(CNN)– Cuando la representante Alexandria Ocasio-Cortez se atrincheró en su oficina durante la insurrección del Capitolio el 6 de enero, no solo temía que la turba la matara, sino que la violaran si los alborotadores la encontraban.
“No pensé que simplemente me iban a matar”, dijo Ocasio-Cortez a Dana Bash, de CNN, en “Being…AOC”, el primer episodio de la nueva serie de CNN “Being…” que se emite el lunes por a las 9 p.m., hora de Miami. “Pensé que también me iban a pasar otras cosas”.
Ante la pregunta de si esa creencia estaba impulsada en parte por su experiencia como superviviente de una agresión sexual, Ocasio-Cortez dijo que los traumas del pasado pesaban en su mente mientras se escondía.
“Los supervivientes tienen un conjunto muy fuerte de habilidades. Y las habilidades que se requieren como sobreviviente, las herramientas que construyes para la resiliencia, regresan de inmediato”, dijo Ocasio-Cortez en una entrevista en su distrito, en junio. “Y para mí, sentí que esas habilidades volvían a surgir de inmediato para poder sobrevivir”.
También relacionó la sensación con lo que describió como la “misoginia y el racismo” que “alentaron” el “ataque al Capitolio”.
“La supremacía blanca y el patriarcado están muy vinculados de muchas maneras”, dijo Ocasio-Cortez. “Hay mucha sexualización de esa violencia”.
Ocasio-Cortez compartió por primera vez en febrero que había sido agredida sexualmente años atrás. Su revelación en un video de Instagram Live se produjo menos de un mes después de que los partidarios del expresidente Donald Trump asaltaran el Capitolio, violaran la seguridad y comenzaran a recorrer sus pasillos en busca de legisladores.
La congresista, que acaba de iniciar su segundo mandato, describió en el video que se quedó encerrada en el baño de su oficina, escuchó golpes en las puertas y finalmente oyó una voz que le exigía: “¿Dónde está?” Ocasio-Cortez no sabía en ese momento que se trataba de un agente de la Policía del Capitolio… porque, según ella, el agente no se identificó.
“No hay manera de que una persona en esa situación haya pensado siquiera que se trataba de un agente de la ley”, dijo a CNN. “No es así como estamos entrenados para pensar”.
La decisión, semanas después, de contar su historia de agresión sexual de principios de sus 20 años, dijo, no había sido “una decisión consciente”.
“No dices: ‘Este es el momento. Voy a hacer esto ahora’. Se siente como si algo sucediera en las circunstancias que casi te impulsa a, y casi te obliga en cierto modo a dar la cara”, dijo Ocasio-Cortez. “Porque creo que muchos supervivientes preferirían no hablar nunca más de lo que pasó”.
Un primer mandato “doloroso”
Cuando Ocasio-Cortez llegó a Washington, hace dos años, recién salida de un sorprendente revés a un titular demócrata de alto rango, sus nuevos colegas tardaron en aceptarla.
Algunos no lo han hecho nunca.
Aunque rara vez lo contó en público, Ocasio-Cortez dijo a Bash que su primer mandato “fue muy doloroso”.
“Llegué y desbanqué a un titular que, si bien puede no haber sido resonante en nuestra comunidad, era muy popular dentro de esas, ya sabes, salas llenas de humo”, dijo Ocasio-Cortez, de 31 años. “Les quité un amigo [a esos miembros]. Y así, entré en un ambiente muy frío, incluso dentro de mi propio partido”.
Ese titular, el exrepresentante de Nueva York, Joe Crowley, era el cuarto demócrata de la Cámara de Representantes cuando perdió su escaño ante Ocasio-Cortez, quien le negó un undécimo mandato. Ocasio-Cortez dijo que fue rechazada por algunos de los viejos amigos de Crowley y otros que cuestionaron su buena fe, pero nunca se tomaron el tiempo para involucrarla una vez que llegó al Capitolio.
“A veces era muy raro ir a la Cámara [de Representantes] y ver a un colega que nunca me saludaba”, dijo. “Y sentí que, vaya, es muy duro que haya gente que opine sobre ti que está sentada a tu lado y que ni siquiera inicie una conversación contigo”.