(CNN) – La mayoría de los estadounidenses considera que la democracia está bajo ataque en el país (56%), según una nueva encuesta de CNN realizada por SSRS, ya que el 51% dice que es probable que los funcionarios elegidos en EE.UU. anulen con éxito los resultados de unas futuras elecciones porque su partido no ganó.
Casi todos los estadounidenses consideran que la democracia en EE.UU. está, al menos, a prueba: el 93% en total dice que la democracia está siendo atacada (56%) o que está siendo puesta a prueba pero no atacada (37%). Un escaso 6% dice que la democracia de Estados Unidos no está en peligro.
Los republicanos son mucho más propensos que los demócratas a decir que la democracia está siendo atacada, y esa opinión es más frecuente entre los que apoyan al expresidente Donald Trump. En total, el 75% de los republicanos dicen que la democracia está bajo ataque, en comparación con el 46% de los demócratas.
Entre los republicanos y los independientes de tendencia republicana, los que dicen que Trump debería ser el líder del partido son mucho más propensos a ver la democracia bajo amenaza: el 79% en ese grupo frente al 51% entre los que dicen que Trump no debería ser el líder del partido.
Y los republicanos que apoyan a Trump siguen impulsando la creencia en la “Gran Mentira” de que las elecciones de 2020 le fueron robadas. Aunque no hay pruebas de un fraude electoral generalizado en las elecciones de 2020, el 36% de los estadounidenses dice que el presidente Joe Biden no obtuvo legítimamente suficientes votos para ganar la presidencia. Ese 36% incluye un 23% que dice falsamente que hay pruebas sólidas de que Biden no ganó, y un 13% que dice que esa es solo su sospecha.
Entre los republicanos, el 78% dice que Biden no ganó y el 54% cree que hay pruebas sólidas de ello, a pesar de que no existen tales pruebas. Esa opinión también está profundamente relacionada con el apoyo a Trump. Entre los republicanos que dicen que Trump debería ser el líder del partido, el 88% cree que Biden perdió, incluyendo el 64% que dice que hay pruebas sólidas de que no ganó, mientras que entre los republicanos que no quieren que Trump lidere el partido, el 57% dice que Biden ganó legítimamente.
De cara a futuras elecciones, el 51% de todos los estadounidenses dice que es al menos algo probable que una elección en los próximos años sea anulada por los funcionarios electos porque su partido perdió, mientras que el 49% dice que es poco probable.
Las opiniones sobre esta perspectiva están más estrechamente ligadas a la percepción de la amenaza a la que se enfrenta la democracia de Estados Unidos que al partidismo. Los que dicen que la democracia en Estados Unidos está siendo atacada son los más propensos a creer que es probable que se anulen unas elecciones por razones partidistas (58%), mientras que la mayoría de los que no ven que la democracia está siendo atacada dicen que eso es poco probable (58%).
Entre los republicanos, el 57% dice que es muy o bastante probable que se anulen las elecciones, mientras que el 48% de los independientes y el 49% de los demócratas opinan lo mismo.
Los demócratas y los independientes, sin embargo, están impulsando una caída en la confianza de que las elecciones estadounidenses reflejan la voluntad del pueblo. Una estrecha mayoría general, el 52%, dice ahora que carece de esa confianza, frente al 40% que opinaba así en enero. Entre los demócratas, la confianza ha bajado del 90% en enero al 69% ahora, y entre los independientes, ha caído del 54% al 46% en ese tiempo, mientras que la confianza de los republicanos se ha mantenido prácticamente igual y ahora se sitúa en el 24%.
Este cambio se produce después de una serie de modificaciones importantes en las normas y reglamentos electorales a nivel estatal. Los funcionarios republicanos de algunos estados han endurecido las normas de votación, mientras que algunos estados controlados por los demócratas han tomado medidas para hacer permanentes las normas más laxas implementadas para hacer frente a la pandemia de coronavirus. Según el sondeo, menos de la mitad de los encuestados consideran que las medidas adoptadas por ambos bandos tengan las más puras intenciones.
La mayoría considera que los partidos en el poder realizan estos cambios para su propio beneficio. Alrededor de 6 de cada 10 (58%) dicen que los cambios en las leyes electorales en los estados controlados por los republicanos se hicieron para ayudar al partido en el poder en lugar de hacer que las elecciones fueran más justas, mientras que el 53% dice lo mismo sobre tales cambios en los estados controlados por los demócratas.
Combinando los dos resultados, aproximadamente una cuarta parte en general dice que ambos partidos están actuando en su propio interés (25%), y solo el 12% dice que ambas partes están actuando para hacer las elecciones más justas. Alrededor de un tercio de cada uno dice que un partido pretende hacer las elecciones más justas mientras que el otro se mueve para mantener el control (el 33% dice que los demócratas están haciendo las elecciones más justas y los republicanos están actuando para ayudar a su partido, el 29% dice que los republicanos están haciendo las elecciones más justas mientras que los demócratas están tratando de mantener el control).
Los demócratas y los republicanos en la encuesta están en lados opuestos sobre si el mayor problema con las reglas de votación en las elecciones de EE.UU. es que hacen que sea demasiado difícil votar o que no son lo suficientemente estrictas para evitar los votos ilegales. Entre los republicanos, el 83% dice que el problema es que las reglas no son lo suficientemente estrictas, mientras que el 66% de los demócratas dice que es demasiado difícil votar.
La nueva encuesta de CNN fue realizada por SSRS entre el 3 de agosto y el 7 de septiembre entre una muestra nacional aleatoria de 2.119 adultos a la que se llegó inicialmente por correo. Las entrevistas se realizaron en línea o por teléfono con un entrevistador en vivo. Los resultados de la muestra completa tienen un margen de error de muestreo de más o menos 2,8 puntos porcentuales.