(CNN) – ¿Saltas de la cama temprano lleno de entusiasmo y listo para empezar el día? ¿O pospones la alarma hasta el último segundo posible y arrastras tu cuerpo cansado al trabajo?
Si eres una alondra, ¡hurra!, porque tus hábitos de sueño naturales, o ritmos circadianos, están alineados con los horarios de trabajo tradicionales de 8 a 5 y con las horas de salida de la escuela.
En cambio, es un fastidio ser un ave nocturna, preparado para rendir más en la tarde y en la noche y quedarte despierto hasta tarde, según un nuevo estudio publicado el lunes en la revista Molecular Psychiatry.
El estudio utilizó datos recopilados por los monitores de actividad de muñeca que usaron más de 85.000 participantes del estudio de biobancos del Reino Unido, que alberga información en profundidad sobre la genética y la salud de más de medio millón de británicos.
Los investigadores compararon esa información sobre el sueño con reportes que brindaron las propias personas sobre su estado de ánimo y encontraron que aquellas con un ciclo de sueño desalineado son más propensas a reportar depresión y ansiedad, y tener menos sentimientos de bienestar.
Interrupción de los ritmos circadianos
“Los problemas de salud asociados con ser un ave nocturna probablemente son el resultado de ser un ave nocturna que vive en el mundo de una persona matutina, lo que conduce a una interrupción en los ritmos circadianos de su cuerpo”, dijo la especialista en sueño Kristen Knutson, profesora asociada de Neurología y Medicina Preventiva en la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern, quien no participó en el estudio.
Desafiar nuestro reloj corporal interno parece estar fuertemente asociado con ciertos niveles de depresión y “tener una desalineación más alta se asoció con mayores probabilidades de depresión”, dijo la autora del estudio, la Dra. Jessica Tyrrell, profesora de la Facultad de Medicina de la Universidad de Exeter, en el Reino Unido.
Estudios anteriores, incluido uno realizado por Knutson, identificaron una relación entre la depresión y los ciclos del sueño, “aunque la evidencia más fuerte proviene de los trabajadores por turnos”, señaló Tyrrell. La experta explicó que “algunos estudios que sugieren que estas personas tienen una mayor prevalencia de depresión y menor bienestar”.
Buenas noticias para los amantes de las mañanas
Por otro lado, un “hallazgo novedoso e importante” del estudio es que aquellas personas a las que les encanta levantarse por la mañana tenían menos probabilidades de tener un horario de sueño irregular que los noctámbulos, dijo Knutson.
“Si eres una persona de la mañana, tienes menos probabilidades de tener depresión y más probabilidades de reportar un mayor bienestar. Esto en parte puede deberse a que las personas matutinas tienen menos probabilidades de tener ‘jet lag social’”, explicó Tyrrell.
El “jet lag social” se produce cuando nos acostamos más tarde y nos despertamos más tarde los fines de semana que los días de semana en los que tenemos que levantarnos para trabajar. Es un término tomado del jet lag que experimentamos cuando viajamos entre diferentes zonas horarias, solo que el jet lag social es la “consecuencia de la discrepancia entre el ritmo biológico propio de un individuo y el horario diario determinado por las limitaciones sociales”, afirmó Tyrrell.
Entre otras posibles razones está la mayor exposición a la luz solar de aquellos que se levantan temprano, dijo Knutson.
“La exposición a la luz es mayor entre los tipos matutinos y puede reducirse en aquellos con mayor variabilidad del sueño. De hecho, la terapia con luz brillante es un tratamiento para algunas formas de depresión”, indicó.
Y por último está el problema del huevo y la gallina, que suele afectar a las investigaciones que solo pueden mostrar una asociación pero no una causalidad. También es posible que las personas con depresión tengan horarios de sueño más irregulares, lo que se debería estudiar en futuras investigaciones.