(Reuters) – El Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) aprobó el martes la resolución “Situación en Nicaragua” en la que expresa su “alarma” ante el reciente deterioro del entorno político en ese país, donde han detenido en días recientes a más de una decena de opositores, incluyendo a potenciales candidatos presidenciales.
Además, el organismo hemisférico con sede en Washington demandó reformas electorales para garantizar que los comicios de noviembre se desarrollen de forma libre y transparente.
El fin de semana, la policía, aliada del presidente Daniel Ortega, escaló la presión contra sus adversarios al detener a seis líderes políticos.
La resolución de la OEA fue secundada por 26 países. Nicaragua, Bolivia, San Vicente y las Granadinas votaron en contra, mientras que Argentina, Belice, Dominica, Honduras y México se abstuvieron.
La OEA condenó “inequívocamente el arresto, acoso y restricciones arbitrarias impuestas a los precandidatos presidenciales, a los partidos políticos y a los medios de comunicación independientes” y pidió su inmediata liberación.
El embajador nicaragüense en la OEA, Luis Alvarado, rechazó la resolución de la OEA y la catalogó de “injerencismo en contra de Nicaragua y su proceso interno de elecciones”.
A principios de junio, la policía puso a la líder de la oposición Cristiana Chamorro bajo arresto domiciliario poco después de que anunciara sus planes de postularse a la presidencia con la intención de poner fin a 14 años consecutivos de mandato de Ortega.
Al arresto de Chamorro le siguieron el de otros opositores, una situación que ha llevado al gobierno de Estados Unidos y a organismos defensores de derechos humanos a pedir su pronta liberación y calificar a Ortega como un “dictador”.