Manila, Filipinas (Reuters) – El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, dio el miércoles la más fuerte insinuación de que podría aspirar a la vicepresidencia en las elecciones del próximo año, diciendo que ahora estaba “considerando seriamente” la posibilidad de postularse.En una reunión televisada con aliados de su partido político, Duterte, de 76 años, que no puede aspirar a un segundo mandato como presidente, dijo que estaba “conmovido por la avalancha de sentimientos” que le instaban a postularse como candidato a la vicepresidencia.
“A la propuesta de que me postule a la vicepresidencia, ligeramente me convence la idea. Es decir, estoy pensando seriamente en ser candidato a vicepresidente”, dijo.
El mes pasado dijo que la vicepresidencia era una “buena idea” porque tiene asuntos pendientes, como la lucha contra las drogas ilícitas.
Los críticos del voluble exalcalde han cuestionado la legalidad de que se convierta en vicepresidente, porque podría acceder nuevamente al máximo cargo si el presidente muere, dimite o es destituido.
Los sondeos de opinión muestran que Duterte sigue siendo muy popular, a pesar del enorme número de víctimas mortales de su notoria campaña antidroga y de las críticas a la respuesta de su gobierno ante la pandemia.
Su permanencia en el cargo también podría protegerle de acciones legales, en un país en el que los antiguos líderes y políticos son a menudo perseguidos, y a veces encarcelados.
Sin embargo, Duterte admitió que sería un vicepresidente “inútil” si el presidente ganador, que se elige en otros comicios, no fuera un “amigo”.
La hija de Duterte, la alcaldesa de Davao Sara Duterte-Carpio, ha encabezado las encuestas de opinión sobre posibles aspirantes a la presidencia. Ambos Dutertes lo han descartado.
Duterte se abstuvo de respaldar a su antiguo asesor y senador en funciones, Christopher “Bong” Go, como su sucesor preferido, pero dijo que Go estaba “preparado” para el puesto más alto. Go dijo que no estaba interesado.
Durante la reunión del partido estuvo ausente el boxeador convertido en senador Manny Pacquiao, que ha estado en la mira de Duterte por sus comentarios públicos sobre política exterior y corrupción, en medio de las especulaciones de que el campeón de ocho divisiones podría aspirar a la presidencia.