(CNN) – Rosalie Lacorazza ya ha vivido la aparición de dos ciclos de cigarras de 17 años y teme lo que se avecina.
A medida que las cigarras de la cría X comienzan a emerger por miles de millones este mes en todo el este de Estados Unidos y el área de Washington, Lacorazza dijo que no correrá ningún riesgo.
“Volveré a las costumbres de los primeros tiempos de la pandemia, en las que no salía de casa, no veía a nadie y pedía todo a domicilio”, dijo Lacorazza, residente de Arlington, Virginia.
La última gran aparición, en 2004, la dejó traumatizada cuando una cigarra se estrelló contra su pelo mientras caminaba hacia un almuerzo con una amiga. Del susto saltó hacia una calle.
“He vivido así los últimos 12 ó 13 meses”, dice Lacorazza sobre la vuelta a su encierro para evitar las cigarras. “¿Qué son seis semanas más?”
Ya vienen, y pronto
El éxodo masivo de esta primavera boreal todavía no ha ocurrido, pero es inminente. Y las reacciones al respecto varían.
Algunos piensan que las cigarras son fascinantes y esperan ansiosamente su llegada, mientras que otros se lamentan porque piensan que son una molestia. Hay quienes, sin embargo, se ponen nerviosos y se preocupan por los insectos voladores.
Ya hay informes de avistamientos aislados y recientes de cigarras en Carolina del Norte y Georgia, según CicadaMania.com, un sitio web dedicado a lo que llama “los insectos más sorprendentes del mundo”.
En las próximas semanas, se espera que estos insectos alados de ojos rojos que miden unos 3,5 centímetros emerjan en 16 estados, entre ellos Nueva York, Kentucky, Virginia e Illinois, además del Distrito de Columbia, durante un evento que dura unos 40 días.
Los machos suelen salir primero, explica James English, ecologista de animales y profesor adjunto de la Universidad de Servicios Uniformados de Ciencias de la Salud de Bethesda en Maryland, que realizó su trabajo de doctorado sobre las cigarras periódicas y las ha estudiado durante décadas. En el transcurso de una semana, los insectos emergen por la noche, se suben a un árbol o a un arbusto y se desprenden de sus exoesqueletos, explica.
“Tardan varias horas en desprenderse y luego se llenan las alas de sangre y se endurecen”.
Las cigarras pasan las tres semanas siguientes cantando para atraer a las hembras, que depositan sus larvas en hendiduras que raspan en la tierna corteza de las ramas de los árboles. Las crías salen de los huevos al cabo de seis a ocho semanas. A finales del verano o principios del otoño, la siguiente generación se dirige al subsuelo para alimentarse de la savia de las raíces de los árboles y el ciclo continúa.
“No te van a perseguir”, dice English. “No son grandes voladores, así que pueden chocar contigo por accidente, pero no son voladores fuertes como una abeja o una mosca doméstica”.
Sin embargo, para algunas personas eso no es un gran consuelo.
Los habitantes de la zona de las cigarras se están preparando
Michelle Matlack dice que no le asustan las cigarras, pero que no le gustan los insectos en la cara.
La residente de Annandale, Virginia, compró un traje de apicultor de US$ 30 para poder seguir pasando tiempo al aire libre cómodamente con los vecinos durante su hora feliz semanal inspirada en la pandemia.
“En parte es una broma, pero en parte es para mantener esta actividad social que se ha convertido en algo importante para mí”, dijo Matlack sobre el traje.
Durante el evento de la cigarra de 2004, “podría haber llenado carretillas” con los cadáveres que se apilaban en su patio trasero, dijo.
“Me imagino que estando allí con los vecinos, alguien se asustaría y yo me quitaría el traje de abeja y le diría: ‘Toma, ponte esto’”, dijo Matlack.
“Podría llegar a ser una gran inversión”.
El miedo y la ansiedad son reales
Hay personas que temen de verdad la aparición de la cría X.
“El miedo a los insectos es una fobia común”, afirma la psicóloga clínica Colleen Cira, fundadora del Cira Center for Behavioral Health de Chicago. “Hay un montón de gente que cae en algún lugar del espectro que va desde sentirse ansioso por los insectos hasta personas con fobias completas y diagnosticables”.
Para las personas que solo temen levemente la aparición de las cigarras, actividades como la respiración profunda, el yoga, la meditación, escribir un diario y hablar con un amigo de confianza pueden ayudar, dijo Cira.
“Salir a la naturaleza no funcionará con esto”, dijo.
Para las personas con una fobia genuina, la llegada de la cría X presentará algunos desafíos particulares, dijo la psicóloga clínica Karen Cassiday, fundadora de The Anxiety Treatment Center of Greater Chicago.
Si alguna vez, de niño, te sujetaron demasiado tiempo bajo el agua en una piscina y te dio miedo de morir, dijo, puedes empatizar con el miedo que tienen algunas personas en este momento.
“Para alguien que tiene una respuesta fóbica, es así de doloroso y aterrador”, dijo.
La empatía y la terapia de exposición pueden ayudar
Intenta entender y empatizar con lo que está pasando alguien con fobia a los insectos. “Cuando alguien tiene fobia a los insectos, lo que más teme es el contacto físico”, dice Cassiday.
“Eso es lo que puede hacer que sea tan convincente quedarse en casa o cubrirse completamente. Cuando se tiene ansiedad, esta es desproporcionada con respecto a la situación”, dijo, y normalmente las personas que tienen ansiedad son conscientes de ello.
Las personas que no padecen un trastorno de ansiedad y que “podrían ser amables en otras circunstancias podrían pensar que es divertido burlarse de las personas que sí lo padecen”, dijo Cassiday. Sin embargo, esa es una forma equivocada de responder.
“Si quieres ser un buen amigo o colega, lo primero es entender que no es divertido para la otra persona”, dijo. “Es extremo, se siente horrible”.
Decirle a la gente que los bichos son inofensivos y que ayudan a airear el suelo (ambas cosas son ciertas) y que el fenómeno natural es asombroso de presenciar tampoco ayuda, dijo.
“Di cosas como: ‘Me gustaría poder ayudarte a hacerlo más fácil’. Pregunta si hay algo que puedas hacer”, dice. “Normalmente, la respuesta que vas a recibir es ‘Gracias por comprender’”.
Por mucho que desee que todo el mundo obtenga ayuda para sus fobias, Cassiday dijo que ciertas fobias pueden ser episódicas. “Puedes vivir tu vida y estar bien con ella, excepto cuando hay un evento inusual”.
Para las personas con fobia a las cigarras que quieran controlarla, dijo que los tratamientos de exposición que implican aprender sobre los insectos, acercarse a ellos e incluso tocarlos pueden ayudar.
Cira también recomendó la terapia de exposición a personas con fobias a los insectos y otras.
“Si está afectando negativamente a tu capacidad para funcionar y vivir tu vida, puedes buscar ayuda profesional”, dijo. “No tiene por qué ser así”.
Saber que no estás solo también puede ser una fuente de apoyo.
“Mi opinión es que vamos a tener gente que en cierto modo va a revelar su fobia a los insectos porque esto es realmente inusual”, dijo Cassiday.
–Terry Ward es escritora independiente con sede en Tampa, Florida.