(CNN Español) – Ante la nueva ola de covid-19, varias ciudades en Estados Unidos —como Los Ángeles, Nueva York y parcialmente San Francisco— empiezan a exigir una prueba que acredite la vacunación contra el covid-19 para garantizar la entrada a lugares cerrados como tiendas, restaurantes, bares, gimnasios, cines, salas de conciertos, entre otros establecimientos.
Sin embargo, la falsificación de las pruebas va en aumento conforme se imponen nuevos mandatos de vacunación.
Recientemente, el presidente Joe Biden anunció que todos los empleados y contratistas federales deberán vacunarse contra el covid-19, o enfrentar protocolos estrictos como someterse a pruebas periódicas. Medidas similares han sido adoptadas por diferentes gobiernos estatales, compañías e instituciones educativas. Incluso, en algunos estados, no estar vacunado puede significar la pérdida de trabajos.
Y a pesar de que las tarjetas de vacunación de los CDC “nunca fueron diseñadas para probar su estado de vacunación”, son la prueba de vacunación más aceptada. La Comisión Federal de Comercio (FTC, por sus siglas en inglés) indica que por el momento, no existen planes oficiales para crear una aplicación a nivel nacional para la verificación de vacunas o la creación de un certificado o pasaporte de vacunación.
Algunos expertos dicen que los mercados ilegales en torno a las tarjetas de vacunación y los pasaportes digitales son inevitables. “Si la gente puede conseguir fácilmente un pasaporte falso para evitar restricciones, entonces lo hará, y surgirá un mercado ilícito a su alrededor”, dijo Michela Menting, que cubre ciberseguridad para ABI Research.
Por su parte, la empresa de ciberseguridad Check Point Software indicó que sus investigadores han visto un “crecimiento exponencial” en el número de suscriptores a grupos y canales que ofrecen tarjetas de vacunación en la “dark web” o internet oscura. “Los grupos que anuncian la venta de certificados [de vacunación] contienen a veces hasta 450.000 personas”, se lee en el reporte de agosto de la compañía.
Las consecuencias legales
Los delitos asociados con la fabricación o el uso de tarjetas de vacunación falsas incluyen el uso indebido de sellos del gobierno, indica el Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés).
Según el FBI “el uso no autorizado del sello de una agencia gubernamental oficial”, como el del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) o el de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) “es un delito”.
La ley federal estipula que quien de manera fraudulenta o indebida “coloque o imprima el sello de cualquier departamento o agencia de Estados Unidos” o quien “use, compre, adquiere, vende o transfiere” cualquier documento o certificado sobre el cual dicho sello sea colocado o grabado de forma fraudulenta será multado, encarcelado por no más de cinco años o ambos.
Los riesgos de salud
Además de cometer un delito, las personas que utilizan una tarjeta de vacunación falsa se exponen a ellos mismos y a otros, a los riesgos de contraer covid-19.
Es posible que los establecimientos que requieren prueba de vacunación relajen el distanciamiento físico, por lo que una persona que porta una tarjeta de vacunación falsa podría estar enferma y transmitir el virus. Y aunque las vacunas contra el covid-19 son muy efectivas y las posibilidades de que una persona vacunada se enferme gravemente son bajas, las vacunas no son 100% efectivas para prevenir infecciones. Además, los riesgos podrían aumentar para las personas mayores vacunadas.
“Hemos visto muchos artículos ahora… que sugieren que [en] incluso una persona vacunada, el virus aún puede crecer en ti” en un grado menor, y no lo suficiente como para enfermar a la persona, dijo a CNN el Dr. Michael Mina, profesor asistente de epidemiología e inmunología en la Escuela de Salud Pública de Harvard.
“Si no estuviera vacunado, no querría estar al lado de alguien que esté vacunado y sea positivo”, dijo Mina.
Jason Hanna colaboró a este reporte.