(CNN) – Los veranos de Japón son calurosos, húmedos y pueden ser mortales. Si se están batiendo récords durante las pruebas de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 también podría salir una marca que quizás no hubiera querido.
Antes de la pandemia, la insolación era el mayor riesgo para los atletas de los Juegos Olímpicos de Tokio, pero durante la primera semana de las competencias, el calor se ha visto agravado por valores de humedad que oscilan entre el 66 y el 84%, lo que hace que la sensación de calor sea mucho mayor y limita la capacidad del cuerpo para refrescarse mediante el sudor y la evaporación.
“Si se tiene en cuenta no solo la temperatura, sino también la humedad, yo diría que el verano de Tokio es el peor de la historia de los Juegos Olímpicos”, afirma Makoto Yokohari, profesor de medio ambiente y planificación urbana de la Universidad de Tokio y asesor de Tokio 2020, que habló con CNN antes de que comenzaran los Juegos.
Durante los Juegos Olímpicos, las temperaturas han alcanzado con frecuencia los 32,2°C o más, pero con la humedad, la sensación puede ser de hasta 37,7°C. En 2018 se registraron más de 1.000 muertes por la ola de calor en el país. Este año, del 19 al 25 de julio, más de 8.000 personas han sido hospitalizadas por posibles golpes de calor.
El Comité Olímpico Internacional ha dicho que ha tomado precauciones para hacer frente al calor, suministrando agua y sombra en las sedes. En una declaración a CNN, dijo que la salud de los atletas está “en el centro de nuestras preocupaciones”.
En 2019, los organizadores trasladaron el maratón a Sapporo para evitar el clima opresivo. Pero los atletas de otros deportes ya están luchando bajo el sol de Tokio.
La semana pasada, la arquera rusa Svetlana Gomboeva fue tratada por agotamiento por calor cuando las temperaturas alcanzaron más de 90 grados ese día. El miércoles, el tenista ruso Daniil Medvedev estaba visiblemente afectado por el calor.
Cuando el árbitro le preguntó si podía seguir jugando, respondió: “Soy un luchador, terminaré el partido, pero puedo morir”. Más tarde, añadió que “no podía respirar bien” y afirmó: “Creo que fue el día más húmedo que hemos tenido hasta ahora”.
Ese mismo día, la española Paula Badosa se vio obligada a retirarse de su partido por un golpe de calor y fue escoltada fuera de la pista en una silla de ruedas.
“Fue una pena terminar mi participación de esta manera”, dijo Badosa en comentarios publicados en Tokio 2020. “Las condiciones han sido exigentes desde el primer día, hemos intentado adaptarnos lo mejor posible, pero hoy el cuerpo no resistió lo necesario”.
Una advertencia
La estrella del tenis Novak Djokovic describió las condiciones de juego como “brutales” tras su partido de primera ronda.
“He jugado al tenis profesionalmente durante 20 años, y nunca me he enfrentado a este tipo de condiciones en toda mi vida de forma continua y diaria”, dijo Djokovic en comentarios publicados por Tokio 2020.
La Federación Internacional de Tenis tiene una política de emergencia meteorológica que proporciona a los atletas dos descansos de 10 minutos cuando las temperaturas alcanzan niveles peligrosos. El miércoles, además, anunció que los partidos comenzarían más tarde en el día.
Natsue Koikawa conoce muy bien el riesgo de competir con mucho calor. Ex corredora profesional, se desmayó durante un maratón en Japón en 1995 y estuvo a punto de morir.
“Un golpe de calor puede ocurrirle a cualquiera y es una causa de muerte muy común”, advierte Koikawa. Tardó más de un año y medio en recuperarse y nunca más volvió a participar en un maratón importante.
Ahora es profesora y entrenadora de atletismo en la Universidad de Juntendo e investiga los peligros de competir con calor, algo que, según ella, no siempre es fácil de reconocer para los atletas.
“Puede ser muy difícil para los atletas renunciar a competir en medio del juego porque los atletas están representando a su país en el escenario de sus sueños”, dijo. “Pero yo les digo a los atletas que tener el valor de renunciar es la mejor manera de prevenir un golpe de calor”, agregó.
Debido a las restricciones de covid-19, la mayoría de los atletas tienen menos tiempo en Japón para aclimatarse a las condiciones climáticas antes de competir. Solo pueden llegar a la Villa Olímpica cinco días antes de competir y la mayoría tiene que marcharse en los dos días siguientes.
El futuro de los Juegos Olímpicos de verano
En 1964, los Juegos Olímpicos de Verano de Tokio se celebraron en octubre para combatir el calor. Pero en las últimas décadas se celebran en julio o agosto. Es cuando el calendario deportivo es más tranquilo, lo que aumenta la audiencia de los Juegos. Por ello, son los meses idóneos para que las cadenas de televisión, que pagan miles de millones de dólares por los derechos, puedan exhibir el evento.
Pero desde entonces, las temperaturas han seguido elevándose. Según un informe de la Asociación Británica para el Deporte Sostenible, las temperaturas en Japón han aumentado tres veces más rápido que el promedio mundial desde 1900.
Yokohari dijo que estos Juegos deberían haber seguido el mismo camino que los de 1964.
“Celebrar los Juegos Olímpicos en pleno verano en Tokio no es algo que se deba hacer”, dijo Yokohari, que cree que Tokio 2020 debería haberse pospuesto hasta el otoño.
Sin embargo, los investigadores advierten que el problema va más allá de Tokio.
En 2085, la mayoría de las ciudades podrían ser demasiado calurosas para los Juegos Olímpicos de verano debido al cambio climático, según una investigación publicada en The Lancet.
De cara al futuro, la previsión en Tokio es más de lo mismo: las temperaturas seguirán estando en los 30-33,3 °C durante los próximos siete días, pudiendo alcanzar los 33,8 °C durante el fin de semana.
Sin embargo, según la Agencia Meteorológica de Japón, actualmente no hay avisos de calor para la región del Gran Tokio.