(CNN) – Un jurado investigador de Manhattan acusó el miércoles a la Organización Trump y a su director financiero, Allen Weisselberg, según personas familiarizadas con el asunto.
Se espera que los cargos, que personas familiarizadas con el asunto le dijeron a CNN el miércoles temprano están relacionados con presuntos delitos fiscales en relación con una variedad de bonificaciones y beneficios otorgados a los empleados, se revelarán el jueves. No quedó claro de inmediato cuántos cargos hay en las acusaciones.
Aunque el expresidente Donald Trump enfrentó múltiples investigaciones de la fiscalía federal y estatal durante su administración, la causa del fiscal de distrito sería la primera en acusar a la empresa homónima de conducta criminal.
No se espera que el propio Trump sea acusado, dijo su abogado.
El diario The Wall Street Journal informó primero sobre los cargos esperados.
Se espera que Weisselberg se entregue a los fiscales el jueves por la mañana, dijeron a CNN dos fuentes con conocimiento del caso.
Mary Mulligan, abogada de Weisselberg, se negó a comentar. Un portavoz del fiscal de distrito de Manhattan, Cyrus Vance, declinó hacer comentarios. Un abogado de la Organización Trump no respondió a una solicitud de comentarios.
Los cargos esperados se producirán después de que los abogados de la Organización Trump se reunieran dos veces con los fiscales en los últimos días para presentar argumentos sobre por qué la empresa no debería enfrentar cargos penales.
Y llegan después de más de dos años de investigación que comenzó con una revisión de contabilidad relacionada con los pagos de dinero secreto hechos por el exabogado de Trump Michael Cohen y que se expandió para incluir preguntas sobre si la compañía o ciertos empleados pagaron impuestos sobre los beneficios, incluidos apartamentos sin pago de alquiler, arrendamientos de autos o matrículas de escuelas privadas gratis.
Los fiscales también han analizado las bonificaciones en efectivo pagadas a los empleados y si se pagaron los impuestos correspondientes, informó CNN el miércoles.
Aunque los fiscales se han centrado en Weisselberg en un esfuerzo por convencerlo de que coopere con su investigación, sus abogados informaron recientemente a la oficina del fiscal de distrito que no cooperaría, dijeron personas familiarizadas con el asunto.
Una acusación formal probablemente aumentaría significativamente la presión sobre él para que cumpla con las demandas de los fiscales.
Sin embargo, una fuente familiarizada con el asunto dice que la presión sobre Weisselberg no ha tenido éxito por una razón.
“Considere la posibilidad de que Allen no tenga nada por lo que dar la vuelta”, dijo la fuente.
El escrutinio de Weisselberg por parte de los investigadores comenzó a finales del año pasado, cuando los fiscales reunieron pruebas sobre él con la ayuda de su exnuera, Jennifer Weisselberg. Desde entonces, ha entregado cajas de registros financieros y se ha reunido con los investigadores varias veces, le dijo a CNN el abogado de Jennifer Weisselberg, Duncan Levin.
El miércoles, Levin dijo que Jennifer Weisselberg estaba complacida de enterarse de los próximos cargos contra su exsuegro y antiguo empleador.
“Hemos estado trabajando con los fiscales durante muchos meses como parte de esta investigación fiscal y financiera y hemos proporcionado un gran volumen de evidencia que les permitió presentar estos cargos”, dijo Levin. “Nos complace saber que la oficina del fiscal del distrito está avanzando con un caso penal”.
En las últimas semanas, a medida que los fiscales se acercaban un poco más a presentar cargos, Trump arremetió contra sus indagatorias, burlándose de la investigación –dirigida por Vance y la fiscal general del estado de Nueva York, Letitia James, ambos demócratas– y diciendo que era realizada por funcionarios de la “izquierda radical”.
“Tener fiscales motivados políticamente, personas que en realidad fueron elegidas porque ‘atraparán a Donald Trump’ es algo muy peligroso para nuestro país”, dijo en un comunicado a principios de esta semana. “¿Por qué alguien llevaría su empresa a Nueva York, o incluso se quedaría en Nueva York, sabiendo que estos demócratas radicales de izquierda apuntarían voluntariamente a su empresa si se los considerara un oponente político? ¡Es devastador para Nueva York!”.