(CNN) – Casi el 30% de los inmigrantes detenidos en la frontera entre México y Estados Unidos el mes pasado habían intentado cruzar previamente, según el gobierno de Joe Biden, en momentos en que las autoridades siguen dependiendo de un decreto de salud pública que ha permitido la expulsión de miles de migrantes.
“Los niveles de flujo suponen un desafío para la Patrulla Fronteriza, pero el alto nivel de reincidencia significa que no podemos considerar esos flujos como personas individuales. A menudo son las mismas personas que vuelven a pasar”, dijo un funcionario de la administración.
Aumento de reincidentes
El decreto de salud pública implementado bajo la administración Trump, que permite a las autoridades fronterizas rechazar rápidamente a los inmigrantes indocumentados detenidos en la frontera sur de Estados Unidos, ha contribuido al aumento de los reincidentes, ya que los migrantes están siendo expulsados, no deportados.
La Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) detectó a más de 172.000 personas que intentaban cruzar la frontera entre EE.UU. y México en marzo, lo que supone un aumento del 71% con respecto a febrero, según los funcionarios de la administración que informaron a los periodistas este miércoles. Esta cifra también incluye a los que cruzan de nuevo la frontera.
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Mientras que la mayoría de la gente que se encuentra en la frontera son adultos solos, que están siendo rechazados bajo el decreto de salud pública, la CBP aprehendió un número récord de menores migrantes no acompañados, con 18.890, en marzo, casi el doble que en febrero. CNN informó ya del aumento en las detenciones de marzo.
Los funcionarios del Gobierno federal sostuvieron que la mayoría de las personas detenidas en la frontera en marzo fueron expulsadas rápidamente. Los adultos solteros y las familias están sujetos a la política relacionada con la pandemia, aunque algunas familias han sido admitidas en EE.UU., como resultado de la capacidad limitada en México.
Menores migrantes no acompañados
Sin embargo, el creciente número de menores migrantes no acompañados que llegan a la frontera entre México y Estados Unidos sigue siendo un desafío para las autoridades, ya que los menores que cruzan solos no están sujetos al decreto de salud pública. “Nos estamos moviendo en la dirección correcta, pero sabemos que tenemos mucho trabajo por delante”, añadió el funcionario. En las últimas semanas, la administración Biden ha anunciado al menos 11 nuevos sitios para alojar a los menores y trasladarlos fuera de las instalaciones superpobladas de la CBP, que tienen condiciones similares a las de una cárcel.
Nuevas medidas
El Departamento de Salud y Servicios Humanos, que supervisa una red de refugios para menores inmigrantes, ha estado tratando de acelerar la liberación de los menores de la custodia estadounidense a un tutor, como un padre o familiar, en Estados Unidos, dijo otro funcionario de la administración.
“Hemos incrementado la tasa de liberación y nos hemos asegurado de unir a los menores con sus tutores lo antes posible, así como reducir la duración de los cuidados en términos del tiempo que permanecen en las instalaciones para satisfacer esta necesidad”, dijo el funcionario.
Uno de esos pasos incluye el despliegue de personal del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de EE.UU. (USCIS, por sus siglas en inglés), un organismo dependiente del Departamento de Seguridad Nacional, para colaborar con los gestores de casos de la Oficina de Reasentamiento de Refugiados (ORR, por sus siglas en inglés) del Departamento de Salud y Servicios Humanos. “Estos gestores de casos del USCIS han sido formados por los especialistas de campo de la ORR y tienen un conocimiento muy, muy firme, del proceso”, dijo el funcionario, añadiendo que el aumento de personal ha ayudado a la colocación de los menores con sus tutores.