(CNN) – Este miércoles se cumple el quinto aniversario de la muerte del ícono musical Prince, y el mundo no se siente igual desde que nos dejó.
En ningún lugar podría ser esto más cierto que en la ciudad que amó y que ayudó a poner en el mapa, Minneapolis.
La lucha racial existía en la ciudad mucho antes del asesinato de George Floyd, otro hombre negro que también adoraba Minneapolis. Pero el juicio del expolicía que causó su muerte, junto con el hecho de que la policía recientemente mató a otro hombre negro en Minnesota, Daunte Wright, ha aumentado las tensiones raciales y atraído la atención mundial.
En muchos sentidos, parece que Prince predijo que llegarían estos días.
“¿Alguien nos oye orar?/¿Por Michael Brown o Freddie Gray?/La paz es más que la ausencia de guerra”, cantó Prince en su canción de protesta “Baltimore” de 2015, la cual fue escrita después de que Freddie Gray muriera a causa de las heridas que sufrió tras ser arrestado por la policía de Baltimore. “¿Veremos otro día sangriento? / Estamos cansados de llorar y de que la gente muera”.
“Si no hay justicia, entonces no hay paz”, cantó Prince.
Prince Rogers Nelson nació el 7 de junio de 1958 y murió el 21 de abril de 2016 a la edad de 57 años por una sobredosis accidental del opioide fentanilo.
Crecí escuchando su música y cubrí su muerte extensamente para CNN, incluso escribiendo sobre mi experiencia asistiendo a lo que se convertiría en su última noche de concierto.
Cinco años después, no puedo evitar reflexionar sobre lo que el hombre y el artista podrían haber hecho con lo que ha sucedido en su ciudad natal. Me imagino lo desconsolado que habría estado, cómo probablemente habría salido a las calles a protestar y el gran arte que pudo haber surgido de su dolor.
Minneapolis se convirtió en sinónimo de Prince, tal vez, contra todo pronóstico.
Prince contó algunos de sus primeros encuentros con el racismo cuando estaba entre los estudiantes que fueron trasladados en un autobús desde el norte de Minneapolis a una escuela primaria predominantemente blanca a finales de la década de 1960.
“Fui a una escuela de niños ricos a quienes no les gustaba tenerme ahí”, recordó en sus memorias póstumas de 2019, “The Beautiful Ones”. Cuando un estudiante lo llamó con la palabra N, Prince le dio un puñetazo. “Sentí que tenía que hacerlo”, escribió.
“Nací aquí, infortunadamente”, comentó Prince en una entrevista con un periódico de su escuela secundaria antes de hacerse famoso, según indicó la revista Far Out. “Creo que es muy difícil para una banda triunfar en este estado, incluso si son buenos. Principalmente porque no hay grandes compañías discográficas o estudios en este estado”.
Una estrella privada
La fama y el éxito de masas lo encontró de todos modos con la llegada de su álbum debut “For You”, que fue lanzado en 1978 cuando tenía 19 años.
Luego se convertiría en el arquitecto del “Sonido de Minneapolis”, que dotó al mundo de grupos y artistas como The Time, Sheila E. y los superproductores Jimmy Jam y Terry Lewis. Su Paisley Park se convirtió en no solo su hogar sino en un espacio sagrado y, ahora, en una atracción turística. Su estilista y amigo de toda la vida, Kim Berry, me habló poco después de su muerte, en 2016, sobre cuánto amaba Prince su ciudad.
“En este momento hay personas sin hogar caminando por Minneapolis con abrigos de Prince y ni siquiera lo saben”, dijo Berry cuando el cantante trabajó en su fundación Love 4 One Another.
Y por mucho que Prince le dio a Minneapolis, la ciudad y su gente lo amaron y le mostraron respeto a una estrella intensamente privada.
“Tenía la libertad de hacer cosas aquí y no preocuparse de que los paparazzi lo molestaran”, dijo el exguardia de seguridad de Paisley Park, Lars Larson, a Channel 4 CBS Minnesota en 2016. “Recuerdo que iba a Dairy Queen en su BMW. No sé si puedes hacer eso en Hollywood”.
Su trabajo filantrópico
Prince fue más público sobre su trabajo por la igualdad racial.
Lo dejó claro al presentar el premio al álbum del año en los premios Grammy de 2015.
“Los álbumes todavía importan”, dijo. “Al igual que los libros y las vidas de los negros, los álbumes siguen siendo importantes”.
De acuerdo con sus creencias espirituales, Prince decidió mantener en silencio su filantropía para no buscar gloria para sí mismo.
Pero después de su muerte, su amigo y colaborador de CNN, Van Jones, habló con Rolling Stone sobre el cantante que trabajaba con él en Green for All, una organización que crea empleos verdes en comunidades desfavorecidas, así como #YesWeCode, organización que ayuda a educar en tecnología a los jóvenes de zonas urbanas.
Prince también envió dinero a la familia de Trayvon Martin después de que la muerte del adolescente provocara manifestaciones y viajó a Baltimore para realizar un concierto y llamar la atención sobre la muerte de Freddie Gray.
El video musical de su sencillo “Baltimore” termina con una cita de Prince.
“El sistema está roto”, dice la cita. “Va a ser necesario que los jóvenes lo arreglen esta vez. Necesitamos nuevas ideas, nueva vida…”.
Ninguno de nosotros imaginó que Prince no estaría cerca para ver a los jóvenes tratando de hacer precisamente eso.