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Adultos mayores sufren por desempleo, inactividad y aislamiento al cumplirse un año de la pandemia en México
04:29 - Fuente: CNN

(CNN) – Alice Herb, de 88 años, una neoyorquina intrépida, está acostumbrada a caminar kilómetros por Manhattan. Pero después de este año de estar encerrada en casa, tratando de evitar el covid-19, ha notado una gran diferencia en cómo se siente.

“Físicamente, estoy fuera de forma”, dice. “El otro día tomé el metro por primera vez y me quedé sin aliento al subir dos tramos de escaleras hasta la calle. Eso no es propio de mí”.

Desde el punto de vista emocional, Herb, abogada y periodista jubilada, se muestra inusualmente indecisa a la hora de retomar sus actividades, a pesar de estar totalmente vacunada. “Te preguntas, ¿y si pasa algo?, tal vez no debería hacer eso, tal vez sea peligroso”, dijo.

Millones de estadounidenses de edad avanzada están luchando de forma similar con desafíos físicos, emocionales y cognitivos tras un año de estar encerrados en casa, dejando de hacer sus actividades habituales y viendo a pocas personas, o a ninguna.

Si no abordan los problemas que han surgido durante la pandemia, como la debilidad muscular, la mala alimentación, la interrupción del sueño, la ansiedad, el aislamiento social y otros, estos adultos mayores se enfrentan a la perspectiva de una peor salud y una mayor fragilidad, advierten los expertos.

¿Qué debe hacer la gente para afrontar este tipo de desafíos? Varios expertos compartieron sus consejos:

Reconecta con tu médico. Un gran número de adultos mayores ha retrasado la atención médica por miedo al covid-19. Ahora que la mayoría de los ancianos se han vacunado, deberían programar visitas con los médicos de atención primaria y para las revisiones de atención preventiva, como mamografías, limpiezas dentales, exámenes oculares y revisiones auditivas, dijo el Dr. Robert MacArthur, director médico de la Commonwealth Care Alliance de Massachusetts.

Pide que se evalúe tu funcionamiento. Las visitas de atención primaria deben incluir una evaluación básica del funcionamiento físico de los pacientes de edad avanzada, según el Dr. Jonathan Bean, experto en rehabilitación geriátrica y director del Centro Clínico, Educativo y de Investigación Geriátrica de Nueva Inglaterra en el Sistema Sanitario de Asuntos de Veteranos de Boston.

Como mínimo, los médicos deberían preguntar: “¿Tienes dificultades para caminar medio kilómetro o subir un tramo de escaleras? ¿Ha cambiado tu forma de realizar tareas ordinarias, como vestirte?”, sugirió Bean.

Pide que te remitan a fisioterapia. Si tienes problemas para moverte o hacer cosas que solías hacer, pide que te remitan a un fisioterapeuta o a un terapeuta ocupacional.

Un fisioterapeuta puede ayudarte a mejorar la fuerza, el equilibrio, la amplitud de movimiento y la resistencia. Un terapeuta ocupacional puede ayudarte a cambiar la forma de realizar diversas tareas, evaluar la seguridad de tu casa e identificar las mejoras necesarias, como la instalación de una segunda barandilla en una escalera.

No esperes a que tu médico tome la iniciativa; normalmente no es así. “Habla y di: Por favor, ¿puedes remitirme a un médico? Creo que una evaluación cualificada sería útil”, afirma James Nussbaum, director clínico y de investigación de ProHealth & Fitness de Nueva York, un proveedor de terapia.

Empieza despacio y ve aumentando la intensidad. Sé realista sobre tus capacidades actuales. “Según mi experiencia, los adultos mayores están ansiosos por salir de casa y hacer lo que hacían hace un año. ¿Y adivina qué? Después de estar inactivos durante más de un año, no pueden”, dijo el Dr. John Batsis, profesor asociado de geriatría en la Universidad de Carolina del Norte-Chapel Hill.

“Soy partidario de empezar poco a poco, ir despacio”, continuó Batsis. “Sé sincero contigo mismo en cuanto a lo que te sientes capaz de hacer y lo que te da miedo hacer. Identifica tus limitaciones. Probablemente te llevará algo de tiempo y tendrás que hacer algunos ajustes por el camino”.

Nina DePaola, vicepresidenta de los servicios para pacientes posthospitalarios de Northwell Health, el mayor sistema de atención sanitaria de Nueva York, advirtió que recuperar la forma puede llevar tiempo. “Ten paciencia. Escucha a tu cuerpo. No hagas nada que te cause molestias o dolor. Intenta introducirte en los nuevos entornos de forma meditada y mesurada”, dijo.

Mantente físicamente activo. Los expertos recomiendan realizar algún tipo de actividad física con regularidad (un paseo por el parque, ejercicios en silla en casa, programas de fitness en video). El programa Go4Life, patrocinado por el Instituto Nacional del Envejecimiento, es un recurso valioso para los principiantes, y se pueden encontrar videos de algunas rutinas de ejercicio de muestra en YouTube. La YMCA ha puesto en línea clases de ejercicio, al igual que muchos centros especializados en la tercera edad. Para los veteranos, la Administración de Veteranos tiene Gerofit, un programa virtual de ejercicios en grupo que merece la pena consultar.

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Bienvenido Manzano, de 70 años, de Boston, que se retiró de la Guardia Costera después de 24 años y tiene un importante dolor de espalda, asiste a clases de Gerofit tres veces por semana. “Este programa fortalece los músculos e involucra todas las partes del cuerpo, y es una gran ayuda”, dijo.

Mantén unas expectativas realistas. Si tienes miedo de empezar, prueba un poco de actividad y ve cómo te sientes. Luego prueba un poco más y ve si te sientes bien. “Este tipo de exposición repetida es una buena manera de lidiar con el miedo residual y la indecisión”, dijo Rachel Botkin, fisioterapeuta en Columbus, Ohio.

“Hay que entender que ésta ha sido una época de trauma psicológico para muchas personas, y que ha impactado en la forma en que nos comportamos”, dijo el Dr. Thomas Cudjoe, geriatra y profesor adjunto de Johns Hopkins Medicine en Baltimore. “No vamos a volver a la actividad y la participación anteriores a la pandemia, como si encendiéramos un interruptor de la luz. Tenemos que respetar cuáles son los límites de las personas”.

Aliméntate bien. Asegúrate de llevar una dieta balanceada que incluya una buena cantidad de proteínas. El consumo adecuado de proteínas es aún más importante para los adultos mayores en épocas de estrés o cuando son sedentarios y no realizan mucha actividad, señaló un estudio reciente sobre el envejecimiento saludable durante el covid-19.

Reestablece las rutinas. “Tener una estructura al día que implique interacciones sociales, ya sean virtuales o en persona, y diversas actividades, incluyendo algo de tiempo al aire libre cuando hace buen tiempo, es importante para los adultos mayores”, dijo la Dra. Lauren Beth Gerlach, psiquiatra geriátrica y profesora asistente de psiquiatría en la Universidad de Michigan.

Las rutinas son especialmente importantes para las personas mayores con deterioro cognitivo, que tienden a estar mejor cuando sus días tienen una estructura fiable y saben qué esperar, señaló.

Las rutinas al final del día también son útiles para abordar los problemas de sueño, que se han vuelto más comunes durante la pandemia. Según una encuesta de la Universidad de Michigan, realizada en enero, el 19% de los adultos de entre 50 y 80 años dicen dormir peor que antes de la pandemia.

Reconéctate socialmente. Los problemas de salud mental también han empeorado para un segmento de adultos mayores, según la encuesta de la Universidad de Michigan: el 19% declaró experimentar más tristeza o depresión, mientras que el 28% declaró estar más ansioso o preocupado.

El aislamiento físico y la soledad pueden estar contribuyendo, y es una buena idea empezar a “reforzar el apoyo social” y ver a otros en persona si están vacunados, dijo Gerlach.

Las familias tienen un papel importante a la hora de volver a relacionar a sus seres queridos con el mundo que les rodea, sugirió Batsis. “Han tenido 15 meses más o menos de pocas interacciones cara a cara. Compénsalo ahora visitando con más frecuencia. Haz el esfuerzo”.

Laura Collins, de 58 años, ha pasado mucho tiempo este último mes con su madre, Jane Collins, de 92 años, desde que se relajaron las restricciones a las visitas en la residencia de ancianos de Jane en Black Mountain, Carolina del Norte, y ambas mujeres fueron vacunadas. En el último año, la demencia de Jane progresó rápidamente y se deprimió, llorando a menudo con Laura por teléfono.

“Le encanta salir a la calle y eso ha sido maravilloso”, dice Laura. “Su estado de ánimo cambia inmediatamente cuando sale del edificio: está feliz, casi como una niña que sale a tomar un helado. Y, de hecho, eso es lo que hacemos, salir a tomar un helado”.

–Kaiser Health News es una redacción nacional que produce periodismo en profundidad sobre temas de salud. Junto con Policy Analysis and Polling, KHN es uno de los tres principales programas operativos de la Kaiser Family Foundation. La KFF es una organización sin ánimo de lucro que proporciona información sobre temas de salud a la nación.