(CNN) – Disneyland Resort tradicionalmente atrae a millones de visitantes de todo el mundo cada año al “lugar más feliz de la Tierra”, pero después de cerrar durante más de un año debido a la pandemia, el complejo se vio obligado a hacer algunos cambios importantes destinados a dar la bienvenida a los visitantes de forma segura.
Un mes después de que la atracción del sur de California reabriera sus puertas a los visitantes de fuera del estado, hice un viaje por carretera desde Arizona para ver qué parte de la magia quedaba.
Las multitudes están de regreso
Cuando visité los parques de Disneyland y California Adventure el fin de semana después del 4 de julio, estaban abarrotados.
Desde su reapertura, Disneyland Resort funciona con un sistema de reservas, por lo que hay que hacer una reservación del parque que se quiere visitar con anticipación y hay algunas limitaciones de capacidad.
Disneyland deja claro en su página web que las ofertas están sujetas a cambios.
“Ciertos parques, hoteles, restaurantes, atracciones, experiencias y otras ofertas pueden ser modificadas o no estar disponibles, tener una capacidad limitada y estar sujetos a una disponibilidad limitada o incluso al cierre, y la admisión al parque y las ofertas no están garantizadas”, se lee en el sitio.
El sistema de reservas no parece haber servido de mucho para controlar las multitudes cuando estuve allí. A las dos horas de la apertura de los parques cada día, las multitudes llenaban los pasillos, tan apretados que mis hombros rozaban a los de otras personas en las zonas más transitadas.
En el suelo quedaban algunos indicadores de distanciamiento, pero nadie parecía seguirlos. Tanto al caminar libremente por el parque como al esperar en la fila para las atracciones y la comida, la gente se mantenía a menos de 30 centímetros de distancia unos de otros.
Las mascarillas eran escasas y estaban muy dispersas
Muy pocas personas, adultos o niños, usaban mascarillas, tanto dentro como fuera, cuando estuve en el parque.
No había forma de saber quién estaba vacunado. Muchos de los visitantes de Disneyland son niños menores de 12 años y aún no pueden vacunarse.
En ese momento, las normas del Disneyland Resort exigían que los visitantes no vacunados usaran mascarillas en espacios interiores.
A partir del 30 de julio, todos los visitantes de 2 años en adelante deberán usar mascarillas en el interior, independientemente de su estado de vacunación. La norma se aplica en muchas atracciones y en los vehículos de transporte cerrados.
La oferta de comida se redujo considerablemente
Alrededor de una cuarta parte de las opciones de comida, tanto de servicio rápido como de servicio de mesa, estaban cerradas temporalmente durante mi visita. También es necesario tener una entrada y una reservación del parque temático en la misma fecha para comer dentro de los parques.
Los locales que estaban abiertos solían ofrecer menús reducidos. Por ejemplo, Flo’s V8 Café en Cars Land, en Disney’s California Adventure, ofrecía pastel de carne y sándwiches club antes de la pandemia. Ahora, solo ofrecen hamburguesas, pollo frito y nuggets de pollo.
La escasez de personal puede explicar en parte las limitaciones de la comida.
En mi primer día, comí en Blue Bayou, un restaurante de alta cocina situado dentro de la atracción Piratas del Caribe. Normalmente ofrecen un servicio de pan de cortesía antes de que llegue el plato principal, pero me di cuenta de que faltaba. Le pregunté al mesero y me dijo que el restaurante funciona a media máquina, por lo que tuvieron que cortar el servicio de pan.
En el resto de mi viaje, me di cuenta de que la desaparición del pan iba más allá de este restaurante. Los tazones de pan de masa fermentada son muy populares en los parques, y los restaurantes que normalmente los servían estaban completamente cerrados u ofrecían sopa con un panecillo al lado en lugar de en un tazón de pan.
Se recomienda hacer pedidos a través del teléfono móvil
El complejo ha recurrido en gran medida a Mobile Order, un sistema que lanzaron hace un par de años en el que los visitantes pueden pedir comida a través de la aplicación de Disneyland y saltarse la fila para recogerla.
Si el objetivo era reducir las filas y aglomeraciones en los locales de comida, los resultados fueron cuestionables. Al animar a tanta gente a hacer pedidos móviles, se formaron largas filas en las zonas de recogida de pedidos móviles.
El sistema no es el más intuitivo, por lo que hay miembros del personal en la parte delantera de la mayoría de los restaurantes de servicio rápido que guían a los clientes sobre cómo utilizarlo.
Los FastPass han desaparecido
La eliminación temporal del sistema de FastPass es un aspecto positivo para los visitantes que suelen esperar en la fila normal. También está suspendido el servicio de MaxPass a través de la aplicación móvil de Disneylandia.
Antes de la pandemia, los visitantes podían ir a las entradas de las atracciones y reservar un FastPass, que permite saltar a la parte delantera de la fila a una hora determinada para reducir en gran medida los tiempos de espera.
El mayor inconveniente del sistema de FastPass era que hacía que la fila normal se alargara porque se permitía a la gente dirigirse constantemente a la parte delantera de la fila. Como el sistema de FastPass se suspendió temporalmente, la espera en la fila de las atracciones fue muy fácil.
Los tiempos de espera de las atracciones eran más o menos los mismos que antes de la pandemia, pero las filas se movían casi constantemente. Esto hizo que la espera en las filas de hasta una hora y media de duración para atracciones populares como WEB SLINGERS: A Spider-Man Adventure en el nuevo Avengers Campus de California Adventure fuera mucho más agradable.
Conocer a los personajes a la distancia
Una actividad emblemática de Disney para cualquier niño, o niño de corazón, es conocer a sus personajes favoritos.
Para mantener el distanciamiento social, los personajes deambulan por zonas ajardinadas detrás de cortas vallas o en plataformas para que los invitados mantengan la distancia.
En lugar de esperar en largas filas para charlar con tu personaje favorito, casi todos los encuentros y saludos son libres, en los que te acercas hasta estar a un metro y medio de distancia para conocerlos.
Los personajes hacen todo lo posible por turnarse con cada persona, y también puedes tomarte una foto rápida con ellos.
Para los niños pequeños que disfrutan de la interacción individual y no entienden el distanciamiento, esta puede ser una experiencia poco ideal. Vi a muchos niños pequeños correr hacia su personaje favorito para que sus padres los agarren por detrás y los detengan.
Por otro lado, esta es una gran oportunidad para personas como yo, a las que les gusta tomarse fotos con los personajes pero no necesariamente esperar en largas colas o interactuar demasiado con ellos.
Durante un viaje típico, no tengo tiempo de esperar para ver a los personajes. Pero en esta última visita, pude charlar y tomarme fotos con al menos media docena de personajes.
Sigue siendo mágico
A pesar de algunos cambios significativos desde mi última visita, disfruté de mi viaje tanto como en los tiempos anteriores a la pandemia.
Disneyland ha prosperado durante más de 65 años, y su capacidad para adaptarse sin perder la magia es lo que hace que la gente lo siga visitando, incluso en medio de una pandemia.
La semana anterior a mi visita, el parque reintrodujo el espectáculo nocturno de fuegos artificiales, que fue una gran celebración de la alegría y la perseverancia. Y a todos nos vendría bien un poco más de eso estos días.
Puede que el parque temático tenga un aspecto y un funcionamiento algo diferente, pero la magia de Disneylandia permanece fuerte.