(CNN) – La administración de Biden impuso amplias sanciones a Rusia este jueves por la supuesta interferencia de Moscú en las elecciones de 2020, el hackeo masivo SolarWinds y la ocupación en curso de Crimea, lo que indica que la actual administración está adoptando una postura más dura hacia el Kremlin y el presidente ruso, Vladimir Putin.
El anuncio de las sanciones también mostró que la administración de Biden está más dispuesta a denunciar la intromisión de Rusia en los asuntos de EE.UU. después de que funcionarios de la administración de Trump ignoraran la frecuente falta de voluntad del expresidente Donald Trump para criticar a Moscú.
Estas son las claves de las sanciones a Rusia presentadas este jueves:
Las sanciones ahora se alinean con la retórica del presidente
La administración de Trump estaba más que dispuesta a emitir sanciones contra Rusia, y lo hizo en múltiples ocasiones, incluyendo la ocupación de Crimea, el envenenamiento de un exespía en el Reino Unido e incluso la interferencia electoral.
Pero estas acciones fueron tomadas mientras Trump se negaba repetidamente a condenar las acciones de Rusia. Trump no reconoció la interferencia de Rusia en las elecciones de 2016, y se enfureció ante la idea de que Rusia había ayudado en su campaña. Incluso cuando sus principales funcionarios de seguridad nacional dijeron unánimemente que estaban de acuerdo con la evaluación de la Comunidad de Inteligencia de Estados Unidos que indicó que Moscú había interferido.
Sin embargo, fue más allá de las elecciones de 2016. El año pasado, Trump se negó a sancionar a Rusia por el envenenamiento del líder de la oposición Rusa, Alexey Navalny. Además, Trump junto con sus principales funcionarios minimizaron la intromisión de Rusia en las elecciones de 2020 argumentando que China era una amenaza mayor, una afirmación que contradice el informe de la Comunidad de Inteligencia del mes pasado, que habla sobre las interferencias en las elecciones extranjeras de 2020.
El presidente Joe Biden ha criticado abiertamente a Putin. El mes pasado lo llamó “asesino” y también dijo que Moscú “pagaría un precio” por sus esfuerzos de interferencia electoral. Las sanciones emitidas este jueves respaldan esta retórica.
Esta semana, Biden informó a Putin –– mediante una llamada telefónica–– que estaba imponiendo las sanciones y que busca una relación “estable y predecible” con Rusia, dijo este jueves un alto funcionario de la administración.
Biden impone nuevas sanciones a Rusia en respuesta a interferencia electoral y ciberataques
Esta es la respuesta más fuerte de Estados Unidos
Las sanciones contra Rusia son el paso más significativo que la administración de Biden ha dado hasta ahora, en respuesta a la campaña de ciberataque SolarWinds, la cual ha comprometido a al menos nueve agencias federales y a docenas de organizaciones privadas.
Según la nueva orden ejecutiva, la administración de Biden impuso sanciones a seis empresas tecnológicas rusas que, según se indicó, apoyaron la inteligencia rusa. Las agencias rusas, incluidas FSB, GRU y SVR, han llevado a cabo “algunos de los ciberataques más peligrosos y perturbadores de la historia reciente”, dijo el Departamento del Tesoro de Estados Unidos al anunciar las sanciones.
Las agencias de inteligencia estadounidenses emitieron este jueves una advertencia técnica sobre las tácticas utilizadas por los agentes rusos para comprometer la seguridad de la red.
La administración de Biden también dijo que está explorando la posibilidad de invocar la orden ejecutiva de Trump sobre las cadenas de suministro de tecnología para introducir políticas adicionales destinadas a prevenir los ciberataques rusos en el futuro.
Los ciberataques rusos han sido por mucho tiempo un problema para el gobierno de EE.UU. El objetivo de las sanciones de este jueves es disuadir a Moscú, aunque queda por ver si realmente tendrán ese efecto.
Examinan el tema, después de varios años
Con una frase dentro de un comunicado de prensa de 2.000 palabras, el Departamento del Tesoro quizás hizo más que antes para exponer el caso de una posible complicidad entre Trump y Rusia durante las elecciones de 2016.
La declaración del Departamento del Tesoro confirmó que Konstantin Kilimnik, un agente de inteligencia vinculado a Rusia, proporcionó “información sensible sobre las encuestas y la estrategia de campaña”. El agente obtuvo la información de los funcionarios de la campaña de Trump.
Si bien, las sanciones emitidas este jueves vinculan los esfuerzos de interferencia electoral rusa en 2020 ––en los que Estados Unidos dice que Kilimnik jugó un papel–– la referencia a su intromisión en 2016 es quizás la mayor revelación.
Durante mucho tiempo se sospechó, pero el gobierno de Estados Unidos nunca declaró explícitamente que Kilimnik pasó datos internos de la campaña de Trump a los servicios de inteligencia rusa con ayuda del presidente de campaña de Trump, Paul Manafort. El anuncio de este jueves establece un canal de comunicación simple y directo entre un puesto superior de la campaña de Trump y las agencias rusas, las cuales se estaban entrometiendo para ayudar a Trump a ganar las elecciones.
Durante las primeras etapas de la investigación rusa, los funcionarios de ambas partes dijeron que este tipo de relación encubierta entre la campaña de Trump y los rusos constituía una “complicidad”.
Esta revelación tardó mucho en llegar. El equipo del fiscal especial, Robert Mueller, tardó años en revelar que Manafort proporcionó información de la campaña interna de Trump a Kilimnik. Aproximadamente un año después, la Comisión de Inteligencia del Senado llamó abiertamente a Kilimnik un agente ruso. Sin embargo, ninguno fue tan lejos como para decir que Kilimnik entregó información al gobierno ruso. El anuncio de este jueves cierra el círculo.
Después de las críticas a Trump no se toman medidas sobre las recompensas rusas
El entonces candidato Biden criticó repetidamente a Trump por no tomar medidas después de que se le presentó información de que Rusia había otorgado recompensas a talibanes en Afganistán, mismas que habrían causado la muerte de soldados estadounidenses.
Este jueves, un alto funcionario de la administración de Biden dijo que la comunidad de inteligencia de EE.UU. tenía solo una “confianza baja o moderada” en la información sobre las recompensas, y dijo que Biden no estaba tomando medidas para castigar a Moscú sobre el tema.
El hecho de que Biden se haya negado a emitir sanciones por las recompensas es otro ejemplo de por qué gobernar es siempre más complicado que hacer campaña, particularmente cuando se trata de política exterior.
“No solo no se sancionó ni se impuso ningún tipo de consecuencia a Rusia por esta atroz violación del derecho internacional, sino que Donald Trump ha continuado con su vergonzosa campaña de deferencia y degradación ante Vladimir Putin”, dijo Biden durante un foto virtual en junio de 2020.
Durante una primera llamada telefónica con Putin en el mes de enero, Biden planteó el tema de las recompensas. Pero tres meses después, su administración no ha castigado a Moscú según una evaluación de inteligencia basada en información obtenida por los detenidos durante un “entorno operativo difícil” en Afganistán.
“A través de canales diplomáticos y de inteligencia, hemos transmitido fuertes mensajes sobre este tema”, dijo un alto funcionario de la administración, y añadió que si un patrón de comportamiento continúa ––presumiblemente con un mayor nivel de claridad–– EE.UU. responderá.
El partido republicano critica a Biden por no emitir sanciones al oleoducto
Los republicanos del Congreso elogiaron a la administración de Biden por tomar medidas contra Rusia, pero criticaron que las sanciones anunciadas este jueves no incluyeran ninguna acción para tratar de evitar la finalización de un gasoducto de gas natural entre Rusia y Alemania conocido como Nord Stream 2.
“Felicito a la administración por estas acciones, pero las considero menos de medio paso adelante. Lo que falta es un esfuerzo sólido para detener la finalización del gasoducto Nord Stream 2”, dijo en un comunicado el senador Jim Risch de Idaho, quien es el principal republicano dentro del Comité de Relaciones Exteriores del Senado. “La falta de sanciones de Nord Stream 2 hoy hace que sea aún más obvio que la administración, por razones desconocidas, se está demorando en este tema”.
Los republicanos han argumentado que la administración de Biden debe de imponer sanciones a las entidades involucradas en la construcción del gasoducto, pero no lo han hecho. “Si la administración de Biden se toma en serio la imposición de costos reales a los esfuerzos del régimen de Putin para socavar a las instituciones democráticas de Estados Unidos y debilitar a nuestros los aliados y socios, entonces debe garantizar que el maligno proyecto del gasoducto ruso Nord Stream 2 nunca se complete”, dijo este jueves en un comunicado el representante republicano de Texas, Michael McCaul.
En una entrevista el mes pasado con Dana Bash de CNN, el secretario de estado, Tony Blinken, dijo que dejó en claro a su homólogo alemán que Estados Unidos considera que el gasoducto es un mal negocio. “Le da a Rusia un arma más, utilizando la energía como herramienta de coerción”, dijo.
La política exterior, y Rusia, mantendrán la atención de Biden
Desde que Biden asumió el cargo en enero, se ha enfocado en lograr que un paquete de ayuda masivo de covid-19 se convierta en ley, y ahora está enfocando su atención en aprobar un paquete de infraestructura en el congreso.
Sin embargo, las sanciones son un recordatorio de que los problemas de política exterior siempre están presentes y que pueden ser el foco de atención en cualquier momento. Blinken expresó esta semana su preocupación por la concentración militar de Rusia a lo largo de la frontera con Ucrania, lo que es la mayor concentración de tropas cerca de Ucrania desde 2014, cuando las fuerzas rusas invadieron y ocuparon Crimea.
Las sanciones de este jueves incluyeron sanciones para castigar a Rusia por su actual ocupación de Crimea, siete años después del hecho.
El funcionario de alto rango dijo que Biden tiene la intención de reunirse con Putin en Europa en los próximos meses, pero señaló que el Kremlin no había respondido a la invitación de Estados Unidos.
Kevin Liptak y Katie Bo Williams de CNN contribuyeron a este informe.