Nota del editor: Lakshman Achuthan y Anirvan Banerji son co-fundadores del instituto Economic Cycle Research Institute (ECRI). Las opiniones expresadas en este comentario les pertenecen únicamente a los autores.
(CNN Business) – A pesar del continuo optimismo sobre la reapertura del país, el crecimiento económico de EE.UU. ya comienza a desacelerarse.
Sí, las comparaciones interanuales con las condiciones catastróficas de la primavera de 2020 han inflado los datos recientes de crecimiento económico. Pero es importante entender que hay mucho más que contar desde la perspectiva del ciclo económico. Esa es nuestra conclusión, no solo a partir de los datos que vigilamos regularmente y que definen los ciclos económicos, como el PIB y el empleo, sino también de los indicadores económicos que prevén picos y valles en esos ciclos.
En el fondo de una recesión grave, la economía es como un resorte enrollado que vuelve a saltar en la primera parte de la recuperación. Sin embargo, una vez que se ha desenrollado casi por completo, su rebote se reduce.
En eso estamos hoy. Aunque la economía sigue recuperándose, nuestro trabajo muestra que el ritmo de la recuperación ya empieza a desacelerarse. Eso se desprende de nuestro Índice Coincidente de Estados Unidos, que combina las medidas amplias de producción, empleo, ingresos y ventas. Los datos más recientes muestran que la tasa de crecimiento de la economía de Estados Unidos, tras alcanzar un máximo de casi el 20% en marzo, se ha ralentizado hasta el 5% en junio. Además, nuestro análisis anticipa que la economía seguirá desacelerándose en los próximos meses.
Para ser claros, no vemos una recesión a gran escala. Y en el segundo trimestre de 2021, se registró el mayor crecimiento interanual del PIB en 70 años. Pero incluso con la economía en camino de una plena reapertura en los próximos meses y la tasa de desempleo a punto de disminuir, el crecimiento económico ya se está desacelerando, como advertimos públicamente por primera vez aquí.
Parte de esta historia de desaceleración es que, mucho antes de que surgieran las preocupaciones de la variante delta, el gasto de los consumidores en bienes comenzó a caer porque el gasto se reorientó de los bienes a los servicios a medida que la economía se reabrió más. Pero el renovado gasto en servicios no está compensando del todo la caída del gasto en bienes. Y la propagación de la variante delta podría empeorar aún más las cosas.
Por otra parte, una confluencia de factores, que van desde los precios de la vivienda al rojo vivo que disuaden a los compradores de primera vivienda hasta la escasez de materias primas y trabajadores de la construcción, está frenando el crecimiento de la construcción de viviendas. Y esta desaceleración está actuando como un lastre adicional para el crecimiento económico general.
Ominosamente, nuestro trabajo también muestra un fuerte vínculo entre el riesgo de graves correcciones bursátiles y la desaceleración del crecimiento económico. Desde 2010, todas las correcciones bursátiles que implican un retroceso de al menos el 10% en el S&P 500 comenzaron durante este tipo de desaceleraciones cíclicas.
La economía se encuentra en una situación similar a la que tenía un año después del final de la Gran Recesión de 2007-09. A principios de 2010, con el innegable rebote de la economía, crecía el optimismo sobre una “recuperación en forma de V”, en la que la economía rebota rápidamente como un resorte enrollado tras tocar fondo. Pero el rebote del “resorte enrollado” estaba en realidad a punto de desacelerarse, y nuestro marco ya mostraba señales de precaución. A principios de 2010, predijimos una desaceleración del crecimiento económico. Efectivamente, el crecimiento económico real alcanzó su punto máximo en mayo y siguió desacelerándose durante todo un año.
En el ciclo actual, cuando la economía empezó a recuperarse el año pasado, explicamos por qué el consiguiente repunte del mercado bursátil tenía todo el sentido del mundo desde un punto de vista cíclico, independientemente de todas las noticias negativas sobre la pandemia y los conflictos políticos.
A medida que las expectativas de crecimiento económico se ajusten a la baja en los próximos meses, aumentará el riesgo de que se produzcan importantes burbujas en el mercado bursátil. La velocidad de la recuperación de la recesión a causa del covid-19 ha sido récord, pero es importante entender que no va a mejorar más.