(CNN Español) – Las imágenes de un incendio en la superficie del mar del Golfo de México, que asemejaban un gran “ojo de fuego”, recorrieron el mundo rápidamente.
El incendio ocurrió el 2 de julio en una línea submarina de Pemex en el estado mexicano de Campeche —en el sureste del país— y según Petróleos Mexicanos (Pemex) fue provocado por una fuga de gas de un ducto submarino que migró a la superficie y “dadas las descargas eléctricas y fuertes lluvias, se produjo el incendio en la superficie del mar”.
El fuego se inició a las 6:15 a.m. del viernes, y se apagó a las 11:45 a.m., hora de Miami. Pemex indicó que logró extinguir el incendio “al cerrar la válvula submarina e inyectar nitrógeno al gasoducto”.
El mar en llamas
Laura Mugica Sánchez, ingeniera química y candidata a doctora por la Universidad del Sur de California (USC) explicó a CNN que para que ocurra un incendio es necesaria la presencia de tres elementos: un combustible (el gas en el ducto), oxígeno (del combustible y del aire) y una chispa (que en este caso fue provocada por una tormenta eléctrica, según Pemex).
“Si tienes estos tres [elementos] al mismo tiempo, no vas a poder apagar el incendio”, dijo Mugica Sánchez, quien explicó que durante los incendios convencionales el agua absorbe el calor del combustible, pero en este caso —al estar en el mar— el combustible está por encima del agua, por lo que siempre está en contacto con el oxígeno.
Es por ello que el nitrógeno es clave para extinguir un incendio como el de la Sonda de Campeche, pues es necesario eliminar el contacto entre el combustible y el oxígeno. “Esto se hace desplazando el oxígeno con otro gas; ya sea agua, CO2 (como el de los extinguidores) o nitrógeno en este caso”, dijo Mugica Sánchez.
Impacto ecológico del incendio
Según Pemex, en el incidente del 2 de julio “no existió derrame de crudo y las acciones inmediatas para controlar el incendio que se presentó en la superficie del mar, evitaron daño ambiental”. Sin embargo, organizaciones ambientalistas como Greenpeace y Oceana hicieron un llamado a las autoridades mexicanas para investigar el impacto del incendio y elaborar un plan de reparación del daño.
Greenpeace dijo en un comunicado de prensa que el incidente en las costas de Campeche provocó un “ecocidio que evidencia la insostenible operación que tiene la industria de los combustibles fósiles en México y el mundo”, mientras que Oceana calificó al incendio como un “catástrofe ambiental”.
“Extraer hidrocarburos del mar tiene riesgos constantes de accidentes y contaminación, en el caso concreto de la fuga y quema de gas del pasado 2 de julio, es importante conocer el impacto real que tiene en los ecosistemas en el corto, mediano y largo plazo”, dijo a CNN Renata Terrazas, directora ejecutiva de Oceana en México.
Sin embargo, Terrazas indica que el problema es que no existe información sobre los efectos de este tipo de accidentes por lo que no pueden “dimensionar el impacto que tuvo la explosión y tenemos que esperar a que las autoridades ambientales realicen este trabajo”.
“Lo que sí podemos asegurar es que tuvo consecuencias negativas, necesitamos saber hasta dónde afectaron la vida marina”, dijo Terrazas.
Por su parte, activistas como el senador independiente por Vermont Bernie Sanders y la activista sueca Greta Thunberg criticaron la dependencia de los combustibles fósiles. “Este es el mundo que nos están dejando”, escribió Thunberg en Twitter al compartir el video del incendio.
En conferencia de prensa el lunes, al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, le preguntaron si el Gobierno de México revisaría su modelo de combustibles fósiles ante las críticas de algunos grupos ambientalistas y organizaciones internacionales, a lo que respondió que su administración avanza para crear alternativas.
“Para no depender de combustibles fósiles, de recursos no renovables; tan es así, que ya se puso un tope a la extracción de crudo, no vamos a extraer más de 2 millones de barriles diarios”, dijo López Obrador.
El mandatario dijo que esta acción ayudará a la política de mejorar y no deteriorar el medio ambiente.
Nitrógeno, “el peor contaminante del mundo”
Según la organización Ocean River Institute, el nitrógeno “es el peor contaminante del mundo que afecta a los océanos” ya que causa la proliferación de algas nocivas, la eutrofización e hipoxia, lo que reduce la biodiversidad, degrada los ecosistemas oceánicos y contribuye al calentamiento global.
Por su parte, la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés) indica que el nitrógeno, como el fósforo, son nutrientes que forman parte natural de los ecosistemas acuáticos, pero cuando se ingresan en cantidades mayores “generalmente a partir de una amplia gama de actividades humanas” el aire y el agua pueden contaminarse.
“Los ecosistemas marinos son frágiles y, debido al impacto de la actividad humana, mantener su equilibrio es complicado. Más en una zona de explotación de hidrocarburos. Cualquier sustancia altera su equilibrio, ¿de qué forma? No lo sabemos aún, se necesita investigar. Y eso también es parte del problema: si no sabemos qué hemos dañado, no podemos saber cómo repararlo”, dijo Terrazas, quien explicó que los efectos de un accidente de este tipo tienen diferentes aristas ambientales y sociales que deben ser analizadas y atendidas.