(CNN) – Las personas negras e hispanas en Estados Unidos tienen más probabilidades de contraer covid-19 y es más probable que sean hospitalizadas o incluso mueran a causa del virus. Pero ambos grupos aún no están haciéndose suficientes pruebas y no se han vacunado suficientemente en muchos estados, según los nuevos datos recopilados por la Universidad Johns Hopkins y compartidos exclusivamente con CNN.
Los datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC, por sus siglas en inglés) muestran que las personas negras e hispanas tienen al menos el doble de probabilidades de morir de covid-19 que las personas blancas no hispanas y casi tres veces más probabilidades de ser hospitalizadas. Tanto las personas negras como las hispanas también tienen más probabilidades que las blancas de infectarse con el coronavirus.
Pero los hispanos y los negros, con excepciones en algunos estados, están más representados entre los que se han contagiado de covid-19 o murieron a causa de la enfermedad que entre los que han sido vacunados, según los datos de la Universidad Johns Hopkins .
Sin los datos, las autoridades no pueden saber qué deben hacer para corregir las disparidades que pueden ayudar a que el virus se propague y se prolongue la pandemia. Con los datos, las áreas problemáticas se aclaran.
De los 37 estados que rastrean los casos y las vacunas por origen étnico, los hispanos representan una proporción menor de vacunas que los casos en todos los estados excepto en cuatro. Y de los 39 estados que se rastrean por raza, los negros representan una proporción menor de vacunas que los casos en todos menos seis estados.
Se pueden observar tendencias similares para las pruebas, aunque solo ocho estados rastrean la proporción de pruebas de covid-19 por raza y etnia, junto con los casos y las muertes.
Durante los últimos seis meses más o menos, la Universidad Johns Hopkins ha analizado datos demográficos sobre casos, muertes, pruebas y vacunas de covid-19 puestos a disposición del público por los estados. Un nuevo panel, publicado este martes, ofrece una mirada estado por estado a los datos desglosados por edad, género, raza y etnia.
Los estados reportan esta información a los CDC, pero los conjuntos de datos resultantes están limitados por los requisitos de informes federales, dijo a CNN Beth Blauer, CEO y cofundadora de los Centros para el Impacto Cívico en la Universidad Johns Hopkins.
Los estados pueden utilizar (y publicar) los datos que recopilan más allá de estas restricciones regulatorias federales, y el panel de control de la Universidad Johns Hopkins, que intenta estandarizar los datos que publican los estados, ofrece quizás el análisis demográfico más detallado de varias métricas de covid-19.
Pero si bien los datos de la Universidad Johns Hopkins muestran las disparidades persistentes en el riesgo de covid-19 para ciertos grupos demográficos, también es evidente que existe una falta persistente de datos disponibles necesarios para rastrear y mejorar esas disparidades.
Los datos inconsistentes complican el esfuerzo
La compilación de estos datos fue “complicada en todo momento”, dijo Blauer a CNN. “Es indicativo de falta de liderazgo y falta de enfoque en la estandarización de datos”.
La Universidad Johns Hopkins encontró inconsistencias en las formas en que los grupos raciales y étnicos se definen entre los estados, a veces incluso a través de diferentes métricas dentro de los datos del mismo estado.
Además, los estados tienen seis formas diferentes de tabular las pruebas (el número de personas analizadas o el número de muestras analizadas, por ejemplo) y también seis formas diferentes de contabilizar las vacunas.
Los marcos de recopilación de datos deficientes están presentes en todo el país, que es un referéndum más grande sobre el sistema de salud pública en EE.UU., le dijo Blauer a CNN. La proporción de datos que tienen detalles demográficos adjuntos se ha mantenido de manera bastante constante por debajo del 60%.
“Demuestra que el sistema en sí no aprende”, dijo.
Independientemente, la recopilación de datos es un paso en la dirección correcta, dicen los expertos. “Siempre decimos que los datos son los que impulsan la acción”, dijo a CNN Emily Zylla, investigadora principal del Centro de Asistencia de Datos de Acceso a la Salud del Estado de la Universidad de Minnesota.
Y una vez que se recopilan y publican, los datos deben estar vinculados a estrategias e intervenciones específicas para lograr un cambio real, dijo.
Illinois, por ejemplo, es uno de los pocos estados que rastrea tanto los datos de pruebas como de vacunación por raza y etnia.
“Al recopilar datos demográficos para pruebas, casos y muertes, podemos ver algunas de estas áreas más afectadas y desplegar más recursos, como materiales educativos, trabajadores de salud comunitarios y pruebas. De manera similar, los datos demográficos de vacunación ayudan a informar dónde más se necesitan esfuerzos específicos”, dijo a CNN Melaney Arnold, responsable de Información Pública del Departamento de Salud del Illinois.
“Con tasas de vacunación más bajas entre la población negra, nos hemos comunicado con lugares de culto y organizaciones comunitarias en estas comunidades para establecer clínicas móviles de vacunación, así como también con organizaciones de fraternidad y hermandad negras para ayudar a infundir confianza en la seguridad y eficacia de las vacunas”.
A pesar de las limitaciones de los datos, las tendencias surgen, pero no se corrigen
“Los datos, incluso en su naturaleza limitada, realmente confirman que si eres pobre y si eres negro o moreno en este país, tienes mucha limitación en cuanto a dónde puedes acceder a recursos básicos para incluso navegar por las decisiones personales en torno al covid”, dijo Blauer a CNN.
“Incluso cuando sabíamos que había problemas importantes de acceso a las pruebas, no lo corregimos en la distribución de vacunas”.
Con una excepción en Missouri, cada uno de los estados en los que las personas negras e hispanas están subevaluadas también son estados en los que las personas negras y las hispanas están subvacunadas en relación con su proporción de casos de covid-19.
El Gobierno federal tardó un tiempo en exigir a los estados que recopilaran datos demográficos para las pruebas, dijo Zylla, e incluso después de que fuera necesario, la recopilación de ese tipo de datos requiere que las personas compartan información sobre sí mismos e implica cierto nivel de confianza.
“Llegar a ese nivel de datos no sucede de la noche a la mañana”, dijo.
La tecnología y los recursos que permiten un mantenimiento de registros completo difieren según el estado, y los Departamentos de Salud también se limitan a otras tareas relacionadas con la pandemia.
“Los líderes locales también están frustrados. Llevan la carga de tener que ser socorristas de primera línea”, dijo Blauer, de la Universidad Johns Hopkins, a CNN. “Hay puntos brillantes a nivel local, tanto en los estados como en las comunidades locales. La pregunta es: ‘¿Vamos a extrapolar estas lecciones aprendidas?’”.