(CNN) – El ejército de Estados Unidos negoció un acuerdo secreto con los talibanes que dio lugar a que miembros talibanes escoltaran a grupos de estadounidenses hasta las puertas del aeropuerto de Kabul cuando intentaban escapar de Afganistán, según dos funcionarios de defensa.
Uno de los funcionarios también reveló que las fuerzas de operaciones especiales de Estados Unidos establecieron una “puerta secreta” en el aeropuerto y crearon “centros de llamadas” para guiar a los estadounidenses en el proceso de evacuación.
Los funcionarios dijeron que se notificó a los estadounidenses que acudieran a “puntos de reunión” preestablecidos cerca del aeropuerto, donde los talibanes reunirían a los estadounidenses, comprobarían sus credenciales y los llevarían a una corta distancia hasta una puerta atendida por las fuerzas de EE.UU. que estaban a la espera de dejarlos entrar en medio de enormes multitudes de afganos que intentaban huir.
En la mayoría de los casos, las tropas de Estados Unidos pudieron ver a los estadounidenses acercarse con sus escoltas talibanes en un intento de garantizar su seguridad.
Los funcionarios hablaron bajo condición de anonimato debido a lo delicado de los acuerdos, que no se han revelado hasta ahora porque a EE.UU. le preocupaba la reacción de los talibanes ante cualquier publicidad, así como la amenaza de ataques del ISIS-K si sus operativos se hubieran dado cuenta de que los estadounidenses estaban siendo escoltados en grupo, dijeron los funcionarios.
A lo largo de la evacuación, los funcionarios de la administración de Biden subrayaron que los talibanes estaban cooperando y los altos funcionarios declararon que se habían comprometido a proporcionar un “salvoconducto” a los estadounidenses.
Las misiones de escolta de los talibanes se realizaron “varias veces al día”, según uno de los funcionarios. Uno de los principales puntos de reunión era un edificio del Ministerio del Interior situado a las afueras de una de las puertas del aeropuerto, donde las fuerzas de EE.UU. cercanas podían observar fácilmente la aproximación de los estadounidenses. Los estadounidenses fueron notificados mediante varios mensajes sobre dónde reunirse.
“Funcionó, funcionó de maravilla”, dijo un funcionario sobre el acuerdo. Hasta el lunes, cuando Estados Unidos completó su retirada, más de 122.000 personas en total habían sido trasladadas por aire desde el aeropuerto internacional Hamid Karzai desde julio y más de 6.000 civiles estadounidenses fueron evacuados. Sin embargo, 13 miembros del servicio estadounidense y más de 170 afganos murieron en una explosión suicida en el aeropuerto la semana pasada.
No está claro si los talibanes que comprobaban las credenciales durante estas gestiones rechazaron a alguno de los estadounidenses. Se ha informado en numerosas ocasiones de que algunos estadounidenses con pasaportes y titulares de tarjetas de residencia en Estados Unidos fueron rechazados en los puestos de control talibanes cercanos al aeropuerto.
En otro acuerdo secreto no revelado hasta el final de la operación, las tropas del Mando Conjunto de Operaciones Especiales de élite y otras unidades de operaciones especiales también estaban sobre el terreno ayudando a los estadounidenses a escapar poniéndose en contacto con ellos a través de “centros de llamadas”, dijo uno de los funcionarios. Las fuerzas de operaciones especiales establecieron su propia “puerta secreta” en el aeropuerto y a veces estaban en comunicación directa con los estadounidenses diciéndoles exactamente por dónde caminar para encontrar la puerta y poder entrar en el aeropuerto.
El jefe del Mando Central de EE.UU., el general Frank McKenzie, reveló por primera vez públicamente la participación de las fuerzas de operaciones especiales en una conferencia de prensa el lunes, diciendo que esas fuerzas ayudaron a evacuar a más de 1.000 ciudadanos estadounidenses y a más de 2.000 afganos “mediante llamadas telefónicas, vectores y escolta”.
Las fuerzas de operaciones especiales “ayudaron a traer a más de 1.064 ciudadanos estadounidenses y 2.017 personas con visados especiales o afganos en riesgo, y 127 nacionales de terceros países, todo ello mediante llamadas telefónicas, vectores y escolta”, dijo. Pero en sus comentarios públicos, McKenzie no especificó la participación del JSOC, que incluye las fuerzas que llevan a cabo las misiones antiterroristas más peligrosas, como la Fuerza Delta del Ejército y los SEALS de la Marina.