Parque Deportivo Urbano Aomi, Tokio (CNN) – El español Alberto Ginés hizo historia en los Juegos Olímpicos de Tokio como el primer medallista de oro en escalada.
La final de la combinada masculina llegó a un dramático desenlace en el Parque Deportivo Urbano Aomi este jueves, ya que los puestos del podio se intercambiaron a lo largo de la prueba principal.
Ginés, de 18 años, que comenzó la competición con una victoria en la prueba de velocidad, terminó con 28 puntos. El estadounidense Nathaniel Coleman se llevó la plata con 30, mientras que el austriaco Jakob Schubert, el único escalador que superó el muro principal, consiguió un dramático bronce en la última subida del día para terminar con 35 puntos.
Los escaladores obtuvieron puntos en tres eventos : velocidad, búlder y lead, que se multiplicaron para obtener una puntuación final.
Ginés, el medallista olímpico más joven de la historia, dijo que tener la “cabeza en su sitio” fue la clave de su éxito.
“Durante el año pasado, la cabeza no me ha funcionado muy bien, desde el principio [de] la temporada, y he estado trabajando con un especialista, y creo que ahora puedo controlar (los nervios) un poco más”, dijo Ginés a los periodistas.
Escenario pintoresco
La puesta de sol detrás del muro de escalada, que se iluminó con el cielo nocturno, sirvió de pintoresco telón de fondo para la primera final de escalada de los Juegos Olímpicos.
Dos locutores del estadio, uno que hablaba en inglés y otro en japonés, animaban y alentaban a los escaladores mientras se dirigían al muro.
Fuera del recinto, el público, que no pudo asistir a los eventos olímpicos en Tokio debido a la pandemia, se alineó en la calle peatonal adyacente para intentar ver la acción.
Cuando la competición llegó a su fin después de cuatro horas y media, los tres puestos del podio habían sido ocupados por los escaladores que encabezaban la clasificación en cada disciplina.
La victoria en velocidad de Ginés al principio de la noche sentó las bases de su medalla de oro, ya que se impuso al japonés Tomoa Narasaki, que resbaló al pie de la pared en su carrera cara a cara, con un tiempo de 6,42 segundos.
Coleman se adjudicó un único punto tras ser el único competidor que resolvió el segundo búlder, mientras que Schubert se colgó el bronce con una magnífica actuación en el lead que provocó las mayores ovaciones de la noche.
La cima de la emoción
Más abajo en la clasificación general, el checo Adam Ondra terminó sexto a pesar de ser uno de los favoritos antes de la final.
Incluso con una buena actuación en el lead, donde se colocó segundo, los seis puntos de búlder que recibió Ondra le salieron caros en su cuenta final.
“Así es la competición. A veces te favorece, a veces no”, dijo Ginés. “Adam era uno de los favoritos, y hoy, simplemente, no fue un buen día para él”.
La final de la combinada femenina se celebrará el viernes, en el momento en que el debut olímpico de la escalada llega a su fin.
Entre los escaladores que participaron en la prueba masculina, había esperanzas de que la final del jueves hubiera sido bien recibida.
“Fue, en muchos sentidos, una final afortunada por el hecho de que el público pudo ver hasta qué punto el montaje de las rutas puede afectar a la competición”, dijo Coleman a los periodistas.
“La ruta lead se estableció perfectamente. Cuando un hombre (Schubert) la supera en el último momento, ése es el pináculo de la emoción en la competición de escalada en lead”.
Ginés se mostró igualmente confiado en que el deporte había cumplido como espectáculo.
“Creo que nuestro deporte es muy visual, por lo que a la gente le gusta mucho. No sé cuántos espectadores habremos tenido, pero … Estoy muy contento de que haya salido en la televisión y de que la gente pueda ver nuestro deporte”.