(CNN) – Los hospitales de Haití están completamente desbordados por los supervivientes del terremoto de magnitud 7,2 del sábado y necesitan ayuda urgente para tratarlos, según el personal médico.
El terremoto, que sacudió el suroeste del país, dejó al menos 1.941 muertos y más de 9.900 heridos. Se espera que ese número aumente, pero las labores de búsqueda y rescate se ven obstaculizadas por la falta de recursos y por las fuertes lluvias, que han provocado deslizamientos de tierra que han bloqueado las carreteras de la región.
La crisis humanitaria creada por el terremoto hace que se estime que unas 600.000 personas necesiten asistencia y que haya una necesidad urgente de agua potable, especialmente en la comuna de Pestel, donde casi todos los depósitos de agua potable quedaron destruidos, dijo el Director de Protección Civil de Haití, Dr. Claude Predtit, en una conferencia de prensa este miércoles.
Al menos 75.000 viviendas resultaron dañadas o destruidas por los temblores, afectando a unas 135.000 familias, indicó, y añadió que 34 personas fueron rescatadas de los escombros el martes y el miércoles.
En el principal hospital de Jeremie, una de las ciudades más afectadas, había 84 personas en espera de tratamiento en un centro que normalmente atiende a diez personas en un día, según constató CNN durante una visita el martes.
Todas las camas estaban llenas, y también había pacientes tendidos en el suelo. Sin la evacuación a instalaciones mejor equipadas, al menos un tercio de ellos podría perder miembros o no sobrevivir, le contó un médico a CNN.
Jean Yves Dorvil sacó él mismo de los escombros a su hija Evenson, de 22 meses, con el fémur destrozado.
“Mi hija sufre y no quiero que pierda la pierna”, dijo Dorvil a CNN.
“Estoy muy agradecido con estos médicos que trabajan sin ayuda”.
Otros supervivientes tuvieron que valerse por sí mismos, ya que la depresión tropical Grace provocó lluvias torrenciales y fuertes vientos en la misma zona afectada por el terremoto.
Con sus casas destruidas, algunos intentaron refugiarse bajo tiendas de campaña y lonas improvisadas.
“Dormimos sentados en sillas”, reveló Theard Andrise a Reuters. “Nadie ha venido a ayudarnos”.
La ayuda ha llegado a raudales a la capital, Puerto Príncipe, pero hacerla llegar a las zonas afectadas ha resultado difícil debido a los deslizamientos de tierra.
“Tengo mucho dolor. Nos prometieron medicamentos. Fui a buscarlos y me dijeron que esperara”, dijo Marimene Jouesil a Reuters. “Ayer distribuyeron ayuda pero no pude conseguir nada. “No tenemos nada que comer, no tenemos nada”.
La Guardia Costera de Estados Unidos es una de las agencias que se encuentran sobre el terreno para ayudar en las tareas de recuperación.
El martes, el Departamento de Defensa de EE.UU. anunció que había formado un grupo de trabajo conjunto para ayudar a la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés) en el esfuerzo de socorro, mientras que las Naciones Unidas y la Unión Europea asignaron 8 y 3,5 millones de dólares, respectivamente, en ayuda a Haití.
Tras una solicitud de ayuda del Departamento de Protección Civil de Haití, la Agencia de Gestión de Emergencias de Desastres del Caribe (CDEMA, por sus siglas en inglés) se prepara para desplegar en el país a miembros de un equipo de apoyo operativo.
Haití, que aún se recupera del asesinato de su difunto presidente Jovenel Moïse en julio, depende en gran medida de los países y organizaciones donantes para sus esfuerzos de ayuda.
El terremoto se produjo a las 8:30 de la mañana (hora local) del sábado, a una profundidad de aproximadamente 10 kilómetros; su epicentro se situó a unos 12 kilómetros al noreste de Saint-Louis-du-Sud, en el suroeste del país.
Alrededor de 1,2 millones de personas, entre ellas 540.000 niños, se han visto afectadas por el terremoto, según Unicef, la agencia de la ONU para la infancia.
La agencia dijo el miércoles que el terremoto, seguido por la tormenta tropical Grace el lunes, destruyó 94 de las 255 escuelas de la región administrativa del sur del país, muy afectada, a pocas semanas del inicio del curso escolar. “Todavía no se han llevado a cabo evaluaciones en los departamentos de Nippes y Grand’Anse, así como en otras comunidades a las que todavía no se ha llegado”, señala el comunicado de Unicef.
Unicef también calcula que se necesitan US$ 15 millones “para responder a las necesidades más urgentes de al menos 385.000 personas” afectadas por el terremoto durante un periodo de ocho semanas, según el comunicado.
El terremoto es apenas el desafío más reciente para la nación insular en dificultades, que fue devastada en 2010 por un terremoto de magnitud 7,0 que se estima provocó la muerte de entre 220.000 y 300.000 personas.
“Poco más de una década después, Haití se tambalea de nuevo. Y esta catástrofe coincide con la inestabilidad política, el aumento de la violencia de las pandillas, las tasas alarmantes de desnutrición entre los niños y la pandemia del covid-19, para la que Haití ha recibido apenas 500.000 dosis, a pesar de necesitar muchas más”, dijo el lunes Henrietta Fore, Directora Ejecutiva de Unicef.
“Ahora es especialmente urgente llegar con las vacunas a los afectados por el terremoto”.
Tara John y AnneClaire Stapleton de CNN contribuyeron con este reportaje.