(CNN) – Hace unos años, los viajes de larga distancia en tren parecían estar en vías de extinción, pero muchas cosas han cambiado desde entonces.Este clásico estilo de viaje está resurgiendo a medida que los viajeros buscan formas más ecológicas de ver el mundo.
Actualmente se están preparando varios trenes y rutas nuevos, como el “tren de la ‘Dolce Vita’” de Italia, que recorrerá 10 rutas por los paisajes más conocidos del país, y los llamados “Midnight Trains”, una próxima red de servicios nocturnos desde París a 12 destinos europeos diferentes.
Sin embargo, el diseñador francés Thierry Gaugain planea llevar la experiencia del viaje en tren a un nivel completamente nuevo con su concepto más reciente: un tren de lujo privado hecho a medida para un afortunado y muy rico propietario.
Gaugain, que ha trabajado con el prestigioso diseñador Philippe Starck en innumerables proyectos, es conocido por sus impresionantes diseños de yates, entre los que se encuentra la embarcación Venus, de 80 metros, del cofundador de Apple Steve Jobs. Pero éste es su primer intento de conceptualizar un tren.
Descrito como un lujoso “palacio sobre rieles”, el tren de 400 metros de largo estará compuesto por 14 vagones y un cristal tan avanzado tecnológicamente que puede pasar de opaco a completamente transparente.
“Palacio sobre rieles”
“Este tren está pensado para un único propietario”, explica Gaugain a CNN Travel. “No es un tren público, ni un tren de pasajeros”.
“El propietario que visualizamos es alguien que es consciente de la singularidad de este tren y entiende que no estamos hablando solo de transporte. Se trata del viaje, no de lo rápido que se llega del punto A al punto B”.
Gaugain considera que los viajes se han centrado más en la velocidad que en el propio trayecto, y considera al “G Train” como un medio de transporte en el que los que van a bordo pueden divertirse tanto o más de camino al destino elegido.
“Viajar no es cuestión de velocidad”, dice. “Se trata de tomarse el tiempo, porque el tiempo es el único tesoro que tenemos”.
Y no solo el exterior del tren puede transformarse con un simple interruptor, los pasajeros también pueden cambiar “el ambiente interior del tren en cualquier sección en la que se encuentren”.
Si quieren observar el entorno exterior, pueden cambiar al modo transparente, pero si quieren crear sus propias vistas, pueden cambiar el cristal a opaco y crear prácticamente cualquier vista que deseen.
“El tren es un escenario”, explica Gaugain. “Puedes cambiar la luz, la estación o el ritmo para cambiar tu relación con el tiempo”.
Aunque un tren de lujo no parezca la transición más obvia de los diseños de yates a motor, Gaugain cree que la idea se le ocurrió por primera vez cuando era niño, y explica que los trenes siempre le han fascinado.
“Hay algo fantástico en los trenes”, explica, “hay muchas ideas románticas ligadas a ellos”.
Hora de frenar
Pero Gaugain tenía a una persona en particular en mente cuando imaginó el G Train: la multimillonaria Laurene Powell Jobs, viuda de Steve Jobs.
“Cuando me vino la idea a la cabeza, pensaba en ella como usuaria potencial”, admite.
Todavía no ha encontrado un cliente y admite que quizá tenga que encontrar a “alguien tan loco” como él para comprar el tren. Es probable que tenga un costo de unos US$ 350 millones y el proyecto tardará al menos dos años y medio en construirse.
“Quizá la persona que compre el tren comience un nuevo capítulo de su vida”, dice. “Porque nosotros [los viajeros] tenemos prisa constantemente. Necesitamos un tiempo para frenar el viaje interior y entender a dónde nos gustaría ir y comprender nuestros deseos”.
Con espacio para unos 18 huéspedes, el “G Train” circulará a 160 kilómetros por hora y estará adaptado para circular por las vías férreas de todo el continente americano y Europa.
Gaugain ha reunido a varios expertos, como el constructor de trenes suizo Stadler, el fabricante de vidrio Saint-Gobain, la empresa de ingeniería británica Eckersley O’Callaghan y la compañía de seguridad Marine Guard, para asegurarse de que el diseño es “factible”.
“Un tren así es muy complicado”, explica. “Porque no hay ningún tren que circule por todas las vías del mundo y que se ajuste a todos los sistemas”.
Disfrutar del presente
El “G Train” puede dividirse en dos si los que están a bordo deciden que quieren ir en distintas direcciones.
Los pasajeros entran por el vestíbulo de bienvenida, situado en el centro del tren, que conduce a su zona residencial principal, que incluye el alojamiento y el espacio de entretenimiento del propietario, así como una zona para invitados especiales, un salón social y un Gran Salón específicamente diseñado para recepciones.
Los huéspedes también tendrán acceso a un jardín “secreto”, mientras que las alas del tren pueden abatirse para acondicionar terrazas al aire libre, donde se pueden celebrar fiestas o incluso conciertos a bordo.
El concepto llega en un momento en que continúa el resurgimiento de los viajes nocturnos y de larga distancia en tren. La OBB de Austria anunció una colaboración con la Deutsche Bahn de Alemania, la SNCF de Francia y los Ferrocarriles Federales Suizos para lanzar nuevas rutas “Nightjet”, junto con un tren cama entre Zúrich y Barcelona, en los próximos cuatro años.
Una mirada al medio ambiente
El interés renovado por los viajes en tren ha estado estrechamente relacionado con la preocupación por el medio ambiente, pues los viajeros son más conscientes de su huella de carbono.
Gaugain dice que no le sorprende que las cosas vayan en esta dirección, y predice que los trenes serán aún más populares en los próximos años.
“El tren no es un objeto del pasado”, dice. “Los trenes se encuentran con el presente ahora mismo. La sostenibilidad es una de las principales razones”, agrega.
“No hay nada más sostenible que los trenes cuando se trata de viajar. El avión está muy atrasado, y otros medios consumen mucha energía. Cada vez más [los trenes] serán un vehículo para el futuro. Y lo que tenemos en mente con este tren es hacer un vehículo para el futuro. Una combinación de lujo extremo y la mejor tecnología”, concluyó Gaugain.