienen mayor acceso a las vacunas”.
“Pasaporte de vacunación” en la Unión Europea
Los comentarios del director de la OMS en Europa llegan en un momento en que la Comisión Europea reveló su intención de expedir un “Certificado digital verde” o pasaporte de vacuna, para permitir la movilidad libre entre los países de la Unión Europea durante la pandemia.
El Certificado digital verde de la Unión Europea será válido en todos los Estados miembros de la UE, así como en Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza. Utilizará un código QR con firma digital para protegerse contra la falsificación. Será emitido por hospitales, centros de pruebas o autoridades sanitarias, pero los datos deberían ser verificables en toda la Unión Europea a través de un enlace digital.
Para Kluge, existen un par de razones por las cuales un pasaporte de vacuna no es una buena idea:
Primero una razón ética: “Hay una escasez global de vacunas. Entonces esto aumentaría las inequidades, y si hay algo que aprendimos de la pandemia de covid-19, es que las personas vulnerables fueron golpeadas de manera desproporcionada”.
En segundo lugar, dijo, hay una razón científica: “Todavía no estamos seguros de cuánto dura la inmunidad” y si las personas que han sido vacunadas aún pueden transmitir la infección. Pfizer anunció esta semana que su vacuna, que produce en conjunto con BioNTech, ofrece protección de por lo menos 6 meses.
La OMS también hace distinción entre certificado y pasaporte como una razón práctica: dado que la OMS está trabajando dentro de un “marco de confianza internacional, tenemos que documentar si las personas recibieron la vacuna”
El plan de certificación necesitará el apoyo de los 27 estados miembros y se introduciría en junio. En medio de las preocupaciones de países como Bélgica y Alemania de que podría resultar en discriminación, los líderes de la Unión Europea han tratado de reforzar la confianza.
La disparidad en la vacunación en muchos países podría afectar las libertades de viaje de muchos que aún no reciben la vacuna contra el coronavirus ya sea por las etapas de vacunación en las que estén o porque, como ocurre en muchos países, no hay suficientes vacunas disponibles.
Además, la OMS también ha expresado serias preocupaciones sobre el riesgo de que los pasaportes de vacunación creen una sociedad de dos niveles dividida entre los que ya han sido vacunados y los que no lo han sido o no pueden acceder a ella.
Kluge, el director de la OMS para Europa, agregó que la falta de claridad sobre cuánto tiempo dura la inmunidad significaba que la certificación de vacunación no era garantía de aptitud para viajar, al igual que la incertidumbre sobre si el inoculado puede transmitir el virus.
Los países que le apuestan a un pasaporte para la libre circulación
Israel, que tiene una de las tasas de vacunación más altas del mundo, ya está usando un “pase verde” para abrir restaurantes, bares, lugares y eventos. Dinamarca propuso algo similar con funcionarios de turismo que dijeron recientemente que es esencial garantizar un “verano de alegría”.
Entre tanto, algunas aerolíneas están adoptando la certificación para garantizar que los pasajeros estén libres de virus. La aerolínea australiana Qantas ha comenzado a probar el sistema CommonPass, que será necesario para los viajes al extranjero cuando se reabra la frontera de Australia.
Otras aerolíneas se están inscribiendo en un pase digital creado por la Asociación de Transporte Aéreo Internacional, IATA, que permitirá a los pasajeros cargar una certificación de prueba covid negativa para permitir un paso más fluido por los aeropuertos.
Austria
El canciller de Austria, Sebastian Kurz, es uno de los partidarios del “pasaporte verde” en la Unión Europea, para las personas que tienen protección contra el coronavirus.
“Necesitamos un ‘pasaporte verde’ para todos los que hayan sido vacunados o tengan inmunidad, porque acaba de pasar por el coronavirus o se han sometido a una nueva prueba (negativa)”, dijo Kurz a los periodistas a finales de febrero. Y, en caso de que no sea aprobado, buscará “un camino común con tantos estados en el vecindario y más allá como sea posible”.
El turismo en Austria forma una parte importante de la economía del país, dijo Kurz, y por lo tanto cree que la introducción de un pasaporte verde de este tipo es “extremadamente importante”.
Canadá
Canadá es uno de los últimos países en poner en en la mesa la discusión sobre el pasaporte de vacunación.
El primer ministro Justin Trudeau, dijo a mediados de marzo que su gobierno está explorando la idea de exigir pasaportes de vacunas para quienes visiten Canadá desde el exterior, pero pareció descartar dicho pasaporte de inmunidad para viajes nacionales.
“Para uso doméstico, marcar la diferencia entre las personas que están vacunadas o no, reconociendo que no todo el mundo va a poder vacunarse por diferentes razones, plantea cuestiones de igualdad y justicia por lo que creo que debemos tener mucho cuidado em seguir adelante”, dijo Trudeau durante una conferencia de prensa en Ottawa. “… a nivel internacional, la idea de las credenciales de vacuna, creo, es algo que vale mucho la pena considerar”.
Chile
Y en la región, en abril de 2020 el gobierno de Chile había promovido la entrega de un “carnet de alta” para las personas que hayan recuperado del coronavirus “debido a que corresponderían a una población inmune al virus e incapaz de transmitirlo”, según el Ministerio de Salud. Sin embargo, la idea no prosperó: “Hemos decidido postergar la entrega del Carnet covid, para evitar casos de discriminación a personas que lo tengan”, dijo el entonces ministro de Salud Jaime Mañalich en mayo de 2020.
– Con información de Nina dos Santos, Antonia Mortensen, Susanne Gargiulo, Scott McLean, Florence Davey-Attlee, Sharon Braithwaite y Jake Kwon de CNN. Y José Levy de CNN en Español.