CNNE 1053633 - afganistan sufre una "fuga total de cerebros"
Las conmovedoras imágenes de afganos tratando de huir de su país
02:10 - Fuente: CNN

Washington (CNN) – Los esfuerzos de evacuación de la administración de Biden en Afganistán han ganado un impulso considerable en los últimos días, ahora superando con creces las metas diarias iniciales después de un comienzo caótico y desarticulado.

La Casa Blanca dijo el martes por la mañana que al menos 12.700 personas habían sido evacuadas en 37 vuelos militares estadounidenses y 8.900 habían sido evacuadas en vuelos de la coalición durante las últimas 24 horas. El Pentágono agregó que hay “un poco más de 5.000” personas en el aeropuerto de Kabul esperando para abordar los vuelos, que ahora salen cada 45 minutos.

Además, dos funcionarios de defensa le dijeron a CNN el martes que las primeras tropas estadounidenses comenzaron a salir del país cuando el esfuerzo de evacuación entra en su última semana.

Esa es una mejora en todos los frentes, pero Estados Unidos todavía está contrarreloj. El presidente Joe Biden mantendrá, por ahora, la fecha límite del 31 de agosto para retirar las tropas estadounidenses, según un alto funcionario de la administración.

Para ayudar a comprender la situación en el terreno, hablamos con el corresponsal internacional senior de CNN Sam Kiley, quien se encuentra en el aeropuerto internacional Hamid Karzai de Kabul mientras se desarrollan los esfuerzos de evacuación.

Nuestra conversación, realizada por teléfono y ligeramente editada para que fluya más la lectura, se encuentra a continuación.

Llegaste a Afganistán el domingo. ¿Cuál fue tu impresión cuando llegaste al terreno?

SK: Llegamos a media tarde en un vuelo de Qatar y me complació y me alivió ver colas bastante grandes y bien ordenadas de personas que ya estaban siendo montadas en aviones de todo el mundo.

Así que el tipo de escenas horribles que Clarissa (Ward) había presenciado al salir en las primeras etapas de la evacuación no se estaban repitiendo cuando llegué. Pero había mucha gente y también, por supuesto, mucha gente que se apretaba contra las paredes exteriores, y de hecho ese día –aunque no lo sabíamos en ese momento, exactamente– pero ese día, siete personas murieron aplastadas contra las paredes. Muchas de ellas cerca del campamento militar británico.

El esfuerzo de evacuación de EE. UU. obviamente se ha intensificado en los últimos días. ¿Estás viendo aviones que entran y salen constantemente del aeropuerto de Kabul?

SK: Sí. Entonces hay una circulación constante de aviones, en su mayoría grandes ascensores de carga, C-17 y estos aviones de hélice o el tipo de aviones de la OTAN. Hay una pequeña cantidad de aviones civiles. He visto Kam Air, que es una aerolínea afgana que se llevó a varios cientos de personas. Vi ese despegue esta tarde. Así que ciertamente ha habido un aumento muy significativo, y eso lo confirman las estadísticas, que muestran, según Estados Unidos, que 21.000 fueron evacuados en un período de 24 horas. Eso es tanto los evacuados de Estados Unidos como de la coalición. Los estadounidenses evacuaron a unos 12.000 de ellos.

Hoy, a la hora del almuerzo, los estadounidenses habían evacuado a unos 9.000. La cantidad de personas que esperan ser evacuadas parece estar entre 4.000 y 5.000, ya que ahora pueden ingresar pequeñas cantidades de personas. Pero todo está mucho, mucho, más organizado, y no hay gran sorpresa: la gente debería mejorar en lo que hace. Y nadie ha tenido práctica en este tipo de operación, por lo que al principio fue caótico y ahora es bastante hábil, no es una gran sorpresa.

No resuelve muchos de los problemas fuera de las puertas, pero sí significa que no se producen los grandes cuellos de botella que vimos al principio.

Las personas que ves que están llegando al puente aéreo, ¿se sienten aliviadas? ¿Están ansiosas por que el vuelo efectivamente despegue? ¿Cuál es su estado de ánimo?

SK: Está muy claro que casi todas las personas están muy, muy, desgarradas por la necesidad de salir y salvarse a sí mismas y a sus familias, desde su punto de vista, y a sus amigos y familias en el país que están dejando atrás.

El día de mi llegada, hablé con un compañero periodista que tuvo que irse en 2016 porque había sido amenazado por los talibanes, pero pudo regresar y trabajar en Kabul con un perfil un poco más bajo. Sintió que tenía que salir. Dijo que estaba desconsolado y que en realidad fue un encuentro muy, muy, conmovedor. No lo hago a menudo, trato de controlarme en el aire porque soy un profesional. Pero había algo en que un miembro de mi tribu tenía el corazón roto y era algo como… que fue un verdadero golpe emocional ver la mirada en sus ojos cuando se iba.

Y esa es una mirada que he visto en los ojos de mucha gente. Y justo hoy hablé con una mujer joven, principalmente a través de un traductor, que estaba saliendo pero que se había separado de su hermano, que también esperaba salir pero se había quedado atascado en el lado equivocado de la puerta. Y estaba a unos momentos de subirse a un avión y no parecía saber dónde iba a terminar. Y tenía con ella a sus dos hermanas menores, una de las cuales probablemente tenía alrededor de 9.

Y estaba llorando por el hecho de que iba a dejar a su hermano atrás, pero siguió adelante con la evacuación porque sintió que no tenía otra opción.

¿Las personas con las que has hablado tienen una idea de hacia dónde se dirigen o el foco es simplemente salir de Afganistán?

SK: Bueno, el foco de la gente es salir. Pero ellos, en general, tienen el papeleo para salir debido a su asociación con uno u otro de los socios de la coalición. Si tienes una visa estadounidense, sabes que va a terminar en Estados Unidos. Si tienes una visa para Holanda, ahí es donde irás. Entonces esos son los que tienen una asociación muy cercana, probablemente militar y diplomática y de inteligencia, etc.

Luego están las personas que son un poco vulnerables porque son periodistas o artistas o activistas o miembros de la intelectualidad que temen que la vida en el régimen talibán sea peligrosa para ellos. Qatar se ha esforzado mucho para llevarlas a Qatar. A dónde van luego, no siempre lo saben. A menudo expresan una preferencia por Europa, Canadá, Estados Unidos.

Y creo que será un gran desafío para los diferentes países dar un paso al frente, particularmente aquellos países que invirtieron en esta guerra de 20 años, para descubrir dónde están sus responsabilidades morales y sociales al cuidar a estas personas que fueron alentadas a comprar la idea de un estado afgano modernizador en lugar de uno medieval.

Finalmente, desde que llegaste el domingo, ¿qué es lo que más te ha sorprendido?

SK: Bueno, es bastante difícil sorprenderme. He estado haciendo este trabajo durante 30 años. Honestamente, creo que que ha sido en lo personal… me ha sorprendido lo conmovido y muy triste que he estado.

Vine por primera vez a Afganistán justo antes de la batalla por Tora Bora, cuando Al Qaeda fue expulsada. Y ahora estoy viendo cómo la coalición es expulsada y reemplazada por los talibanes y la angustia de la gente: la destrucción de las esperanzas de la gente durante los últimos 20 años y el tipo de miedo que tienen por su futuro es muy difícil de presenciar.

A nivel práctico, es algo extraordinario presenciar, un puente aéreo, una evacuación aérea de emergencia, que es la segunda más grande que el mundo haya visto –después de la evacuación india de sus ciudadanos de Kuwait después de que Saddam Hussein invadiera allí–. Los números son astronómicos.

La otra cosa realmente sorprendente ha sido la extrema lealtad que muchas de estas personas, no solo del ejército, sino también de inteligencia y diplomacia, etc., sienten hacia sus amigos y colegas con quienes trabajaron dentro de Afganistán. Hay mucha gente trabajando muy, muy, duro detrás de escena, tanto abierta como encubiertamente, para sacar a sus antiguos colegas y amigos. Y eso ha sido alentador, de hecho.

También ha sido bastante conmovedor porque significa que se trataba de relaciones y amistades genuinas que, aunque las naciones que estaban en la coalición ahora están abandonando Afganistán, los lazos humanos que existen entre los pueblos de esas naciones siguen siendo muy fuertes.