(CNN) – Los pangolines —mamíferos cuadrúpedos con garras parecidas a las de los perezosos, hocico de oso hormiguero y una armadura de escamas en forma de diamante— se consideran el mamífero más traficado del mundo. Algunas especies están al borde de la extinción.
Son animales esquivos y solitarios, y los estudios de población no han podido estimar cuántos pangolines quedan en la naturaleza. Además, son muy difíciles de cuidar en cautiverio y a menudo mueren sin una causa clara.
Hay ocho especies en África y Asia, clasificadas desde vulnerables hasta en peligro crítico. En el sudeste asiático, donde se encuentran los pangolines chinos y de Sunda, dos de las especies más amenazadas, el mayor peligro es la caza furtiva.
Son codiciados por su carne y también por su uso en la medicina tradicional; se cree que sus escamas, sin pruebas, mejoran la circulación y reducen la inflamación.
En 2019, se calcula que se traficó con 195.000 pangolines en todo el mundo por sus escamas, según el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés).
Según la organización sin ánimo de lucro Wildlife Justice Commission, sus escamas pueden venderse por hasta US$ 740 el kilo en algunos países asiáticos.
Thai Van Nguyen, el hombre vietnamita que busca salvar a los pangolines
Hoy, Thai Van Nguyen, un ambientalista vietnamita, ha sido galardonado con el Premio Medioambiental Goldman por su labor de protección de los animales. El premio anual se concede a seis ecologistas pioneros, cada uno de los cuales trabaja en un continente diferente.
En 2014, Nguyen fundó la ONG Save Vietnam’s Wildlife, con sede en el Parque Nacional de Cuc Phuong, en la región de la costa central del norte de Vietnam.
Desde entonces, creó dos centros de rehabilitación de pangolines, en los parques nacionales de Cuc Phuong y Pu Mat; y una unidad de lucha contra la caza furtiva, en la que forma a los guardabosques del gobierno en conservación de la vida salvaje, identificación de animales, conocimientos de GPS y tecnología de drones.
La unidad ataca grandes operaciones de tráfico de animales, rescatando hasta 160 en una sola redada. Nguyen afirma que Save Vietnam’s Wildlife ha liberado casi 2.000 pangolines en total, y ha sido fundamental para presionar al gobierno vietnamita para que retire a los pangolines de la lista de medicinas tradicionales aprobadas.
Calcula que hasta ahora ha educado a más de 11.000 personas sobre la importancia de estos animales y ha contribuido a reducir la caza furtiva en un 80%.
“Perder el pangolín significa perder una parte del ecosistema”
Nguyen, de 39 años, dice que creció en la selva vietnamita. Se enamoró de los pangolines cuando tenía ocho años, al ver cómo los cazadores furtivos los sacaban de sus madrigueras.
“Vi a una madre (pangolín) haciéndose bola para proteger a su cría”, cuenta a CNN. Decidió hacer de la protección de estos extraños animales el trabajo de su vida.
“El pangolín es el único mamífero escamoso del mundo”, explica Nguyen. “Perder el pangolín significa perder una parte del ecosistema, desequilibrándolo”.
El equipo de Nguyen vigila cuidadosamente a los animales para desarrollar una base de conocimientos para su protección. Algunos de los datos proceden de los cazadores furtivos, y su organización organiza talleres que reúnen a cazadores furtivos, funcionarios públicos y fuerzas del orden para facilitar la comunicación y prevenir conflictos.
“Les invitamos al taller para decirles: ‘Sabemos que eres un cazador furtivo, pero queremos trabajar juntos y cambiar’”, dice Nguyen.
Algunos resultados
Save Vietnam’s Wildlife afirma que, en los tres años siguientes al establecimiento del equipo de lucha contra la caza furtiva en el Parque Nacional de Pu Mat, se han destruido unas 10.000 trampas, se han confiscado 90 armas, se han retirado 800 jaulas y se ha detenido a 600 cazadores furtivos y traficantes.
En los centros de rehabilitación, se cuida a los pangolines rescatados y, una vez liberados, se observa su actividad mediante marcaje por radio y seguimiento con drones.
Los pangolines acapararon los titulares el año pasado después de que investigadores de la Universidad de Duke y la Universidad Agrícola del Sur de China dijeran que podían ser un huésped intermediario del nuevo coronavirus. Nguyen afirma que este vínculo ayudó a los esfuerzos de conservación.
En 2020, en un esfuerzo para evitar futuras pandemias, el primer ministro de Vietnam emitió una directiva para hacer frente al comercio ilegal de animales salvajes en el país.
También en 2020, en otro esfuerzo por proteger la escasa población de pangolines y reducir el riesgo para la salud humana, el gobierno chino retiró las escamas de pangolín de la lista de ingredientes aprobados para su uso en la medicina tradicional de China.
Una solución local
El Premio Medioambiental Goldman describe el trabajo de Nguyen como “un espacio crucial para entender y proteger a este animal en peligro crítico”.
Dan Challender, experto en pangolines y política de comercio de fauna silvestre de la Universidad de Oxford, afirma que Nguyen y Save Vietnam’s Wildlife desempeñan un enorme papel en la generación de conocimientos sobre el cuidado de los pangolines heridos.
“Lo impresionante de lo que ha hecho es que no se centra solo en la rehabilitación y la liberación”, dice Challender, y añade que la conservación de zonas clave para los pangolines requiere soluciones locales, como las de Nguyen.
Challender afirma que los pangolines desempeñan un papel vital en su entorno, ya que controlan las poblaciones de insectos y sus madrigueras sirven de refugio a criaturas como murciélagos, serpientes y mangostas.
“Si los perdiéramos (a los pangolines), eso podría tener efectos en cascada incalculables en los ecosistemas en los que viven”, señala el experto.
Nguyen es optimista sobre el futuro de los pangolines, ya que la gente conoce mejor su situación. “Veo un cambio en los jóvenes, son mucho más activos”, dice.
“Esperamos que la gente conozca al pangolín; lo encantadores que son, los retos a los que se enfrentan”, agrega. “Una persona o una organización no puede cambiarlo todo, no puede salvar al pangolín, pero si todos actuamos juntos, podemos salvar a la especie de la extinción”.