(CNN) – Una endeble cortina gris divide un aula universitaria en Kabul, Afganistán, en dos: en un lado se sientan los estudiantes hombres y en el otro las mujeres, cubiertas con hiyab.
Es un vistazo de cómo podría ser la educación en Afganistán bajo el gobierno de los talibanes, ya que algunos estudiantes regresaron a las aulas para el comienzo del nuevo semestre académico esta semana.
La última vez que los talibanes estuvieron en el poder —de 1996 a 2001— a las mujeres y las niñas se les prohibió la educación y el trabajo. Después de que fueron destituidos en 2001, las mujeres fueron libres de ir a la universidad y a trabajar.
Ahora los talibanes están de vuelta. Si bien su liderazgo actual ha insistido en que las mujeres desempeñarán un papel destacado en la sociedad y que su régimen será “inclusivo”, persisten las dudas sobre si esta retórica coincidirá con la realidad.
Las fotos compartidas en las redes sociales de las primeras aulas universitarias que se abrieron después de la retirada de Estados Unidos incluyen mujeres, pero con diferencias notables.
El Ministerio de Educación dirigido por los talibanes aprobó una propuesta, presentada por la unión de universidades de Afganistán, que representa a 131 universidades, sobre la separación de estudiantes hombres y mujeres.
De acuerdo con la propuesta, los estudiantes mujeres y hombres deben ingresar a su lugar de aprendizaje a través de entradas separadas. Las clases mixtas solo se permiten cuando el número de alumnas es inferior a 15 y el aula debe estar dividida por una cortina.
Las clases recién creadas en las universidades privadas deben estar separadas para hombres y mujeres, agrega la propuesta. Y todas las universidades están obligadas a designar un área separada para que las estudiantes realicen sus oraciones.
Además, “todas las estudiantes, profesoras y empleadas están obligados a llevar el hijab de acuerdo con la ley Sharia”, decía la propuesta. El hijab cubre el cabello, pero no la cara.
“En el futuro, las universidades deben intentar contratar profesoras para las alumnas. Mientras tanto, se deben hacer esfuerzos para nombrar profesores de edad avanzada que sean reconocidos por ser dignos de confianza para enseñar a las alumnas”, prosigue la propuesta.
Waheed Roshan, vicerrector de la Universidad privada de Bakhtar en Kabul, dijo que la institución cumpliría con la propuesta, pero agregó que para muchas universidades la logística sería un desafío.
Le dijo a CNN que Bakhtar, donde aproximadamente el 20% de los 2.000 estudiantes son mujeres, podría impartir clases para hombres y mujeres en turnos separados. Pero otras universidades podrían tener dificultades para colocar particiones dentro de sus aulas, dijo Roshan.
“Es mejor quedarse en casa”
Hubo una respuesta mixta de las estudiantes a los cambios educativos. Sahar, de 21 años, que estudia ciencias políticas, le dijo a CNN que estaba feliz de que los talibanes no hubieran prohibido a las niñas asistir a la educación superior, pero describió las nuevas reglas como extremas.
“Hay tantas estudiantes en Kabul que crecieron en un ambiente libre donde tuvieron la oportunidad de elegir qué ponerse y a qué universidad asistir o si sentarse en un aula con hombres o no, pero ahora sería demasiado difícil para ellas adaptarse a estas reglas extremas”, dijo.
Sahar dijo que incluso antes de que los talibanes tomaran el poder, las niñas vestían ropa modesta y que no veía la necesidad de nuevas restricciones. También dijo que intentaría reanudar sus estudios bajo las nuevas reglas, pero no estaba segura de poder continuar por mucho tiempo.
Ziba, otra estudiante de unos 20 años en Kabul, dijo que planeaba abandonar las esperanzas de graduarse de la universidad debido a la situación de seguridad y porque los talibanes podrían imponer condiciones más estrictas en el futuro. Dijo que era mejor quedarse en casa.
Ziba le pidió a CNN que no usara su nombre real.
Pero Mina Qasem, de 19 años, quien se graduó de la escuela secundaria el año pasado, dijo que estaba emocionada de comenzar la universidad. “Me pondré cualquier tipo de hijab que me pidan siempre que mantengan abiertas las universidades para las mujeres. Estoy muy emocionada de comenzar mi próximo capítulo de vida y mi hermana, que va a terminar la escuela secundaria este año, lo hará. Solicite también una de las universidades privadas al final del año”.
Mina dijo que si las mujeres querían tener voz en el futuro, tenían que educarse en cualquier circunstancia.
– Un colaborador de CNN fuera de Afganistán no ha sido nombrado por razones de seguridad. Sheena McKenzie de CNN contribuyó a este informe.