(CNN Español) – Desde que empezamos a hablar del desarrollo de las vacunas contra el covid-19 recibimos decenas de preguntas. Algunas de las dudas de las personas apuntan a mitos y desinformación que se generan en internet y conversaciones casuales.
Preguntamos a nuestra audiencia cuáles son las razones por las que no se han vacunado. En este episodio, el Dr. Elmer Huerta refuta, con ciencia, a estas teorías y mitos.
Puedes escuchar este episodio en Spotify o tu plataforma de podcast predilecta o leer la transcripción a continuación.
Hola, soy el Dr. Elmer Huerta y esta es su dosis de información sobre el nuevo coronavirus, información que esperamos que sea de utilidad para cuidar de su salud y la de su familia.
Hoy contestaremos algunas preguntas relacionadas con los mitos y creencias que impiden que las personas se vacunen y que nos han hecho en nuestra cuenta de Twitter @DrHuerta.
Preguntas sobre mitos de la vacuna que recibimos en Twitter
Eso es muy cierto, Largo. Hay que tener mucho cuidado con lo que uno escucha en los medios de comunicación. Un consejo que puedo darle es que trate de obtener noticias de varias fuentes, y tome una decisión informada.
Si hay contradicción en las noticias que escucha, o si hay algo que le parezca raro, no tenga temor de contactar a su médico de confianza para que le pueda aclarar las dudas. Tenga cuidado con los medios de comunicación que politizan las informaciones.
Hola, Mayra. Que las vacunas han sido desarrolladas por la industria farmacéutica es obviamente cierto, ningún otro tipo de industria podría desarrollar ese tipo de medicinas.
Si por si acaso él cree -como alguna gente- que la industria farmacéutica ha creado las vacunas solo como un modo de obtener ganancias económicas, eso no es cierto. Además, los precios de las vacunas pueden ser observados por las entidades reguladoras de cada país.
Cierto, Mariela. Mucha gente no se vacuna por esa idea, pero como lo hemos escuchado en varios episodios, entre ellos el del 16 de febrero, la efectividad de una vacuna se mide a tres niveles.
La primera es la efectividad de la vacuna para prevenir la infección sintomática o asintomática; la segunda, para prevenir la enfermedad grave, y la tercera es para prevenir la muerte.
Si bien es cierto que recientes datos indican que la efectividad de las vacunas es menor para prevenir la infección sintomática o asintomática por la variante delta -lo que ha obligado a que en Estados Unidos se les pida a las personas vacunadas que vuelvan a usar mascarillas- la efectividad para prevenir la enfermedad grave y la muerte son muy altas.
La prueba de eso es que 99,5% de todas las muertes en Estados Unidos ha ocurrido en personas no vacunadas.
Decir entonces que “si igual me voy a enfermar, entonces para qué me vacuno” no es correcto. Lo correcto sería decir “debo vacunarme para no enfermarse gravemente y no morir”.
Hola, Noelia. Como cualquier medicamento, las vacunas no están libres de causar efectos secundarios y, en ese sentido, es cierto que se ha documentado que las vacunas de AstraZeneca y Johnson & Johnson han sido asociadas al desarrollo de trastornos de la coagulación.
Como lo escuchamos en el episodio del 14 de abril, el uso de la vacuna de Johnson & Johnson puede ocasionar un caso de trombosis por cada millón de personas vacunadas, mientras que la de AstraZeneca causa cuatro casos por cada millón de usuarios, pero la posibilidad de formar coágulos por covid-19 es mucho mayor que la posibilidad de formar coágulos por las vacunas.
Eso ha obligado a que las agencias regulatorias hagan las advertencias necesarias para su uso y permitan que se sigan usando esas vacunas, por considerar que su beneficio es mayor que el riesgo.
Cierto, Solaria, mucha gente dice eso, pero la verdad es que los diversos tipos de tecnología usados en las vacunas han estado en desarrollo durante décadas.
Por ejemplo, las tecnologías de virus inactivos tienen por lo menos 60 años de uso, pues se usaron en las vacunas contra la poliomielitis de Salk.
De igual modo, la tecnología de vectores virales y ARN mensajero fue desarrollada en preparación para enfrentar al SARS, MERS y ébola, y fue rápidamente modificada al aparecer el nuevo coronavirus.
No es cierto entonces que las vacunas se han desarrollado en un solo año.
Muy cierto, Alexander. Creo que nadie puede obligar a una persona a hacer lo que no desea, pero creo que en circunstancias especiales -como una pandemia- es muy importante pensar en el bien común.
Al respecto, si bien es muy difícil que los gobiernos puedan legislar mandatos obligatorios para que la gente se vacune, recientemente algunas grandes empresas -como Google, Disney y Facebook- han dicho que solo los empleados vacunados podrán regresar al trabajo.
Esa es una teoría de conspiración muy común, Jorge, pero olvidan que aún no existe la tecnología para fabricar chips electrónicos que puedan pasar por el delgadísimo interior de una aguja tan fina como la que se usa para vacunar.
Es exactamente al revés, Miguel. Las mutaciones se producen cuando millones de personas son infectadas en un corto periodo de tiempo. Al vacunar a una persona, se impide la infección, y al impedir la infección de millones de personas, se evitarán las mutaciones y, por tanto, la formación de variantes.
Es por eso que una de las estrategias más importantes para evitar la formación de variantes es la vacunación de la población.
Esa es una teoría muy común, Lili, pero se sabe por el uso de múltiples vacunas a través de los años que -cuando se presentan- los efectos secundarios de las vacunas se observan en el corto plazo, por lo que es un miedo sin fundamento pensar que millones de personas van a morir en los próximos años.
Mucha gente piensa eso, Julio, pero -al igual que con la creencia de que las vacunas van a ocasionar la muerte en el futuro- la experiencia de usar múltiples vacunas a través de los años es que -cuando se presentan- los efectos secundarios de las vacunas se observan en el corto plazo, por lo que es un miedo sin fundamento pensar que millones de personas van a enfermar en los próximos años.
Hola, Endy. Esa afirmación es parcialmente cierta. Te explico.
Como lo escuchamos en el episodio del 16 de febrero, la efectividad de una vacuna se mide a tres niveles.
La primera es la efectividad de la vacuna para prevenir la infección sintomática o asintomática; la segunda, para prevenir la enfermedad grave, y la tercera es para prevenir la muerte.
Si bien es cierto que recientes datos indican que la efectividad de las vacunas contra covid-19 es menor para prevenir la infección sintomática o asintomática por la variante delta, la efectividad para prevenir la enfermedad grave y la muerte son muy altas. La prueba de eso es que 99,5% de todas las muertes en Estados Unidos ha ocurrido en personas no vacunadas.
Entonces, si bien es cierto que la efectividad de la vacuna contra la polio y otras enfermedades infantiles es mayor que la de la vacuna contra covid-19 en prevenir la enfermedad, todas las vacunas nos protegen de la enfermedad grave y la muerte, lo cual es muy importante desde el punto de vista de salud pública.
Esa creencia es muy común, Rocío, pero no es cierta. Recordemos que ninguna vacuna contiene virus activos capaces de causar enfermedad.
Depende de la tecnología que usen. Las vacunas de ARNm contienen códigos genéticos para fabricar proteínas de las espigas, las de vectores virales contienen los genes para fabricar esas mismas proteínas, y las vacunas de virus inactivados contienen virus “muertos” incapaces de causar enfermedad.
De tal modo que, si bien es cierto que todas las vacunas pueden causar algún efecto secundario, esos síntomas no deben confundirse con que una vacuna es capaz de causar covid-19.
Preguntas que recibimos de la audiencia a través de Instagram
Madame dice: Porque estoy embarazada y la vacuna puede dañar a mi bebé.
Hola, Madame. En realidad, como lo escuchamos en el episodio del 27 de abril, el análisis de los datos de 3.958 mujeres, incluidas en el Registro de Embarazos V-Safe de los CDC, concluyó que las vacunas en mujeres embarazadas son seguras y efectivas.
Eso ha hecho que tanto los CDC como la Sociedad Estadounidense de Obstetricia y Ginecología recomienden que las mujeres embarazadas conversen con sus médicos y puedan vacunarse.
Ángela dice: Porque las vacunas están hechas con células de fetos abortados
Eso no es cierto, Ángela. Como lo escuchamos en el episodio del 12 de octubre, todo empezó a inicios de la década del setenta en Leiden, Holanda, cuando el laboratorio del científico Alex Van der Eb buscaba producir una línea de células que pudieran ser usadas en la fabricación de proteínas.
Uno de sus científicos posdoctorales, el canadiense Frank Graham, logró insertar -después de 293 experimentos- el material genético de un virus de resfrío en el núcleo de células embrionarias de riñón de un feto legalmente abortado en Holanda.
Lo que obtuvo fue una línea celular inmortal llamada HFK 293, en donde la letra H viene del inglés “human”, o humano; la F, de “fetal”]; la K, de “kidney”, o riñón en español, y 293, del número de experimento que logró concluir el experimento.
HFK 293 significa, entonces, “células fetales de riñón humano logradas en el experimento 293”.
Desde entonces, esa línea celular HFK 293 y su derivado HFK 293T se han convertido en las principales líneas celulares con las que trabaja la gran mayoría de laboratorios que hacen experimentos para el desarrollo de medicinas y vacunas.
Otra línea celular, llamada PER.C6, derivada de células de la retina de un feto abortado a mediados de la década de los ochenta en el mismo laboratorio del Dr. Van der Eb, está siendo usada en el desarrollo de la vacuna del laboratorio Johnson & Johnson.
En conclusión, en el proceso de fabricación de las vacunas contra covid-19 se usan líneas celulares desarrolladas hace más de 50 años, pero no se usan células de fetos abortados.
Alberto dice: Porque sus bases científicas no son tan sólidas, parece un montaje mediático.
Hola, Alberto. Creo que esa teoría se desmonta cuando vemos a millones de personas protegidas y cómo el 99,5% de los fallecidos por covid-19 en Estados Unidos ocurre en personas no vacunadas.
La vacuna es una realidad, y la protección que ofrece es una realidad.
Tammy dice: Me da miedo que mis adolescentes tengan problemas en el corazón por las vacunas.
Hola, Tammy. Como lo escuchamos en el episodio del 25 de mayo, es cierto que las vacunas de ARN mensajero, como las de Pfizer y Moderna, están asociadas al desarrollo de casos de inflamación del músculo del corazón.
Pero es cierto también que esa inflamación es muy rara y leve, por lo que la FDA ha dado autorización para que se continúe con la vacunación.
La evidencia estima que el beneficio de la vacunación es mucho más grande que el pequeño riesgo de ese efecto secundario.
Hedp86 dice: Me dan miedo las reacciones alérgicas graves.
Hola, Hedp86. Dos recientes estudios evaluaron la frecuencia de las reacciones alérgicas a las vacunas de Pfizer y Moderna, y se encontró que una reacción anafiláctica severa podía suceder en 11 por cada millón de vacunados para la vacuna de Pfizer, y 2,5 por cada millón para la vacuna de Moderna.
La gran mayoría de casos ocurrieron dentro de los primeros 15 minutos de la inyección, y fueron tratados exitosamente. Algunas personas tuvieron historia de severas reacciones anafilácticas, pero ninguna falleció.
En resumen, el beneficio de la vacunación es mayor que el riesgo, y solo las personas con historia de graves reacciones anafilácticas deben hablar con su médico antes de vacunarse.
Orozco dice: Porque muchas personas vacunadas han muerto.
Hola, Orozco. Eso no es cierto. Datos oficiales de los CDC de Estados Unidos no confirman esa creencia. Al revés, las personas no vacunadas son las que en el momento están falleciendo mayoritariamente.
Si no, recuerda que 99,5% de las muertes en Estados Unidos son ahora en personas no vacunadas.
Chaguala dice: No funcionan contra las variantes.
Hola, Chaguala. Esa afirmación es parcialmente cierta.
Diversos estudios han revelado que ciertas vacunas (las que han sido estudiadas y tienen estudios científicos publicados) han perdido efectividad para prevenir enfermedad leve causada por las variantes delta, gamma y lambda, pero, felizmente, la efectividad que tienen para prevenir enfermedad grave y muerte es aún muy alta.
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Envíeme sus preguntas por Twitter, intentaremos responderlas en nuestros próximos episodios. Puede encontrarme en @Drhuerta.
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Si tienes alguna pregunta puedes enviarla al doctor Elmer Huerta a través de Twitter. También puedes dirigirte a CNNE.com/coronaviruspodcast para todos los episodios de nuestro podcast “Coronavirus: Realidad vs. ficción”.