(CNN) – La levantadora de pesas de Nueva Zelandia Laurel Hubbard será la primera atleta transgénero en competir en los Juegos Olímpicos, después de ser seleccionada para el equipo nacional el lunes.
Competirá en la categoría femenina de 87 kilogramos, según un comunicado emitido por el Comité Olímpico de Nueva Zelandia que también anunció a los otros cuatro miembros del equipo de halterofilia.
Hubbard, de 43 años, se clasificó para los Juegos de Tokio en mayo, después de un cambio de reglas, lo que efectivamente le garantizó un lugar en la categoría de peso superpesado, informó Reuters en ese momento. Esta será su primera vez en los Juegos Olímpicos, un regreso notable después de una lesión importante en 2018.
“Estoy agradecida y honrada por la amabilidad y el apoyo que me han brindado tantos neozelandeses”, dijo Hubbard en el comunicado.
“Cuando me rompí el brazo en los Juegos de la Commonwealth hace tres años, me informaron que mi carrera deportiva probablemente había llegado a su fin. Pero su apoyo, su aliento y su aroha me llevaron a través de la oscuridad”, dijo, usando la palabra indígena maorí para “amor”.
El levantamiento de pesas ha sido un foco de un acalorado debate en curso sobre las atletas transgénero que compiten en deportes femeninos. Decenas de estados de EE.UU. están considerando una legislación que evitaría que las mujeres y niñas transgénero participen en las categorías femeninas, y varios de ellos ya han promulgado prohibiciones deportivas este año.
La participación de Hubbard en las categorías femeninas ha generado controversia antes: en 2018, la federación de halterofilia de Australia trató de impedirle competir en los Juegos de la Commonwealth en Gold Coast, pero los organizadores rechazaron la medida.
Y en mayo, después de que Hubbard se clasificara con éxito, la levantadora de pesas belga Anna Vanbellinghen le dijo a un sitio web de noticias de los Juegos Olímpicos que la situación era “injusta” y “como una broma de mal gusto”.
Hubbard participó en competencias de levantamiento de pesas masculinas antes de hacer la transición en 2013. Ha sido elegible para competir en los Juegos Olímpicos desde 2015, cuando el Comité Olímpico Internacional emitió nuevas pautas que permiten a cualquier atleta transgénero competir como mujer siempre que sus niveles de testosterona estén por debajo de 10 nanomoles por litro para al menos 12 meses antes de su primera competencia, según Reuters.
Ella ha sido confirmada elegible este año para los Juegos Olímpicos después de cumplir con los criterios de la Federación Internacional de Halterofilia, el Comité Olímpico Internacional y el Comité Olímpico de Nueva Zelandia, dijo el comunicado del comité el lunes.
“Reconocemos que la identidad de género en el deporte es un tema muy delicado y complejo que requiere un equilibrio entre los derechos humanos y la equidad en el campo de juego”, dijo Kereyn Smith, CEO del Comité Olímpico de Nueva Zelandia, en el comunicado.
“Como equipo de Nueva Zelandia, tenemos una fuerte cultura de manaaki e inclusión y respeto por todos”, dijo Smith. “Estamos comprometidos a apoyar a todos los atletas neozelandeses elegibles y garantizar su bienestar físico y mental, junto con sus necesidades de alto rendimiento, mientras se preparan y compiten en los Juegos Olímpicos”.