CNNE 1041783 - peru- mas protestas contra el gobierno de castillo

Nota del editor: Carlos Alberto Montaner es escritor, periodista y colaborador de CNN. Sus columnas se publican en decenas de diarios de España, Estados Unidos y América Latina. Montaner es, además, vicepresidente de la Internacional Liberal. Las opiniones aquí expresadas son exclusivamente suyas.

(CNN Español) – Sospecho que Perú va directo a la vacancia, un mecanismo perfectamente legal y que en mi opinión es un golpe cívico. Pedro Castillo, el presidente de Perú, no se negó a despachar desde el Palacio de Pizarro por una cuestión ideológica. Pero podría llamarlo Palacio del Pueblo para sentirse más cómodo y rechazar aquellos términos coloniales como lo hizo en su primer discurso ante el Congreso. Advertirá que su sombrero, su cabalgadura, incluso sus ideas, aunque me parezcan tremendamente superficiales, nada tienen que ver con el mundo prehispánico. Sospecho que no quiere que ese golpe o las manifestaciones le sorprendan en el centro de Lima. Lima es un territorio “enemigo”.

Castillo ha tenido grandes dificultades en formar su gabinete. Finalmente, ha logrado convencer a Pedro Francke, aparentemente un socialdemócrata, para que lo acompañe en la aventura. Algunos adversarios de Castillo (pueden ser limeños, pues allí la mayoría votó por Keiko Fujimori) confían en que el dúo Castillo-Cerrón (o al revés, porque tanto monta uno como el otro), ahora con el freno de Francke, si quisieran, no podrían llevar el país a consolidar una forma de socialismo autoritario, como el que desarrolló Chávez en Venezuela. Castillo dijo en campaña que respetaría la propiedad privada y que no nacionalizaría las empresas de minería.

Lo creía, hasta que leí al periodista Aldo Mariátegui, exdirector de Correo. Mariátegui, anticomunista, pero nieto de uno de los teóricos más singulares del marxismo latinoamericano, afirma que Francke era un economista ideológicamente muy próximo al fallecido Javier Díez-Canseco, el hombre más cercano a La Habana que uno se pueda imaginar. En todo caso, creo que si el ministro de Finanzas no responde a lo que esperan el presidente Castillo y Vladimir Cerrón, un hombre de formación cubana y persona clave de Perú Libre, el partido que postuló a Castillo, pensaría que podría terminar en un despido, o, por qué no, en una embajada en Europa, lejos del avispero peruano. Según Mariátegui, la única función de Francke es impedir que el sol continúe devaluándose frente al dólar. Ya está a cuatro soles por dólar. No tardará en estar a cinco. Le han dado una misión imposible.

De alguna manera, la revolución en Cuba y en Nicaragua se pudo hacer porque la caída de Batista y de Somoza arrastró a ambos ejércitos y desguazó las instituciones. Si los peruanos, en cambio, pudieron librarse del general Juan Velasco Alvarado, fue porque las FF.AA. existían. A sensu contrario, en Cuba y Nicaragua las dictaduras crearon unas Fuerzas Armadas y un Estado a su conveniencia. Recuerdo en Cuba que, desde principios de la revolución, los comunistas controlaron al ejército rebelde, primero desde los servicios de inteligencia y luego continuaron con el aparato de adoctrinamiento. Mientras eso sucedía, Fidel, Raúl, el Che, Antonio Núñez Jiménez (por cierto, exembajador de Cuba en Perú algo más tarde) y otros comunistas se reunían en secreto en la urbanización Tarará para montar un gobierno paralelo, como contó Tad Szulc en 1986, en su célebre biografía de Fidel Castro.

Según Perú 21, el proyecto político de Castillo y Cerrón incluye la creación de una suerte de fuerzas armadas paralelas a partir de las “rondas campesinas”, los míticos ronderos, que se encargarán de cuidar a Castillo. Simultáneamente, hay inquietud sobre una nueva Constitución, y lo que eso plantearía sobre las posibilidades de reelección de Castillo. El presidente firmó recientemente una proclama propuesta por varias iglesias peruanas que incluye el compromiso de no aspirar a la reelección.

El problema, como yo lo veo, es que quizás les falte tiempo y sigilo para conseguirlo. Mi opinión es que el Parlamento, donde Perú Libre apenas tiene 37 diputados de un total de 130, liquidará al presidente antes de que el presidente los liquide a ellos. No estoy seguro de que ocurrirá en diciembre, como opina el periodista y docente universitario Augusto Álvarez Rodrich, pero ese será el desenlace final de este episodio.