(CNN) – Las juntas escolares de todo el estado de Florida se vieron sacudidas por el decreto del gobernador Ron DeSantis que amenazaba con retirar la financiación a las escuelas que implementaran las órdenes de uso de mascarilla.
Las escuelas públicas del condado de Broward revirtieron su decisión de exigir el uso de mascarillas; las escuelas públicas del condado de Duval exigen que los padres puedan “optar” por que sus hijos usen una mascarilla, y las escuelas públicas del condado de Alachua limitarán su mandato de uso de mascarillas a las dos primeras semanas de clase.
Pero varios expertos legales dijeron a CNN que el decreto no prohíbe realmente los mandatos de uso de mascarillas en las escuelas y es más un discurso político que una directiva legal.
“Se trata de un riff suelto sobre las opiniones políticas del gobernador sobre el uso de mascarillas y los derechos de los padres, repleto de cláusulas ‘Considerando’ totalmente inaplicables, diseñadas para obtener titulares en los periódicos, la televisión y Twitter, en lugar de apoyo judicial en caso de demandas inevitables”, dijo el analista jurídico de CNN Paul Callan.
El profesor de la Facultad de Derecho de Columbia Richard Briffault, especializado en derecho gubernamental estatal y local, dijo algo similar.
“El decreto no es más que un comunicado de prensa glorificado en el que se dice a los funcionarios de salud y educación de Florida que escriban normas que sigan la ley de Florida”, afirmó Briffault.
Luke Wake, abogado de la Pacific Legal Foundation, una organización legal sin ánimo de lucro que dice defender a los estadounidenses amenazados por las extralimitaciones y los abusos del gobierno, dijo que también era escéptico.
“No estoy seguro de su alcance”, dijo Wake. “Eso probablemente depende de su autoridad estatutaria para retener fondos estatales”.
El decreto de DeSantis ordena al Departamento de Educación de Florida y al Departamento de Salud de Florida que emitan normas de emergencia que den a los padres el poder de elegir si sus hijos usan mascarillas en clase. El decreto, firmado el viernes, también amenaza con retener la financiación estatal si los distritos no cumplen.
El decreto establece que DeSantis tiene la autoridad para emitir la orden bajo la Constitución de Florida y la Ley de Gestión de Emergencias de Florida. El decreto también afirma que es consistente con la Declaración de Derechos de los Padres del estado.
“De acuerdo con el Decreto 21-175, el Departamento de Salud de Florida iniciará la elaboración de normas en colaboración con el Departamento de Educación de Florida para proteger la libertad de los padres de elegir si sus hijos usan mascarillas”, dijo la portavoz de DeSantis, Christina Pushaw, en un comunicado.
“Estamos finalizando las reglas de emergencia de salud y educación esta semana que no prohíben las mascarillas en las escuelas pero requerirán que los padres tengan el derecho de optar por que sus hijos no las usen. Se espera que los distritos escolares permitan a los padres hacer esta elección”, dijo Pushaw.
Florida se encuentra en medio de un notable incremento de las hospitalizaciones por covid-19, principalmente entre personas no vacunadas, que superó el pico anterior del estado en julio pasado, según la Asociación de Hospitales de Florida. En general, los niños son mucho menos propensos a enfermar gravemente por el virus, pero no son inmunes y pueden contagiar a otros.
Los expertos legales cuestionan el propósito del decreto
Wake dijo que el decreto “simplemente ordena a las agencias estatales que creen normas para proteger la salud pública en el entorno escolar que respeten los deseos de los padres sobre el uso de mascarillas de sus hijos”.
“El (decreto) no prohíbe explícitamente las normas que obligan al uso de mascarillas por parte de los niños en las escuelas de Florida”, dijo Callan. “La autoridad para regular esto recae en el Departamento de Salud de Florida tras consultar con el Departamento de Educación de Florida, no en el gobernador”.
Briffault señaló que el decreto no prohíbe los mandatos de uso de mascarillas, pero sí alienta al Departamento de Educación de Florida a prohibirlas, hacerlas opcionales o hacer que los padres opten por no usarlas para sus hijos.
Callan dice que si bien DeSantis envía un fuerte mensaje sobre las mascarillas, sus opiniones no son de carácter obligatorio y es probable que su decreto no resista un desafío judicial.
“El decreto en sí no hace nada que tenga consecuencias legales”, indicó Briffault.
“El (decreto) es en realidad bastante desdentado en el sentido de que todas las secciones de la ley que invoca no privan al Departamento de Salud de su poder como responsable último de las decisiones relativas a las medidas necesarias para inhibir la propagación de las enfermedades transmisibles, como se indica en la sección 1003.22(3) de los Estatutos de Florida”.
“Es muy poco probable que los tribunales permitan al estado retener la financiación de los distritos escolares que insisten en que los niños usen mascarilla como una medida sanitaria necesaria, especialmente cuando los CDC lo recomiendan”, dijo Callan.
Callan dice que los que se oponen a la medida probablemente citarán que, según el artículo IX de la Constitución de Florida, el estado tiene el deber de educar a todos los niños.
“Cortar la financiación a los distritos que optan por exigir el uso de mascarilla para prevenir la propagación del covid-19, una enfermedad transmisible potencialmente mortal, violaría el ‘deber primordial’ del estado de educar a todos los niños, no solo a los que no usan mascarilla”, afirmó Callan.