(CNN) – El gobierno de Biden esperaba que esta semana sirviera como un momento de celebración al alcanzar los más de 100 millones de adultos estadounidenses completamente vacunados, y los funcionarios de la Casa Blanca intentaron reducir la indecisión de las vacunas apostando por las libertades recién expuestas para quienes estén completamente vacunados, como la facilidad de dejar de usar máscaras faciales cuando se socializa al aire libre con un grupo pequeño de amigos.
A pesar de la disminución de casos y tasas de mortalidad por covid-19, muchos estadounidenses todavía viven sus vidas en un área gris, ya que tan solo el 30% de la población está completamente vacunada. El potencial regreso a la normalidad parece tan tentadoramente cerca. Sin embargo, muchos padres todavía luchan con lo distractor que es trabajar desde casa con los niños bajo sus pies, desesperados por un regreso completo de los estudiantes a la escuela.
La nueva guía de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC, por sus siglas en inglés) recomendó esta semana que las personas completamente vacunadas usen máscaras faciales para actividades comunes en interiores, desde comer en un restaurante hasta asistir a la iglesia, aunque los CDC flexibilizaron las pautas para algunas actividades al aire libre.
Mientras tanto, muchos estadounidenses intentan sortear la confusión sobre cuándo deben usar mascarillas. También tratan de comprender si los viajes en verano serán seguros, especialmente con niños, y cuánto tiempo más le tomará a esta nación detener la propagación del virus considerando que una cuarta parte de los adultos muestran una resistencia obstinada a vacunarse, esto mientras que las variantes del virus continúan circulando.
Todavía hay una amplia gama de mensajes sobre el covid-19 y lo que las personas pueden y no pueden hacer a nivel estatal, local y federal. Como por ejemplo, la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA, por su sigla en inglés) extendió este viernes el mandato del uso de mascarillas a viajeros en aeropuertos y aviones, trenes, autobuses y barcos, aunque algunos gobernadores ya han eliminado estos requisitos en sus estados. Sin embargo, la regla de la TSA, que estaba programada para expirar el 11 de mayo, se ha extendido hasta el 13 de septiembre.
Este viernes, los miembros del equipo de respuesta al covid-19 de Biden intentaron proyectar optimismo y pronosticaron días más brillantes para los estadounidenses vacunados. Tanto el número de casos por covid-19 como las muertes han disminuido, y EE.UU. alcanzó el promedio más bajo de muertes diarias reportadas en los últimos siete días desde julio pasado, según un nuevo análisis de CNN realizado con datos de la Universidad Johns Hopkins.
El coordinador del coronavirus de la Casa Blanca, Jeff Zients, señaló este viernes que Estados Unidos envió 300 millones de dosis esta semana, pero una vez más enfatizó que el ritmo de las vacunas “se moderará y fluctuará” según informes de una disminución en el proceso de vacunación en algunas áreas.
Frente a las persistentes preguntas de los periodistas sobre la disminución de la demanda de vacunas, él y sus colegas enfatizaron el enfoque cada vez más intenso de facilitar la vacunación de estadounidenses ocupados y que están confinados en sus hogares, al mismo tiempo que luchan contra la desinformación sobre las vacunas con el fin de lograr que más personas las obtengan.
“No es inesperado, al entrar en esta próxima fase, que habría más equilibrio entre oferta y demanda”, dijo Zients durante la sesión informativa de este viernes del grupo de trabajo sobre el coronavirus. “Eso hace que sea aún más importante que facilitemos la vacunación de las personas, que continuemos, como dijo el [director general de Sanidad de Estados Unidos] Dr. [Vivek] Murthy, para generar confianza en las vacunas y garantizar la equidad”.
“Lo que es inesperado es lo rápido que hemos llegado aquí”, agregó Zients. “Sabemos que esta próxima fase no será fácil, pero tampoco lo fue llegar a 220 millones de vacunas en los primeros 100 días”.
“Inundar la zona con información precisa”
Una nueva encuesta de CNN mostró que una cuarta parte de los adultos estadounidenses dicen que no se vacunarán contra el coronavirus, y los republicanos fueron el grupo más propenso en decir que no se pondría la vacuna. Alrededor del 44% de los republicanos expresaron esa opinión: en comparación con el 28% de los independientes y el 8% de los demócratas. La resistencia a vacunarse fue mayor entre los republicanos más jóvenes.
Debido a esta indecisión dentro del partido republicano, algunos expertos médicos esperaban que el expresidente Donald Trump filmara un anuncio de servicio al público alentando a las personas a vacunarse. La semana pasada, el expresidente dijo a Fox News que “ciertamente lo haría”, pero hasta ahora no lo ha hecho.
En general, alrededor del 63% de los estadounidenses dijeron en la encuesta de CNN que se sentirían cómodos volviendo a sus rutinas habituales; el 32% dijo que no y el 4% dijo que ya lo había hecho.
La capacidad de los estadounidenses para volver sus rutinas diarias de forma segura dependerá de que el gobierno mantenga el ritmo de las vacunas. La mayoría de los científicos dicen que para llegar al punto en el que se pueda detener la propagación del virus, lo que se conoce como inmunidad colectiva, se necesita que entre el 70% y el 85% de la población esté protegida por anticuerpos contra la infección de forma natural o por vacunación.
Dada la importancia de vacunas a los jóvenes estadounidenses para alcanzar este umbral, los recientes comentarios del popular presentador de podcasts de Spotify, Joe Rogan, han generado una intensa controversia esta semana tras declarar incorrectamente que los jóvenes sanos no necesitaban vacunarse.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo el viernes que el enfoque de la Casa Blanca para combatir este tipo de información errónea sobre las vacunas será “inundar la zona con información precisa”.
Psaki dijo a los periodistas que la Casa Blanca está en proceso de invertir US$ 3.000 millones en campañas públicas en todo el país, una combinación de fondos para medios pagados y redes sociales, así como dinero para programas locales para aprovechar la influencia de los líderes comunitarios de confianza para persuadir a los estadounidenses a vacunarse.
Presión para reabrir
A pesar de que el ritmo de vacunaciones se desacelera, los gobernadores y alcaldes de los estados rojo y azul están bajo presión para reabrir sus economías. Biden ha dicho que espera que los estadounidenses puedan reunirse en grupos pequeños para celebrar el 4 de julio.
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, dijo este viernes que la capacidad para comer en interiores en la ciudad de Nueva York puede expandirse al 75% el 7 de mayo. Por su parte, el gobernador de California, Gavin Newsom, quien enfrenta una elección de revocación provocada en parte por sus restricciones de covid-19 durante el año pasado, ha dicho que espera que su estado esté completamente abierto para el 15 de junio. Disneyland California abrió sus puertas por primera vez en más de un año este viernes, pero con capacidad limitada.
El alcalde de la ciudad de Nueva York, Bill de Blasio, dijo este viernes que planea reabrir completamente la ciudad para el 1 de julio porque “lo que hemos visto en las últimas semanas ha sido un progreso sorprendente en términos de reducción de los niveles de covid-19 aumentando enormemente el número de vacunas”, le dijo este viernes a Brianna Keilar de CNN en “New Day.” La ciudad estará sujeta a pautas estatales, y un día antes Cuomo, quien también es demócrata, dijo que esperaba que las ciudades de Nueva York pudieran estar abiertas antes, pero indicó que era “reacio a hacer proyecciones” porque cree que “son irresponsables”.
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“La gente se vacuna y lucha contra el covid-19, y está funcionando”, dijo de Blasio cuando se le pidió que respondiera a los comentarios de Cuomo. “Están listos para regresar”.
Cuando se le preguntó si la reapertura del 1 de julio era demasiado pronta para Nueva York, la Dra. Rochelle Walensky, directora de los CDC, dijo en la conferencia de prensa de covid-19 de la Casa Blanca que los funcionarios siguen concentrados en “vacunar a las personas, disminuyendo las tasas de casos”.
“Si podemos continuar a este ritmo, las tasas de casos están bajando, las vacunaciones están aumentando, entonces creo que el 1 de julio sería un objetivo razonable”, afirmó.
Sin embargo, cuando se le presionó sobre esa pregunta —si los estadounidenses seguirán usando máscaras faciales en los interiores de restaurantes y otros espacios, por ejemplo— dijo que no quería hacer predicciones sobre cómo será la vida de la nación para entonces.
“Este virus nos ha engañado antes”, aseguró.