(CNN) – Los estadounidenses se están preparando para un verano más “normal”. Los casos de covid-19 y las hospitalizaciones en EE.UU. están en su punto más bajo en casi siete meses, las restricciones de capacidad en eventos y negocios se están levantando, y parece poco probable que el país registre una oleada pandémica como el invierno pasado, dicen los expertos.
Pero todo esto sigue dependiendo de la aceptación de las vacunas, que actualmente es un 30% inferior a la de hace dos semanas. Esta tendencia se ve reforzada por el cierre de centros de vacunación masiva en todo el país.
Por primera vez desde principios de marzo, el promedio de siete días de dosis de vacunas contra el covid-19 administradas en Estados Unidos cayó por debajo de los 2 millones al día, según los datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) publicados el sábado. El domingo, la media de siete días volvió a superar los 2 millones diarios.
A pesar de que la demanda de vacunas ha disminuido, las perspectivas de la pandemia en Estados Unidos siguen siendo optimistas. Aproximadamente el 58% de los adultos estadounidenses y casi el 46% de la población total del país han recibido ya al menos una dosis, según los datos de los CDC. Más del 34% de la población estadounidense está totalmente vacunada, según los datos, lo que supone el mayor y más rápido esfuerzo de vacunación masiva de la historia.
El Dr. Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, estimó recientemente que entre el 70% y el 85% de las personas deben estar inmunizadas para que el país alcance un “manto total de protección”. Pero también dijo que a medida que “más y más personas se vacunen, se llegará a un punto… en el que se empezará a registrar un descenso drástico del número de casos”.
Ese punto podría llegar pronto, insinuó Fauci el domingo, y dijo que cree que podría ser el momento de replantear los mandatos de uso de mascarillas en interiores. “Tenemos que empezar a ser más liberales, a medida que vayamos vacunando a más gente”, dijo.
Mientras que la idea de un futuro sin mascarillas podría ser un incentivo suficiente para que algunos se vacunen, otros estados y empresas están tomando medidas concretas (y creativas) para conseguir el apoyo de los reticentes, ofreciendo una serie de “bonos” de vacunación, desde dinero en efectivo hasta entradas para el Super Bowl, para aquellos que estén dispuestos a ponerse la vacuna.
Más allá de estas ventajas están los incentivos verdaderamente importantes para aplicarse las vacunas contra el covid-19, que han reducido drásticamente los casos, las hospitalizaciones y las muertes, y nos han permitido dar un primer paso hacia la vida tal y como la conocíamos.