Nueva York (CNN Business) – A medida que la distribución de la vacuna se acelera y la economía de Estados Unidos en general se prepara para la reapertura, aumentan las conversaciones sobre aplicaciones de verificación de vacunas, también llamados pasaportes de vacunación.
Las empresas de tecnología, proveedores de atención sanitaria e incluso las tiendas minoristas están trabajando en aplicaciones de pasaportes de salud digitales que permitirán a los usuarios mostrar una prueba de vacunación antes de entrar en eventos y negocios. El estado de Nueva York ya está escaneando la aplicación Excélsior Pass, de IBM, en la puerta de recintos como el Madison Square Garden antes de los eventos deportivos; si ha tenido un resultado negativo en una prueba de covid-19 o ya ha sido vacunado, puede entrar a un partido de hockey de los Rangers en persona.
Las aplicaciones de verificación de vacunas podrían desempeñar un papel fundamental en la eliminación de las restricciones, pero los expertos en privacidad y seguridad afirman que el próximo despliegue presentará una serie de desafíos en cuanto a normas, interoperbilidad, datos personales y adopción, tanto de los usuarios como de los negocios. Esto se verá agravado por la avalancha de aplicaciones que podrían llegar a nuestras manos, a la vez que el Gobierno federal afirma que se quedará al margen.
“Menos es más”, dijo Alan Butler, presidente del Centro de Información sobre Privacidad Electrónica. “Se trata de sistemas relacionados con la salud pública que deben ser gestionados por los Departamentos de Salud y su uso debe limitarse a este contexto. No queremos que sean sistemas amplios de recopilación de datos para todo tipo de usos que van más allá de la crisis de salud pública”.
La secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo recientemente que “no habrá una base de datos federal de vacunas universal y centralizada, ni un mandato federal que obligue a todos a obtener una credencial de vacunación única. […] Queremos fomentar un mercado abierto con una variedad de empresas del sector privado y coaliciones sin ánimo de lucro que desarrollen soluciones”.
Pero dejar el proceso en manos del sector privado y los Gobiernos locales podría presentar consecuencias imprevistas. Por ejemplo, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, ya prohibió la exigencia de documentos de prueba de vacunación en el estado, una medida que preocupa al sector de los cruceros por los planes de reapertura.
Jenny Wanger, directora de Programas de la Linux Foundation Public Health, dijo que “cientos” de empresas participan activamente en la elaboración de soluciones de credenciales de vacunación. Su organización está detrás de The Covid-19 Credentials Initiative, una comunidad mundial formada por más de 450 tecnólogos, académicos y profesionales de la salud de más de 100 organizaciones, que se encuentra entre los grupos que establecen normas para las aplicaciones de acreditación de vacunas.
El objetivo es establecer pautas para que las aplicaciones sean interoperables y de código abierto, permitiendo a los desarrolladores registrar lo que ocurre detrás de la codificación, para crear un proceso más transparente y colaborativo.
“Nuestro objetivo es que cualquier empresa pueda desarrollar algo: las startups pueden jugar en este espacio, así como IBM”, dijo Wanger. “Estamos trabajando en este sistema para que no haya forma de que una empresa o un grupo de empresas tenga poder sobre los registros sanitarios o sea excesivamente dominante”.
En teoría, dijo, la gente tendrá la libertad de elegir qué aplicaciones quiere utilizar. “No creo que vayamos a registrar un futuro en el que puedas comprar toallas de papel a través de una aplicación de Walmart y a la vez obtener tu credencial de vacunación. Pero creemos que la gente podrá gestionar sus credenciales a través de una plataforma y luego usarla en el país o en el extranjero”.
Del mismo modo, la Iniciativa de Credenciales de Vacunación (VCI, por sus siglas en inglés), de la que forman parte IBM, Microsoft, Salesforce, Oracle, la Clínica Mayo y el Proyecto Commons –una organización sin ánimo de lucro con una aplicación de pasaporte de vacunas que actualmente trabaja con algunas aerolíneas–, también está desempeñando un papel clave en el desarrollo de las normas estadounidenses para los pasaportes sanitarios digitales, incluyendo su enfoque de la privacidad de los datos. Los miembros de la organización sin ánimo de lucro estarán obligados a no recoger ni almacenar los datos de los usuarios. En marzo, Walmart anunció que utilizará el estándar que se está desarrollando en el marco de la VCI para cualquier persona que se vacune en sus tiendas y locales de Sam’s Club.
Jenn Markey, directora de Marketing de la empresa de seguridad Entrust, dijo que el éxito de estas aplicaciones dependerá en parte de cómo funcionen con múltiples sistemas. “La idea es un conjunto de credenciales digitales seguras en el que los guardias fronterizos de Heathrow puedan leer las mismas credenciales que los acomodadores del Madison Square Garden sin comprometer la privacidad de los ciudadanos”, dijo Markey.
Añadió que tratar de gestionar demasiadas soluciones podría abrir el proceso a vulnerabilidades de seguridad en el traspaso entre las distintas aplicaciones.
Al principio, Wanger dijo que el lanzamiento recordará a los primeros días del correo electrónico; los usuarios de AOL sólo podían enviar correos electrónicos a los miembros de AOL antes de que se desarrollaran los estándares.
“Estamos registrando una oleada de sistemas de grupos cerrados, como el de IBM, que no permiten que nadie más entre en ese sistema y lo amplíe”, dijo. “Lo que veremos con la segunda oleada son aplicaciones [que pueden trabajar juntas]; es entonces cuando entran en juego el cumplimiento y la alineación de la comunidad. Cualquiera que quiera jugar tiene que hacerlo con las mismas reglas en lo que respecta a la seguridad, la privacidad y la coincidencia de normas para la interoperabilidad”.
John Verdi, vicepresidente de Políticas del Foro sobre el Futuro de la Privacidad, dijo que es demasiado pronto para ver qué métodos serán los más populares, pero espera que se den varios enfoques: “Hemos visto esta dinámica con marcos de rastreo de contactos, tarjetas de pago y otras tecnologías”.
Al mismo tiempo, es probable que la gente no quiera manejar demasiadas aplicaciones de tarjetas sanitarias digitales, y es posible que las empresas solo acepten unas pocas, al igual que las tarjetas de crédito en los comercios.
“Me sorprendería que cualquier aplicación que no esté directamente apoyada por los Departamentos de Salud Pública del estado gane una amplia tracción más allá de casos de uso muy limitados”, dijo Butler.
Otro problema es la adopción, no solo entre los usuarios que tienen que confiar en la tecnología, sino con las propias empresas, desde tiendas de comestibles y minoristas hasta cines y lugares de trabajo. “Parece que todo se reducirá a si las empresas individuales quieren utilizar un pasaporte de vacunas”, dijo Erica DeWald, directora de Comunicaciones Estratégicas de Vaccine Your Family, una organización sin ánimo de lucro que defiende las vacunas.
“En este momento, no creo que muchos lo hagan sin que el Gobierno federal se pronuncie al respecto”.